La crisis de inseguridad en el Perú avanza sin freno. El reciente ataque en un local de eventos en San Juan de Lurigancho y el atentado en Puente Piedra pusieron en evidencia la vulnerabilidad de la población ante el crimen organizado. Sin embargo, mientras las calles se tiñen de violencia y la población exige respuestas inmediatas, el ministro del Interior, Juan José Santiváñez, fue captado en una reunión social organizada por el congresista Jorge Luis Flores Ancachi, quien no firmó la moción de censura contra el titular de la cartera, en Cieneguilla.
Las imágenes difundidas por el programa periodístico Panorama muestran al titular del Interior en plena celebración, el sábado 15 de marzo, lo que ha desatado críticas y cuestionamientos sobre sus prioridades en medio del incremento de homicidios y atentados en el país.
A estos hechos se suman los disparos contra el bus del grupo musical Armonía 10 y la detonación de un explosivo en el local de eventos Chepita Royal. Las cifras de homicidios y extorsiones han alcanzado niveles alarmantes. La población denuncia que el sicariato, el cobro de cupos y los ataques a negocios han convertido a varias ciudades del país en territorios dominados por el crimen organizado.
La contradicción con el discurso oficial
La presidenta Dina Boluarte había asegurado que su equipo de gobierno trabajaba sin descanso en estrategias de seguridad ciudadana. Sin embargo, la fotografía de Santiváñez en la reunión con Flores Ancachi expone una contradicción con ese mensaje.
El evento en Cieneguilla fue descrito por fuentes cercanas al congresista como un almuerzo de carácter privado con un grupo reducido de invitados. A pesar de ello, su contexto genera cuestionamientos sobre las prioridades del ministro.
El ministro del Interior enfrenta un escenario complicado. Desde el Congreso, algunas bancadas han promovido una moción de censura en su contra, la cual ya ha reunido las firmas necesarias para ser presentada y debatida.
En los últimos meses, se ha discutido la posibilidad de que el ministro sea removido de su cargo y reasignado a otra cartera. Según fuentes consultadas por Panorama, esta decisión aún está en evaluación dentro del Ejecutivo. Sin embargo, la filtración del material fotográfico podría acelerar su salida o, en el mejor de los casos, debilitar su posición dentro del Consejo de Ministros.
Investigaciones en curso y nuevas revelaciones
Además de la controversia generada por su asistencia a la reunión, Santiváñez enfrenta otras acusaciones. Testigos protegidos han declarado sobre su presunta intervención en procesos judiciales cuando ejercía como abogado. En los registros obtenidos, se menciona que el actual ministro habría prometido influir en fallos del Tribunal Constitucional. Estos testimonios se suman a la preocupación sobre el manejo del sector Interior.
Fuentes del Ministerio Público confirmaron que el despacho del ministro recibió a familiares de un interno en el penal El Milagro, pese a que su rol no incluía dichas gestiones. Estas reuniones habrían sido grabadas y el material ya estaría en poder de la Fiscalía, lo que podría derivar en una investigación formal.
Mientras el país enfrenta una ola de criminalidad sin precedentes, el liderazgo del Ministerio del Interior es cada vez más cuestionado. La población exige respuestas concretas y medidas urgentes, pero las acciones del ministro parecen distanciarse de esas demandas. La revelación de su presencia en la reunión privada solo ha avivado el debate sobre su idoneidad para el cargo y el verdadero enfoque de su gestión.
Las cifras de homicidios y delitos violentos continúan en ascenso, y el gobierno aún no presenta una estrategia clara para enfrentar la crisis. En este escenario, la ciudadanía observa con atención los próximos movimientos del Ejecutivo y el Congreso. La imagen de Santiváñez en la reunión de Cieneguilla sigue generando repercusiones, mientras la inseguridad avanza sin freno en las calles del país.
