El asesinato de Paul Flores, reconocido cantante de la orquesta Armonía 10, ha generado indignación en la comunidad musical y ha reavivado el debate sobre la creciente inseguridad en el país. José Quiroga, líder de Agua Marina, una de las agrupaciones de cumbia más importantes del Perú, se pronunció sobre este crimen y exigió acción inmediata de las autoridades.
En declaraciones a RPP, Quiroga expresó su preocupación por la situación que atraviesa el país y denunció la inacción de las autoridades frente a las extorsiones que afectan a los músicos y empresarios del espectáculo. “Estamos muy preocupados por toda la situación que está pasando en nuestro querido Perú. Hemos sido, quizás, uno de los primeros que han protestado ante las autoridades. Esto no puede seguir sucediendo. Todos tenemos temor”, declaró.
El líder de Agua Marina subrayó que el problema de la inseguridad no solo afecta a los artistas, sino a toda la población. “Todos los peruanos tenemos terror, no solamente los músicos, no solamente las agrupaciones. Tenemos que alzar nuestra voz ante las autoridades. Todo tiene que estar bien organizado por el bien de la gente y por el bien de los músicos”, enfatizó.

Asimismo, denunció que las amenazas y extorsiones continúan, pese a los reclamos previos. “Nosotros siempre hemos denunciado las extorsiones, pero no pasa nada. Ha tenido que pasar algo trágico para que las autoridades recién (hagan algo). ¡Ya basta de esto!”, exclamó. Además, reveló que su propia agrupación ha sido víctima de atentados en varias ocasiones.
José Quiroga también anunció que, ante la falta de garantías, está reforzando la seguridad de su grupo y recomendó a otros artistas hacer lo mismo. “Somos vulnerables porque el delincuente sabe dónde vamos a estar”, alertó. En ese sentido, pidió a las autoridades implementar leyes que protejan a los ciudadanos y frenen la impunidad de los criminales. “Esto tiene que parar, tienen que sacar leyes y derogar esas leyes en favor de los delincuentes. Nos sentimos desprotegidos”, manifestó.
Sobre la muerte de Paul Flores, el reconocido músico lo recordó como un “hermano musical” y lamentó la pérdida de un talento con una “trayectoria impecable”. Finalmente, hizo un llamado a la sociedad para que se sume al reclamo de justicia. “Queremos que el pueblo sienta ese dolor y que reaccione ante estas cosas que están pasando”, sentenció.

Dueño de Corazón Serrano también denuncia extorsiones
El asesinato de Paul ‘Russo’ Flores, cantante de Armonía 10, ha expuesto una problemática alarmante: las extorsiones contra las agrupaciones de cumbia en el Perú. En medio del velorio del artista, Corazón Serrano recibió nuevas amenazas de criminales que buscan sembrar el terror en la industria musical.
El líder de la orquesta, Edwin Guerrero, reveló que los mensajes fueron directos y violentos. “Te voy a reventar la cantante hoy día”, fue una de las amenazas enviadas mientras acompañaban a la familia de Flores en su despedida. Guerrero se mostró preocupado, asegurando que estas situaciones se han vuelto constantes. “Tenemos que andar con un montón de seguridad. Necesitamos trabajar”, declaró a la prensa.

El empresario también informó que La Única Tropical ha sido blanco de los extorsionadores. El mismo día en que Paul Flores fue asesinado, el dueño de esa agrupación recibió amenazas de muerte si no cumplía con las exigencias de los delincuentes.
¿Qué pasó con Paul Flores?
El cantante Paul Flores, de 39 años e integrante de la orquesta de cumbia Armonía 10 de Piura, fue asesinado por sicarios la madrugada del 16 de marzo de 2025 en la Vía de Evitamiento, luego de ofrecer un concierto en San Juan de Lurigancho. La agrupación ya había sido amenazada por extorsionadores que exigían millonarios pagos, pero no recibieron protección de las autoridades.
El ataque ocurrió cuando el bus de la orquesta se dirigía a otro evento en Ate. Sicarios a bordo de motos interceptaron el vehículo y abrieron fuego. Flores fue alcanzado por dos disparos y, aunque fue trasladado al hospital Hipólito Unanue, no logró sobrevivir.
El asesinato del ‘Russo’, como era conocido, ha generado indignación en la industria musical y el país. Armonía 10 pidió justicia y artistas como Leslie Shaw exigieron mayor seguridad: “¿Desde cuándo ser artista se ha vuelto peligroso?”.



