La reciente seguidilla de sismos en el norte de Chile reavivó el debate sobre la posibilidad de un gran terremoto en la región. Según el Centro Sismológico Nacional (CSN), existe un 65 % de probabilidades de que un remezón de magnitud 8 o superior ocurra en 2026. Esta advertencia no solo genera preocupación en el país vecino, sino que también plantea la interrogante de si un evento de tal magnitud podría afectar al sur de Perú, especialmente a regiones como Tacna, Moquegua y Arequipa.
Semanas atrás, el director del CSN, Sergio Barrientos, explicó que el cálculo se basa en patrones históricos de actividad sísmica en Chile, donde los terremotos de magnitud 8 ocurren en promedio cada 12 años. El último evento de ese tipo se registró en 2015 en Coquimbo con un fuerte remezón de 8.4 grados, por lo que las probabilidades de uno nuevo aumentan con el paso del tiempo.
De producirse un terremoto de gran magnitud en el norte chileno, el movimiento sísmico se sentiría en el sur del Perú, donde también existe una acumulación de energía sísmica, según explicó Hernando Tavera, presidente del Instituto Geofísico del Perú (IGP).

“Este evento que podría ocurrir en la región norte de Chile, evidentemente va a afectar también a la región sur del Perú y probablemente una de las ciudades más afectadas o las regiones más afectadas sea Tacna, Moquegua, parte de Arequipa. Entonces nuevamente un llamado siempre a la prevención, a la preparación. No, porque no podemos nosotros controlar a la naturaleza. Los sismos van a tener que ocurrir en algún momento”, advirtió el especialista.
El IGP ya identificó una zona en el sur de Perú donde se está acumulando esfuerzo tectónico, lo que sugiere que un sismo de gran magnitud también podría originarse en esta área. Esta acumulación de energía se da en el borde occidental de América del Sur, una zona altamente sísmica donde convergen las placas de Nazca y Sudamericana.
¿Riesgo de tsunami?
Uno de los aspectos más preocupantes de un terremoto de magnitud 8 o superior en la región es la posibilidad de que genere un tsunami. Barrientos recordó que no todos los terremotos de gran magnitud producen un maremoto, ya que esto depende de la ubicación y profundidad del epicentro.

“Los terremotos de magnitud superior a 7.5 o 8, ocurridos cerca de la costa o en el fondo marino, son los que tienen mayor probabilidad de generar un tsunami”, explicó.
Eventos pasados como el terremoto de 2010 en Chile, de magnitud 8.8, provocaron un tsunami que afectó a varias localidades costeras. En contraste, un sismo de magnitud 8 registrado en 1939 cerca de Chillán, a 120 kilómetros de profundidad, no generó un maremoto significativo.
En el caso del Perú, Tavera indicó que, si un terremoto de gran magnitud se produjera en la costa peruana, su impacto en Chile sería menor debido a la distancia. De igual forma, si el epicentro estuviera en Chile, el sacudimiento del suelo llegaría al sur del Perú, aunque con menor intensidad que en el país vecino.

Seguidilla de sismos
El reciente aumento de la actividad sísmica en el norte de Chile llamó la atención de expertos y autoridades. En solo un día, se registraron más de 10 temblores, algunos por encima de los 4 grados, y el más fuerte alcanzó 6.0 Mww en Sierra Gorda.
Este fenómeno llevó a algunos especialistas a comparar la situación con la registrada en Valdivia en 1960, cuando el norte de Chile experimentó una serie de temblores previos al gran terremoto de 9.5, uno de los más fuerte jamás registrados en el mundo.
Según el geógrafo Pablo Salucci, estos eventos sísmicos deben analizarse en el contexto del historial sísmico de la región. Indicó que en el norte de Chile han ocurrido terremotos importantes en 1868, 1877 y 1922, todos con magnitudes cercanas o superiores a 8.5.

“En base a estos escenarios, uno puede proyectar posibles futuros eventos en la zona. De ahí la importancia de los simulacros y la debida preparación civil en estos temas”, sostuvo el especialista.
El sismo de 1868, con una magnitud cercana a 9.0, generó un tsunami que afectó hasta la ciudad de Antofagasta. En 1877, un terremoto de gran magnitud en Iquique también provocó un maremoto, causando daños en las costas de Chile y Perú.
Misma amenaza sísmica
Los registros geológicos indican que tanto Chile como Perú comparten una zona de subducción activa, donde la placa de Nazca se hunde bajo la placa Sudamericana. Esta interacción es la responsable de los grandes terremotos en la región.
En el caso del Perú, el IGP identificó una zona de 400 kilómetros frente a la costa central que no ha liberado energía en los últimos años, lo que sugiere la posibilidad de un megaterremoto con una magnitud superior a 8.5.

En el sur del país, entre Moquegua y Tacna, también se ha detectado una acumulación de energía sísmica, aunque en una zona más pequeña. Según Tavera, esto podría dar origen a un terremoto de 8 grados, de características similares al que se prevé en el norte de Chile.
La comunidad científica coincide en que es imposible predecir con exactitud la fecha y magnitud de un terremoto, pero las evidencias apuntan a que la región del Pacífico Sur se encuentra en una fase de acumulación de esfuerzos tectónicos.
Los expertos recomiendan a la población y autoridades fortalecer las medidas de prevención y respuesta ante sismos, ya que los antecedentes históricos demuestran que estos eventos son inevitables.