El asesinato de Paul Flores, integrante de la reconocida orquesta de cumbia Armonía 10, ha puesto en evidencia una problemática que afecta profundamente al sector musical en Perú: la extorsión. Según declaraciones de Estanis Mogollón, presidente de la Asociación Peruana de Autores y Compositores (APDAYC), al menos 15 orquestas, incluidas algunas de las más destacadas del país, enfrentan amenazas constantes por parte de grupos delictivos. Mogollón calificó la situación como “grave” y denunció la falta de acciones concretas por parte de las autoridades para proteger a los artistas.
En una entrevista con Latina, Mogollón expresó su preocupación por el incremento de la violencia contra los músicos y lamentó que las medidas de seguridad sean insuficientes. “No tenemos más que ceder a las exigencias de los delincuentes, ya que no encontramos respaldo concreto del gobierno para salvaguardar la integridad física y la vida de los músicos”, afirmó. El presidente de APDAYC también recordó que él mismo fue víctima de extorsión en el pasado, recibiendo amenazas que incluyeron fotografías de sus familiares, lo que lo llevó a solicitar protección al Ministerio del Interior. Sin embargo, señaló que las estrategias implementadas hasta ahora no han logrado frenar este “terrorismo urbano”.

El asesinato de Paul Flores: un caso que conmociona al país
El pasado domingo 16 de marzo, Paul Hambert Flores García, conocido como “El Russo”, fue asesinado por sicarios en un ataque ocurrido en la Vía de Evitamiento, tras ofrecer un concierto en San Juan de Lurigancho. El músico, quien llevaba casi dos décadas como vocalista de Armonía 10, fue alcanzado por dos disparos mientras el bus de la orquesta se dirigía a otro evento en Ate. Según los reportes, los atacantes interceptaron el vehículo en motocicletas y abrieron fuego, hiriendo de gravedad a Flores. Aunque fue trasladado al hospital Hipólito Unanue, los médicos no pudieron salvarle la vida.
En el momento del ataque, cerca de 30 integrantes de la orquesta se encontraban en el bus. La Policía Nacional del Perú (PNP) está investigando el caso y recopilando testimonios para esclarecer los hechos. La muerte de Flores ha dejado una profunda huella en el mundo de la cumbia peruana, especialmente porque el artista se preparaba para participar en la celebración del 53º aniversario de Armonía 10, programada para el 5 de julio en el estadio San Marcos.

La extorsión: un problema que afecta a grandes y medianas orquestas
El presidente de APDAYC reveló que, además de Armonía 10, otras orquestas de renombre como Caribeños de Guadalupe y Duke también han sido blanco de extorsiones. Estas amenazas no solo ponen en riesgo la vida de los músicos, sino que también afectan la continuidad de sus actividades artísticas. Mogollón describió la situación como “desbordada” y lamentó que las autoridades no hayan implementado estrategias efectivas para combatir este flagelo.
“Es lamentable que se tenga que llegar a estos extremos para que nos hagan caso”, declaró Mogollón, quien también informó que APDAYC ha enviado cartas al ministro del Interior, Juan Santivañez, solicitando una reunión para abordar el problema. Sin embargo, hasta el momento no han recibido respuesta. Mogollón expresó su escepticismo sobre la permanencia del ministro en el cargo, pero insistió en la necesidad de que las autoridades tomen medidas urgentes para proteger a los artistas y garantizar su seguridad.

Armonía 10: una pensión de APDAYC para el hijo de Paul Flores
En medio de esta crisis, APDAYC ha anunciado que otorgará una pensión hasta la mayoría de edad al hijo de Paul Flores, como parte de un esfuerzo por apoyar a las familias de los artistas que enfrentan situaciones similares. Mogollón indicó que la organización está evaluando extender este tipo de ayuda a otros músicos que sean víctimas de la violencia. “Estamos coordinando al interior de APDAYC para brindar este respaldo, porque los artistas se sienten desprotegidos en estos momentos”, señaló.
El asesinato de Paul Flores y las constantes amenazas contra las orquestas peruanas han generado un llamado de atención sobre la vulnerabilidad del gremio musical frente a la delincuencia organizada. Según APDAYC, la falta de respaldo gubernamental y la ausencia de estrategias efectivas han permitido que este problema se agrave con el tiempo. Mogollón calificó la situación como un “terrorismo urbano” que no solo afecta a los músicos, sino a toda la sociedad peruana.