
El Gobierno declarará en emergencia la zona de Barrios Altos, en el Centro Histórico de Lima, afectada por el gigantesco incendio que ha destruido viviendas y comercios desde el lunes 3 de marzo, anunció el ministro de Defensa, Walter Astudillo. La medida busca agilizar la asistencia a los damnificados y permitir la intervención inmediata de diversas entidades estatales.
Luego de una reunión con representantes del Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú (CGBVP), la Municipalidad de Lima, el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) y el Colegio de Ingenieros del Perú, Astudillo informó que la decisión de priorizar la declaratoria de emergencia facilitará la coordinación entre los sectores involucrados. Además, permitirá el acceso rápido a recursos para mitigar los daños y atender a las familias afectadas.
Entre las acciones previstas, el ministro señaló que el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento podrá otorgar bonos de arrendamiento de emergencia a los pobladores que hayan sido afectados con la pérdida de sus hogares, con el fin de asegurarles una vivienda temporal mientras se implementan soluciones definitivas.
“Una vez que se declare el estado de emergencia, se proporcionará la ayuda adecuada a todos los damnificados. Esto será importante para que la actuación del Gobierno sea más efectiva”, declaró el titular de Defensa en TV Perú, asegurando que la prioridad será la reconstrucción y el apoyo a las familias afectadas.
Bomberos seguirán combatiendo incendio en Barrios Altos hasta su extinción total

El comandante general del Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú (CGBVP), Juan Morales, aseguró que los bomberos no se retirarán del Centro de Lima hasta extinguir por completo el incendio que afecta a Barrios Altos desde el 3 de marzo. Su declaración se produjo luego de que el comandante territorial de Lima y Callao, brigadier Alfonso Panizo, anunciara inicialmente que el personal concluiría su labor el 10 de marzo a las 18:00 horas, lo que generó preocupación entre los vecinos.
Morales explicó que, si bien los bomberos han cumplido su función de contención del fuego, ahora la responsabilidad recae en otras instituciones que deben proceder con la demolición y remoción de escombros. Sin embargo, precisó que los equipos bomberiles permanecerán en la zona para extinguir los focos de calor que aún persisten y que representan un riesgo latente de reactivación del incendio.
“Vamos a transferir a la entidad que le corresponda que haga el trabajo de demolición, pero no significa que los bomberos van a decir: ‘Bueno, a las 6 de la tarde me voy y no quiero saber nada’. […] Solo es un cambio de transferencia. Los bomberos se van a retirar el día que no haya un foco de incendios”, afirmó Morales desde la base de operaciones en el jirón Junín.
Pérdidas millonarias y crisis para los comerciantes

El enorme siniestro, que inició en un almacén clandestino de juguetes y alimentos envasados en el jirón Cangallo, se extendió rápidamente a varios edificios comerciales y residenciales. Los bomberos han identificado tres focos activos, incluyendo un edificio de nueve pisos que ha colapsado, generando una estructura inestable que dificulta las labores de extinción. Aunque el fuego ha sido controlado en gran parte, a día de hoy persiste, convirtiéndose en uno de los incendios más prolongados en Lima en los últimos años. A pesar de su magnitud, no se han reportado víctimas mortales ni heridos graves.
La destrucción de almacenes y comercios en la zona ha generado un fuerte impacto económico. Comerciantes afectados han comenzado a evaluar sus pérdidas, que en algunos casos alcanzan cifras millonarias. La propietaria de D’Yovis, un negocio de la zona, relató que su inventario, en su mayoría productos de la campaña navideña, fue consumido por el fuego. “El fuego comenzó por la parte de atrás, subió y no se detenía. La mayor parte de nuestra mercadería ha sido destruida”, declaró a TV Perú Noticias. Estima que sus pérdidas ascienden a 500.000 dólares.
Ante la falta de apoyo financiero, algunos empresarios han intentado recuperar lo que pueden de los escombros, secando y reembalando productos en la vía pública. Además, han solicitado prórrogas en sus deudas bancarias, pero hasta el momento no han recibido respuesta. Las autoridades continúan monitoreando la zona mientras se espera la oficialización del estado de emergencia, con el objetivo de acelerar la asistencia y las medidas de reconstrucción.