
Un grupo de inversionistas peruanos asegura haber sido víctima de una estafa millonaria en Miami, Estados Unidos, tras participar en un negocio que prometía altos rendimientos mediante el alquiler de camionetas. Según informó el programa dominical Panorama, los afectados confiaron en la propuesta del empresario Francisco Schettini Delgado, quien les ofreció invertir en la compra de vehículos que serían utilizados para generar ingresos en el mercado de renta de autos en Florida. Sin embargo, los inversionistas afirman que no solo dejaron de recibir pagos, sino que los vehículos, que supuestamente estaban a su nombre como garantía, fueron vendidos sin su autorización.
De acuerdo con Panorama, el esquema atrajo a varios peruanos que invirtieron sumas significativas de dinero, con la promesa de recuperar su inversión en un plazo de tres años y obtener intereses mensuales. Entre los denunciantes se encuentra Carlos Taboada, quien asegura haber invertido 250.000 dólares y tener 11 vehículos como respaldo. Sin embargo, al intentar reclamar su propiedad, descubrió que los automóviles ya habían sido transferidos. Un tribunal en Florida falló a su favor, pero los vehículos ya no estaban disponibles.
El inicio del negocio y el colapso del esquema
Según los testimonios recogidos por Panorama, el negocio comenzó con normalidad. Los inversionistas recibieron pagos regulares durante los primeros meses, lo que generó confianza en el proyecto. Martha Reggiardo, otra de las afectadas, afirmó haber entregado 90.000 dólares con la esperanza de obtener ganancias significativas. Sin embargo, al cabo de un año, los pagos comenzaron a retrasarse y las explicaciones por parte de Schettini se volvieron inconsistentes.
El empresario habría argumentado que los vehículos estaban a nombre de una empresa local para facilitar el seguro, una condición que los inversionistas aceptaron inicialmente. No obstante, los denunciantes aseguran que nunca fueron informados de las transacciones posteriores, como la venta de los automóviles. Según el medio, el monto total invertido por las víctimas supera los 2,2 millones de dólares, y más de 100 vehículos estuvieron involucrados en la operación.
Denuncias adicionales contra Francisco Schettini
El caso de las camionetas no es el único problema legal que enfrenta Francisco Schettini. Según Panorama, Willy Castro, un vecino del distrito de Punta Hermosa en Perú, denunció públicamente que el empresario no ha cumplido con el pago del alquiler de su inmueble, incluyendo los servicios básicos como agua y luz. Castro afirmó que esta situación lo afecta económicamente, ya que depende de las rentas para su sustento.
El propietario hizo un llamado a Schettini para que cumpla con sus obligaciones y regularice los pagos pendientes. Este nuevo señalamiento se suma a las acusaciones de los inversionistas, quienes exigen la devolución de su dinero o, al menos, de los vehículos que sirvieron como garantía en el negocio.

La defensa de Schettini y su versión de los hechos
Ante las acusaciones, Francisco Schettini negó que se trate de una estafa y aseguró que el dinero no está perdido. Según su versión, el negocio enfrenta dificultades financieras imprevistas, pero continúa operando. Además, afirmó que los vehículos fueron vendidos para reinvertir en modelos más nuevos, con el objetivo de mejorar la rentabilidad del proyecto.
El empresario también advirtió que tomará acciones legales contra quienes lo señalan como estafador, argumentando que estas acusaciones afectan su reputación y la imagen de su compañía. Sin embargo, los denunciantes sostienen que nunca fueron informados de estas decisiones y que las promesas iniciales del negocio no se han cumplido.
El impacto en los inversionistas y las acciones legales
Los afectados han iniciado procesos legales tanto en Estados Unidos como en Perú, donde Schettini tiene otros negocios. Además, han recurrido a los medios de comunicación para visibilizar su caso y alertar a otros posibles inversionistas sobre los riesgos de este tipo de esquemas.
Luis Starke, otro de los denunciantes, señaló que el esquema siguió un patrón típico de fraudes financieros: en un inicio, se cumplía con los pagos para generar confianza, pero luego los fondos se agotaban y las promesas dejaban de cumplirse. “Fui engañado”, declaró.
Por su parte, Roxana Rey, otra de las víctimas, exigió que Schettini venda las camionetas restantes para recuperar parte del dinero invertido. “Que venda las camionetas y nos devuelva la plata”, reclamó.

Un caso que genera indignación y exige respuestas
El caso ha generado indignación entre los afectados, quienes consideran que fueron engañados por un esquema que parecía legítimo y prometedor. Según Panorama, los inversionistas no solo perdieron su dinero, sino también la confianza en un negocio que inicialmente parecía seguro.
Mientras las autoridades investigan el caso, los denunciantes esperan que se tomen medidas para evitar que más personas sean perjudicadas. Por ahora, el futuro de su inversión y la posibilidad de recuperar su dinero siguen siendo inciertos.