El incremento en el caudal del río Rímac durante las últimas horas encendió las alarmas en diversas zonas de Lima Este, como Chosica, Chaclacayo y San Juan de Lurigancho. Según el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi), el flujo alcanzó el umbral rojo, el cual significa un aumento peligroso en el volumen de agua y eleva el riesgo de desbordes.
El afluente está en niveles peligrosos con más de 123 metros cúbicos de agua por segundo que pone en peligro infraestructuras críticas, como el puente Huampaní y diversas áreas residenciales colindantes.
Durante la madrugada del jueves, el nivel del río descendió al umbral naranja, aunque la preocupación persiste entre los residentes, ya que sigue registrándose un caudal de más de 100 m³/s. “Se siente fuerte el sonido de la avalancha que trae palos y otros objetos”, mencionó una ciudadana al programa Buenos días Perú de Panamericana Televisión.
El puente Huaycoloro, ubicado en el camino que conecta Lima con Chosica, es otro punto crítico. En semanas anteriores, los vecinos habían expresado su preocupación por las grietas visibles en su estructura.

Según el citado medio, el agua que fluye por esta zona presenta una notable turbiedad y una fuerza considerable, lo que incrementa los riesgos para la infraestructura y las comunidades cercanas.
Otro lugar que refleja la gravedad de la situación es el puente Caracol, en la entrada de Universidad Nacional Enrique Guzmán y Valle, o más conocida como La Cantuta, en Chosica. Este paso, que había sido cerrado en febrero y reabierto recientemente, enfrenta un panorama caótico.
Las aguas del río han alcanzado prácticamente la estructura, lo que genera temor entre los usuarios habituales de esta vía. Según testimonios recogidos por el medio, los vecinos consideran que el puente no ofrece garantías de seguridad ante el aumento del caudal. “La verdad que este puente no es seguro”, expresó un usuario frecuente de la vía.

Clausuras preventivas en zonas recreativas
En San Juan de Lurigancho, las autoridades han adoptado medidas inmediatas para minimizar los riesgos, clausurando temporalmente zonas recreativas cercanas al río, como canchas de fútbol, áreas de juegos infantiles y zonas de calistenia. La municipalidad también ha reforzado defensas ribereñas con sacos de arena y así, busca mitigar el impacto de un posible desborde.
En el Malecón Checa, uno de los puntos más vulnerables por la cercanía al río, maquinaria pesada trabaja contrarreloj en la construcción de un enrocado para proteger vialidades y viviendas. Un funcionario explicó las acciones: “Estamos preparando el terreno para reforzar las defensas y enfrentar este riesgo crítico”.

Recomendaciones a los ciudadanos
El Senamhi instó a las personas a tomar precauciones y evitar exponerse a situaciones de riesgo ante el aumento del caudal del río Rímac. La entidad recordó a los ciudadanos seguir estas recomendaciones:
- Mantenerse alejados de las riberas del afluente
- No intentar cruzar corrientes de agua que superen las rodillas.
- Estar atentos a las alertas y comunicados oficiales.
Asimismo, enfatizó la importancia de que las familias elaboren planes de emergencia y estén preparadas para una posible evacuación si las condiciones empeoran. El organismo aseguró que continuará monitoreando el río y brindando información actualizada a través de su página web y redes sociales.
En este escenario, la entidad meteorológica enfatizó la urgencia de adoptar medidas preventivas por parte de las autoridades locales y regionales para reducir el impacto de un posible desborde. Entre las acciones clave figuran la evacuación de las áreas más vulnerables, la limpieza de cauces y la habilitación de albergues temporales para los afectados