
Los países con grandes minas de oro suelen experimentar una serie de beneficios que impulsan su desarrollo económico y social. La explotación de oro genera importantes ingresos para los gobiernos, principalmente a través de impuestos y regalías, lo que les permite financiar servicios públicos, infraestructura y programas sociales. Estos recursos pueden ser cruciales para mejorar el bienestar de la población y garantizar el acceso a servicios esenciales.
Además, la minería de oro actúa como motor del crecimiento económico, ya que contribuye al aumento del Producto Bruto Interno (PBI) de las naciones. A su vez, la actividad minera crea una amplia cantidad de empleos directos e indirectos, mejorando las condiciones laborales y ofreciendo una fuente de ingresos para las comunidades locales. Esto, a su vez, puede resultar en un aumento en el nivel de vida de la población.
¿Qué país tiene la mina de oro más grande de América Latina?
A nivel Latinoamérica, República Dominicana tiene la mina de oro más grande. Se trata de la mina de Pueblo Viejo, ubicada en la provincia de Sánchez Ramírez. Situada aproximadamente a 100 kilómetros al noroeste de Santo Domingo, su explotación data de la época colonial, siendo una de las primeras fuentes de del valioso metal en el “Nuevo Mundo”.
La mina fue operada por la empresa estatal Rosario Dominicana, S.A., desde 1975 hasta 1991, momento en el cual la extracción se volvió económicamente inviable. En 2001, el gobierno dominicano otorgó una concesión minera a la empresa Placer Dome, que en 2006 fue adquirida por Barrick Gold Corporation. Posteriormente, Barrick vendió el 40% de su participación en el proyecto a Goldcorp, formando la empresa conjunta Pueblo Viejo Dominicana Corporation (PVDC), encargada de la gestión y operación de la mina. La inversión inicial para reactivarla fue significativa, con USD 4.000 millones destinados a modernizar las instalaciones y cumplir con los estándares ambientales.

Impacto de la mina Pueblo Viejo en la economía de República Dominicana
Pueblo Viejo ha tenido un impacto económico notable en la República Dominicana. Entre 2013 y 2020, la mina contribuyó con más de USD 2.600 millones en impuestos y representó alrededor del 2% del Producto Bruto Interno (PBI) del país. Además, generó empleo para aproximadamente 2.350 trabajadores y 2.500 contratistas, de los cuales el 97% son dominicanos. La mina también ha invertido en proyectos sociales y de infraestructura en las comunidades vecinas, mejorando servicios de salud, educación y condiciones de vida.
Sin embargo, la actividad minera ha generado preocupaciones ambientales y sociales. Comunidades cercanas han reportado contaminación de ríos y fuentes de agua, afectando la agricultura y la salud de los residentes. Desde 2013, habitantes de la región han solicitado reubicación debido a los riesgos asociados con la minería, incluyendo la exposición a metales pesados y cianuro. A pesar de las protestas y demandas, las respuestas gubernamentales y de la empresa han sido limitadas, lo que ha generado tensiones y conflictos en la zona.
En 2021, Barrick Gold anunció planes para extender la vida útil de la mina más allá de 2040, mediante la construcción de una nueva instalación de almacenamiento de relaves en El Naranjo. Este proyecto ha sido objeto de críticas por parte de organizaciones ambientales y comunidades locales, que cuestionan los posibles impactos ecológicos y sociales. Las negociaciones sobre compensaciones y reubicaciones han sido fuente de desacuerdo, con denuncias de ofertas insuficientes y falta de transparencia en los procesos.

La mina de oro más grande de Sudamérica está en Perú
A nivel sudamericano, la mina de Yanacocha, ubicada en la región de Cajamarca, en el norte del Perú, es reconocida como la mayor mina de oro y una de las más significativas a nivel mundial. Este yacimiento se encuentra a altitudes que varían entre los 3.500 y 4.100 metros sobre el nivel del mar, abarcando un área aproximada de 20 mil hectáreas.
La explotación de Yanacocha comenzó en 1993 y, desde entonces, ha producido más de 40 millones de onzas de oro, consolidándose como una de las principales fuentes de este metal precioso a nivel global. La mina opera principalmente mediante el método de lixiviación en pilas, que permite extraer el oro de grandes volúmenes de mineral.
La propiedad de Yanacocha está distribuida entre Newmont Mining Corporation, que posee el 51,35% de las acciones; la Compañía de Minas Buenaventura, con el 43,65%; y la Corporación Financiera Internacional (CFI) del Banco Mundial, que detenta el 5% restante.

Venezuela: un país con abundante oro
Venezuela posee abundantes recursos minerales, destacando entre ellos el oro. Estos yacimientos se encuentran principalmente en el Arco Minero del Orinoco, una vasta región que abarca aproximadamente 111.843 km² en el sur del país, especialmente en el estado Bolívar.
El Callao, una localidad en el estado Bolívar, es reconocida por su intensa actividad minera aurífera. Fundada en 1864, ha sido históricamente un centro neurálgico para la extracción de oro, atrayendo a trabajadores de diversas partes del mundo.
Sin embargo, la minería de oro en Venezuela enfrenta múltiples desafíos. La actividad minera ilegal ha proliferado, especialmente en la región amazónica, donde se han identificado alrededor de 3.700 puntos de extracción no autorizada. Esta situación ha generado una deforestación significativa, con la pérdida de aproximadamente 140.000 hectáreas de bosques entre 2016 y 2020.
Además, la presencia de grupos armados ilegales, conocidos como “sindicatos”, ha contribuido a la violencia en las zonas mineras. Estos grupos, junto con guerrillas extranjeras, controlan muchas de las minas, sometiendo a los trabajadores a condiciones precarias y, en ocasiones, a abusos graves.