Escándalo en Qali Warma: A un año de la intoxicación de 23 niños en Puno, Fiscalía concluye el caso sin culpables

A pesar de los testimonios y evidencias, el caso de los escolares intoxicados por alimentos del programa estatal del Midis sigue sin respuestas claras

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Escolares resultaron intoxicados al ingerir
Escolares resultaron intoxicados al ingerir alimentos con conservas de pollo “Don Simón”, fabricadas por Peruvian Aliment Company SAC, una empresa vinculada a Frigoinca. Fotocomposición: Infobae Perú

A pocos días de cumplirse un año de la intoxicación masiva de 23 niños de una escuela en Cabana, Puno, tras consumir un desayuno preparado con productos del programa de alimentación escolar Qali Warma (ahora Wasi Mikuna), la fiscal Beatriz Cahuari Durand concluyó que no hay pruebas suficientes para determinar responsabilidades.

Los hechos ocurrieron el 25 de marzo de 2024, cuando los estudiantes del colegio Gamaliel Churata presentaron fiebre, vómitos y dolores estomacales tras ingerir arroz chaufa con conservas de pollo “Don Simón”, fabricadas por Peruvian Aliment Company SAC, una empresa vinculada a Frigoinca y a su dueño, Nilo Burga Malca. A pesar de los testimonios de los escolares, las declaraciones de sus madres y los informes clínicos, la fiscal sostiene que no hay elementos suficientes para atribuir culpas.

Según detalló La República, Cahuari indica, en su informe del 21 de noviembre de 2024, que no se ha podido obtener un análisis completo de las historias clínicas de los afectados, lo que impide establecer con certeza el impacto del caso en la salud de los menores. Además, señala que aún falta el resultado del análisis oficial de las conservas de pollo distribuidas en la escuela. Por ello, resolvió la reserva provisional de la investigación hasta que se reúnan más pruebas. Esta es la segunda vez que la fiscal amplía el plazo de investigación, que ya había vencido en febrero de 2025.

Dudas sobre los informes de análisis de alimentos

El exministro Julio Demartini fue
El exministro Julio Demartini fue retirado por la polémica de Qali Warma. Fotocomposición: Infobae Perú

El expediente del caso incluye un informe presentado por el director funcional de Higiene Alimentaria de la Dirección Regional de Salud (Diresa) de Puno, Ronald Loza Machicao. Según este documento, la empresa Mevalab Certificaciones e Inspecciones EIRL analizó el lote de conservas “Don Simón” que consumieron los niños y concluyó que eran aptas para su comercialización.

El informe de Loza, fechado el 15 de junio de 2024, sostiene que el producto cumplió con la prueba de esterilidad comercial. Sin embargo, en octubre de 2024, el programa “Punto Final” reveló que, después del caso de intoxicación, Noemí Alvarado Llanos, representante de Frigoinca, realizó pagos a Loza para evitar que la empresa fuera sancionada.

Posteriormente, en noviembre de 2024, Alvarado declaró en el programa “Cuarto Poder” que Frigoinca adulteraba el contenido de las conservas con aditivos y lo mezclaba con carne de caballo. Estas declaraciones generaron dudas sobre la legitimidad de los resultados de Mevalab, ya que este laboratorio también prestaba servicios a Frigoinca.

El 6 de febrero de 2024, poco antes de la intoxicación en Cabana, Paul Burga Carmona, ingeniero de Mevalab, emitió un informe a nombre del laboratorio indicando que las conservas “Don Simón”, fabricadas por Peruvian Aliment Company, eran aptas para el consumo. Ese lote, identificado como 160124A, fue el que se utilizó para preparar el desayuno que enfermó a los 23 escolares.

Graves fallas de gestión, corrupción
Graves fallas de gestión, corrupción y distribución de alimentos insalubres pusieron en peligro la salud de escolares que dependen del programa Qali Warma

Investigación bajo la sombra de la impunidad

El 9 de febrero de 2025, “Punto Final” difundió pruebas que vinculan directamente a Mevalab con Frigoinca. En el reportaje, Alejandro Mendiola Chávez, uno de los fundadores de Mevalab, apareció en una reunión de Frigoinca junto a Noemí Alvarado, testigo clave del caso. Según las investigaciones periodísticas, Alvarado era quien gestionaba los sobornos de Frigoinca a funcionarios de la Diresa de Puno y de Qali Warma, con conocimiento de Nilo Burga Malca y su hijo, Michael Burga Farro.

A pesar de estos hallazgos, la fiscal Cahuari insistió en que no existen elementos de convicción suficientes para vincular la intoxicación de los escolares con el consumo de las conservas “Don Simón”. Su silencio tras el informe del 21 de noviembre de 2024 ha generado preocupación entre los familiares de las víctimas y sus representantes legales.

El abogado de los escolares afectados, César Quispe Calsín, cuestionó la falta de avances en la investigación y expresó su preocupación por un eventual archivo del caso. “Después de su último informe, nada nos ha comunicado la fiscal Cahuari. Parece que quiere archivar el caso. Todo indica que va camino a la impunidad”, declaró.