Producción de cobre en Cusco ha caído 31% desde 2016

Menor producción de cobre estaría asociada a la demora en la elaboración de estudios y la conflictividad en el Corredor Minero Sur

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Foto de archivo: Una mujer
Foto de archivo: Una mujer viendo un camión pasando en una ruta usada por las mineras en la comunidad de Chumbivilcas, en las afueras de Cusco Oct 13, 2021. REUTERS/Angela Ponce

La actividad minera y de hidrocarburos representó el 41.9% del PBI de Cusco en 2023, lo que la consolida como el principal motor económico de la región. No obstante, al cierre del 2024, la actividad minera cayó 10.5% respecto al 2023, según estimaciones del IPE, debido a la menor producción de cobre (-10.5%), oro (-15.3%) y molibdeno (-15.5%).

Pese a esta disminución en la producción, el empleo en minería mantuvo su crecimiento. A diciembre de 2024, el sector generaba directamente 11,391 empleos en Cusco, 7.3% más que a diciembre de 2023. Además, según el IPE, por cada puesto de trabajo directo en la minería se generan ocho adicionales en otros sectores, por lo que más de 91 mil puestos de trabajo en Cusco estarían vinculados a la minería.

Producción de minerales

La producción de cobre en Cusco alcanzó su pico en 2016 con 354.8 mil toneladas métricas finas (TMF), pero desde entonces ha caído 31.0% en los últimos ocho años, llegando a 244.8 mil TMF en 2024. Como consecuencia, la región pasó de ser la tercera región productora de este metal a la sexta. Esta disminución responde a la menor producción de Antapaccay desde 2016 y de Constancia entre 2021 y 2023, ante la reducción en las leyes del mineral y a la conflictividad en el Corredor Minero Sur, que se intensificó a finales de 2022.

Actividad minera y producción de
Actividad minera y producción de cobre en Cusco

En contraste, la producción de oro de 5.5 mil kilogramos finos (KF) es más del doble que la registrada en 2014, mientras que la de molibdeno supera en 4.0% a su nivel prepandemia y ha incrementado 10 veces desde que se empezó a extraer en 2016. La expansión en la producción de oro también responde, en buena parte, a una mayor demanda internacional, con lo cual su cotización alcanzó un nuevo récord en 2024.

Proyectos paralizados

Para revertir la tendencia de menor producción, resulta clave destrabar los proyectos mineros pendientes: Integración Coroccohuayco (monto de inversión: US$1,500 millones), que ampliará la producción en la mina Antapaccay, y Quechua (US$1,290 millones). De ejecutarse, ambos permitirían aumentar la producción cuprífera en 71.8% respecto a los niveles de 2024. Así, Cusco sería la cuarta región productora de cobre del país, superando a Tacna (246 mil TMF) y Apurímac (322 mil TMF).

Sin embargo, ambos proyectos presentan demoras. Por un lado, Quechua debió iniciar su ejecución en 2013, pero actualmente no cuenta con fecha de inicio debido a retrasos en el estudio de impacto ambiental para explotación. Por su parte, Integración Coroccohuayco, previsto para 2020, proyecta su ejecución en 2027, tras ser reformulado luego de un periodo de conflictividad social.

Actividad minera y producción de
Actividad minera y producción de cobre en Cusco

Uso del canon y regalías

Cusco es la sexta región con mayores transferencias por concepto de canon y regalías mineras, con S/547 millones transferidos a sus gobiernos subnacionales en 2024, 32.4% más que en 2023, ajustando por inflación. Así, S/120 millones (23%) fueron asignados al Gobierno Regional y S/427 millones (77%) a los gobiernos locales. El primero invirtió en proyectos de transporte (37.1%) y salud (11.8%), mientras que los gobiernos locales priorizaron la inversión en el agro (19.6%) y planeamiento, gestión y reserva (18.4%).

En el 2025, los recursos del canon y regalías estarán destinados principalmente a inversiones en transporte (23.5%) y planeamiento, gestión y reserva (20.2%). Entre estos, destaca el mejoramiento de la carretera de Colquemarca (S/65.9 millones) y la mejora en la capacidad operativa del Gobierno Regional en gestión de inversiones y servicios viales (S/71.5 millones).

Perspectivas

La reactivación de la inversión minera es fundamental para impulsar el empleo y nuevamente contribuir a reducir la pobreza en Cusco, a partir de los encadenamientos de la minería con otros sectores. Para ello, es clave asegurar un uso eficiente de los recursos generados por la minería en beneficio concreto de la población, así como un clima de negocios competitivo que sea diligente con los trámites, y un manejo adecuado de las demandas y preocupaciones ciudadanas, evitando conflictos sociales. De esta manera, la minería podrá seguir siendo un motor de crecimiento sostenible para la región.