La presidenta Dina Boluarte estuvo sedada durante dos horas y 25 minutos y permaneció internada por dos noches y una mañana tras someterse a cuatro intervenciones quirúrgicas en 2023, según revela un documento interno de la Clínica Cabani, divulgado este domingo por Cuarto Poder.
El reporte operatorio, un registro obligatorio al cual la presidenta no tuvo acceso, fue entregado al Ministerio Público por disposición judicial y contradice las versiones oficiales vertidas desde Palacio de Gobierno.
Las operaciones fueron programadas para el 28 de junio de 2023 en la sala número 1 de esta reconocida clínica, especializada en rejuvenecimiento facial. El folio 617 del libro de operaciones, actualmente en poder de la Fiscalía, detalla lo ocurrido en el quirófano durante el tiempo en el que Boluarte estuvo sedada bajo la supervisión del cirujano Mario Cabani.
El procedimiento comenzó a las 21:15 horas y concluyó a las 23:40 horas, lo cual descarta que haya durado 40 minutos, como informó la defensa de Boluarte previamente. Tampoco se realizó durante las “horas habituales de sueño de la presidenta”, ya que ella permaneció internada por dos noches y una mañana en una de las habitaciones de la clínica para su recuperación, según el informe.
Los datos, registrados a mano por el propio cirujano, forman parte de un libro médico de 200 folios que no puede ser alterado ni sustraído. De acuerdo con el dominical, el documento fue entregado al Ministerio Público debido a la imposibilidad de Cabani para responder a la justicia por obligación de secreto profesional. Ningún miembro del entorno presidencial conocía la existencia de este documento.
En rigor, la jefa de Estado fue sometida a cuatro intervenciones quirúrgicas: rinoplastia con septoplastia funcional, blefaroplastia inferior transconjuntival bilateral, injertos grasos en el rostro, colocación de hilos de sustentación facial. Un quinto procedimiento, consistente en una posible infusión de vitamina y toxina botulínica, no se llevó a cabo en ese momento, pero sí posteriormente.
Paso a paso
La sedación se inició por vía endovenosa, seguida por la aplicación de anestesia local en los párpados inferiores, nariz, surcos nasogenianos, otras áreas del rostro y la región infraumbilical. En términos prácticos, se le aplicó anestesia en casi todo el rostro.

Posteriormente, el cirujano realizó una lipoaspiración de aproximadamente 60 centímetros cúbicos de grasa de la zona infraumbilical. Esta grasa fue preparada mediante decantación y lavados seriados para su uso como injerto facial, como parte del procedimiento estético destinado a rejuvenecer la piel de los surcos y mejillas.
El documento también detalla que se llevó a cabo una rinoplastia convencional con liberación de piel mediante incisión mucosa, verificación y corrección del tabique desviado por un otorrinolaringólogo, colocación de cartílago en la punta nasal para elevarla a 110 grados y mejorar la ventilación, fractura controlada de los huesos propios y cierre con coagulación.
La operación transcurrió sin complicaciones, con un sangrado mínimo y un recuento de gasas conforme a los estándares. Toda la labor médica concluyó cerca de la medianoche con la presidenta aún sedada. A raíz de estas intervenciones, hoy es investigada por presunto de abandono de cargo y omisión de actos funcionales.
El documento está firmado por Cabani como cirujano principal y Néstor Villalta como primer ayudante. Asimismo, figura la participación de otros profesionales: María Soto Guerra, como anestesióloga y Javier Sánchez, otorrinolaringólogo, como segundo ayudante.
A pesar de esta evidencia, el ministro de Educación, Morgan Quero, afirmó recientemente que la presidenta no se ha sometido a ninguna operación estética y señaló que las fotografías recientes de la mandataria han sido “totalmente” retocadas con Photoshop. “Le pido respeto a la presidenta de la República. La presidenta se ha sometido a una operación por motivos de salud”, declaró en Punto Final.