
Cuatro narcotraficantes fueron condenados por la justicia del Reino Unido tras intentar transportar una carga de cocaína valorada en aproximadamente 470 millones de soles, es decir, 100 millones de libras. Los miembros de una presunta organización criminal fueron detenidos a bordo de un barco pesquero frente a la costa de Cornualles, en el suroeste de Inglaterra, y se cree que su viaje habría comenzado en Perú.
Esta conexión se estableció a partir de una pista encontrada en uno de los dispositivos incautados durante la investigación, lo que sugiere que el cargamento fue transportado desde América del Sur hacia Europa. Este hallazgo fue clave para descubrir la ruta del cargamento de cocaína.
Barco pesquero transportaba más de mil kilos de droga
En septiembre pasado, la Fuerza Fronteriza del Reino Unido llevó a cabo una operación que resultó en la captura de Jon Paul Williams (46), Patrick Godfrey (31), Michael Kelly (45) y Jake Machant (26), quienes formaban parte de la tripulación del barco pesquero Lily Lola. Este operativo se desarrolló mientras los narcotraficantes coordinaban con traficantes sudamericanos a través de un sistema de navegación satelital y teléfonos móviles, trazando la ruta que seguirían.

Durante la intervención, los oficiales descubrieron una gran cantidad de paquetes con cocaína. En el barco, encontraron cinco paquetes grandes en el área de alojamiento delantero, entre 16 y 18 paquetes más en el baño de la cubierta, otros nueve paquetes en la escotilla de la cubierta derecha y dos fardos más en el compartimiento de popa. El peso total de la droga incautada fue de 1.078 kilos, y los análisis revelaron que más del 80% de la carga era cocaína pura. En el mercado callejero británico, esta mercancía alcanzaría un valor de alrededor de 100 millones de libras.
Los oficiales descubrieron que todos los paquetes incautados contenían dispositivos de rastreo GPS tipo airbags, utilizados por terceros para monitorear el transporte de la droga. Estos dispositivos permitieron acceder a los mensajes recuperados de un sistema de navegación Garmin, donde los narcotraficantes discutían detalles sobre el envío. Los mensajes recuperados decían cosas como “¿por qué te has parado?”, “acelera, vas demasiado lento” y “vas a llegar tarde”, lo que indicaba que el cargamento estaba siendo seguido de cerca.
Además, los investigadores lograron acceder al teléfono móvil de Patrick Godfrey, uno de los detenidos, y encontraron varias fotografías relacionadas con los paquetes de cocaína. En las imágenes, se mostraban siete de los paquetes con la etiqueta “PEZX”, así como una pantalla de radar que mostraba una ruta similar a la seguida por el Lily Lola.

Búsqueda conecta al Perú con caso de narcotráfico
Lo que realmente llamó la atención de los investigadores fue una búsqueda realizada por Godfrey en Google el 29 de agosto. En su navegador, Godfrey escribió la pregunta: “¿Cuánto tarda un barco en salir de Perú hacia el Reino Unido?”. Este hallazgo se convirtió en una pista clave para los fiscales, ya que sugiere que el barco pudo haber partido desde Perú, lo que conecta directamente a este caso con el país sudamericano.
Frederick Hookway, el fiscal encargado del caso, comentó que este tipo de búsqueda en línea es relevante porque la mayor parte de la cocaína en Europa proviene de América del Sur, y específicamente de países como Perú.
Sin embargo, aunque la búsqueda apunta a Perú como el lugar de origen, las evidencias indican que la droga no fue empaquetada en ese país, sino en Ecuador. Los airbags utilizados para rastrear los paquetes de droga estaban vinculados a una cuenta de usuario en Ecuador.

Los oficiales de la Agencia Nacional contra el Crimen también habían instalado un dispositivo de escucha y un rastreador GPS en el barco Lily Lola, lo que les permitió trazar la ruta del barco. El rastreo mostró que el barco partió de Newquay durante la mañana del 12 de septiembre y navegó hacia el oeste a lo largo de la costa norte de Cornualles antes de llegar a la Isla de Scilly. Luego, el Lily Lola continuó su trayecto hacia el sur hasta el medio del canal, alcanzando el punto más al sur a las 4:45 a. m. Después, el barco navegó hacia el norte, rodeó Land’s End y luego se dirigió nuevamente al este hacia Newquay.
Williams, uno de los miembros de la tripulación, pagó 140 mil libras esterlinas por el Lily Lola a su anterior propietario en Ramsgate y lo trasladó a Swansea. El barco había navegado previamente en el Mar Céltico, y fue detenido y registrado por la Fuerza Fronteriza, aunque en esa ocasión no se encontró ningún contrabando. Sin embargo, en esta última incursión, los narcotraficantes fueron detenidos con la droga que habían intentado ingresar al Reino Unido.