
Grandoreiro es un troyano bancario brasileño muy conocido que ha estado activo desde 2016 y es considerado uno de los más extendidos a nivel mundial. Este malware ha evolucionado a lo largo de los años, llevando a cabo operaciones bancarias fraudulentas al permitir que los atacantes ejecuten transacciones bancarias desde la computadora de la víctima, eludiendo las medidas de seguridad de las instituciones financieras. La amenaza continúa afectando a miles de usuarios, con nuevos métodos de evasión y técnicas de cifrado más sofisticadas que dificultan su detección.
Según la Alerta Integrada de Seguridad Digital de la Secretaría de Gobierno y Transformación Digital de la PCM, las autoridades globales, incluidas Interpol y Kaspersky, han estado luchando para erradicar a los operadores de Grandoreiro, pero a pesar de varios arrestos en países como Brasil, España y Argentina, el malware sigue siendo una amenaza activa. En 2024, las versiones más recientes de este troyano afectaron a más de 1.700 bancos en 45 países, además de apuntar a criptomonedas y otras plataformas financieras.
¿Cómo se propaga Grandoreiro?
Grandoreiro pertenece a una familia de troyanos brasileños diseñados específicamente para cometer fraudes bancarias. Su nombre proviene de la palabra “grandioso” por la ambición de los ciberdelincuentes detrás de este ataque. El troyano se propaga a través de diversos medios, como USB, discos, correos electrónicos, redes y navegación por Internet, lo que lo hace altamente eficaz y difícil de prevenir.
Este malware ha evolucionado constantemente, implementando nuevas estrategias de evasión para evitar la detección por parte de soluciones de seguridad. En las versiones más recientes, se han observado mejoras como el uso de tres algoritmos de generación de dominios (DGAs) y técnicas de cifrado avanzadas para proteger la comunicación entre los atacantes y las computadoras infectadas.

Mecanismos de ataque de Grandoreiro
Una de las tácticas más avanzadas utilizadas por Grandoreiro es el monitoreo de los movimientos del mouse de la víctima. Este comportamiento tiene como objetivo engañar a los sistemas de seguridad basados en el análisis del comportamiento del usuario, haciendo que las interacciones fraudulentas parezcan legítimas. Además, las versiones más recientes de este malware también implementan medidas como el uso de captcha para evitar que las soluciones de sandbox realicen un análisis adecuado.
Para robar dinero, los atacantes de Grandoreiro emplean diversos métodos, como transferencias a cuentas de mulas de dinero o el uso de aplicaciones para comprar criptomonedas y tarjetas de regalo. En ocasiones, los atacantes también recurren a cajeros automáticos para retirar efectivo, lo que demuestra la amplitud y sofisticación de la red criminal.
Recomendaciones de seguridad para evitar a Grandoreiro
Para prevenir la infección por Grandoreiro, es crucial que los usuarios implementen varias medidas de seguridad. Estas incluyen la utilización de software antivirus y antimalware confiables, la actualización regular de sistemas y aplicaciones para corregir vulnerabilidades, y la adopción de técnicas avanzadas de autenticación y control de acceso.

Además, se recomienda restringir la búsqueda de DLL en directorios no autorizados y aplicar la firma digital en los archivos para garantizar su autenticidad. También es esencial evitar el uso de programas antivirus obsoletos y mantener las herramientas de seguridad actualizadas para hacer frente a las amenazas más recientes.
Consejos generales para proteger tu cuenta bancaria
- Utiliza contraseñas fuertes y únicas: Crea contraseñas que combinen letras mayúsculas, minúsculas, números y símbolos. Evita secuencias obvias o fácilmente adivinables, como fechas de nacimiento o nombres comunes. Además, emplea una contraseña distinta para cada servicio bancario que utilices.
- Activa la autenticación de dos factores (2FA): Habilita la 2FA en tus cuentas bancarias siempre que sea posible. Este método añade una capa adicional de seguridad, requiriendo un código temporal además de tu contraseña, dificultando el acceso no autorizado.
- Mantén actualizado tu software y antivirus: Asegúrate de que tanto el sistema operativo de tu dispositivo como las aplicaciones de seguridad estén al día. Las actualizaciones frecuentes corrigen vulnerabilidades que los ciberdelincuentes podrían explotar.
- Sé cauteloso con correos electrónicos y mensajes sospechosos: No abras mensajes de remitentes desconocidos ni hagas clic en enlaces o descargues archivos adjuntos de fuentes no confiables. Los estafadores utilizan estas tácticas para obtener acceso a tu información personal.
- Evita redes Wi-Fi públicas para transacciones bancarias: Las redes Wi-Fi públicas son más susceptibles a ataques. Si necesitas acceder a tu cuenta bancaria, utiliza una conexión segura y privada.
- Monitorea regularmente tus estados de cuenta: Revisa frecuentemente los movimientos de tus cuentas para detectar actividades sospechosas. Configura alertas por correo electrónico o SMS para ser notificado de transacciones inusuales.
- Protege tu información personal en redes sociales: Limita la cantidad de información personal que compartes en plataformas sociales. Los delincuentes pueden utilizar estos datos para personalizar ataques de phishing.

¿Qué otras formas de estafas existen en el sistema financiero?
En el ámbito financiero, existen diversas modalidades de fraudes que buscan engañar a individuos y organizaciones para obtener beneficios ilícitos. Una de las más conocidas es el esquema Ponzi, donde se atrae a inversores prometiendo rendimientos elevados en poco tiempo. Sin embargo, estos pagos se realizan utilizando el dinero de nuevos participantes, creando una falsa apariencia de rentabilidad hasta que el sistema colapsa.
Además, los préstamos informales con tasas de interés usureras, conocidos en algunos países como “gota a gota”, representan otra forma de estafa. Estos préstamos se caracterizan por condiciones de pago extremadamente onerosas, con intereses que pueden superar el 500%. Las personas que no pueden cumplir con los pagos son sometidas a amenazas y extorsiones, agravando aún más su situación financiera.
La suplantación de identidad bancaria es otra modalidad común, donde los delincuentes se hacen pasar por empleados de instituciones financieras para obtener información confidencial de las víctimas. Utilizan esta información para acceder a cuentas bancarias y realizar transacciones fraudulentas, causando pérdidas económicas y afectando la confianza en las instituciones financieras.