
Un nuevo personaje tendría información clave para la investigación por omisión de funciones contra Dina Boluarte. Se trata de Delfina Llaguno, quien si bien trabajó como secretaria de Alberto Otárola, en su paso por el Ejecutivo consiguió tener un vínculo cercano con la presidenta, Patricia Muriano y el médico Mario Cabani.
Su relevancia incrementó con la reciente difusión de un audio, al cual tuvo acceso Hildebrandt en sus trece, en el cual se escucha decir: “Delfina. Delfina tiene hasta chats, te diré, oye. Defina tiene chats. Delfina, mira, si fuéramos una mierda, todo eso lo filtrábamos a la prensa. Delfina tiene chats que le dicen, oye, apúrate, mueve lo de mi amigo, oye apúrate mueve lo de amigo, oye, mi amigo tiene diplomados, sí, la misma Delfina tiene”.
Consultada por Punto Final, la extrabajadora rompió su silencio. No solo confirmó su cercanía a Muriano, a quien calificó como “una buena chica”, sino que reconoció haberse comunicado con el doctor al que se señala de estar detrás de las cirugías que Boluarte se habría hecho en el ejercicio de su labor, sin notificar su ausencia.
“[¿Usted mantiene una amistad con Patricia Muriano?] Sí. Es una persona que considero mucho, es una buena chica. Lo único que te puedo decir es que ha sido muy perjudicada. [¿Usted ha mantenido algún tipo de comunicación con el señor Cabani?] Sí. [¿Para qué temas?] Personales. [¿Tanto con Cabani como con su hijo?] No te podría afirmar eso. [¿Se lo reserva, digamos?] No me lo reservo, pero no podría afirmarlo“, mencionó en la comunicación, previo a decir que todo lo que tenía por declarar lo haría ante la Fiscalía de la Nación y que, pese a conocer que se tiene la intención de citarla, aún no ha sido notificada.

Dicha respuesta es relevante al ser sindicada como quien habría realizado contrataciones a cambio de favores relacionados con los procedimientos estéticos de la presidenta. La teoría toma mayor fuerza al conocerse que, de acuerdo a fuentes del dominical, el hijo del cirujano habría tramitado algunos de los pedidos de su padre con las asistentes de Palacio y que Delfina no niega conocerlo.
Pese a que se solicitó el descargo del abogado de la presidenta, Juan Carlos Portugal desestimó una entrevista para este programa. Vía telefónica, se negó a responder si la presidenta pagó por la operación en la clínica, excusándose en que no le había hecho esa pregunta a la mandataria.
Puestos de trabajo y cartas notariales exigiendo el pago
De acuerdo al semanario H13, la clínica presentó copias de cartas notariales dirigidas a Boluarte, en las que se exige el pago de cinco operaciones realizadas en 2023, y otros documentos, como actas médicas, fueron entregados al Área de Enriquecimiento Ilícito y Denuncias Constitucionales, liderada por el fiscal supremo Hernán Mendoza Salvador.
Estos registros se encuentran lacrados y bajo custodia, mientras se evalúa si las acciones del cirujano constituyen un intento de encubrir posibles irregularidades. La hipótesis principal del Ministerio Público apunta a que Cabani habría solicitado la colocación de dos personas de su confianza en las presidencias de EsSalud y Sedapal, a cambio de las intervenciones quirúrgicas realizadas a la presidenta.
Otro aspecto que ha llamado la atención de los investigadores es la ausencia de documentación clave en la clínica. Según el medio citado, el establecimiento reconoció no contar con facturas de las operaciones ni con la historia clínica de la presidenta. La ausencia de este último documento refuerza lo expresado en el primer audio difundido, donde una voz atribuida a Muriano comenta que la jefa de Estado pidió su historia clínica a fin de eliminar pruebas respecto a las que serían cinco intervenciones: rinoplastia, relleno de surcos nasogenianos, hilos tensores, abdominoplastia y blefaroplastia interior.