“No podemos permitir que la prensa nos ponga la agenda”. Con una abrumadora mayoría, el pleno del Congreso salvó a Eduardo Salhuana de la censura. La moción presentada por la bancada de Honor y Democracia, a la que después se sumaron otras agrupaciones, solo contó con el respaldo de 17 congresistas.
Tras oír a los voceros de las bancadas, quienes expresaron el rechazo a la censura, argumentando que no existen pruebas de una presunta red de prostitución y que solo son “historietas” usadas por la prensa para desprestigiar más al Parlamento, se dio la votación que tuvo como resultado final: 17 votos a favor, 64 en contra y 13 abstenciones, por lo que la moción no fue admitida a debate y se mandó al archivo.
Tras leer el resultado final, la primera vicepresidenta del Congreso, Patricia Juárez, llamó a Eduardo Salhuana para que retome la dirección del pleno. El congresista, quien estaba en su curul, junto a sus colegas de Alianza Para el Progreso, volvió a en medio del aplauso de sus colegas.
¿Por qué se pedía la salida de Eduardo Salhuana?
Cuando estalló el escándalo sobre la presunta existencia de una red de prostitución en el Congreso de la República, tras el asesinato de Andrea Vidal, la respuesta de Eduardo Salhuana fue ampliamente criticada por la mayoría de sus colegas.
Mientras la ciudadanía y las familias de las víctimas exigían respuestas y avances en las investigaciones, Salhuana anunció que viajaría a China, a un encuentro con presidentes de Congresos de otros países, al que fue invitado durante la cumbre de APEC 2024. Esta decisión generó rechazo, incluso entre sus propios compañeros de bancada, como Alejandro Soto, quien expresó públicamente su descontento por el viaje.
En la misma línea, el presidente de Alianza Para el Progreso, César Acuña, también cuestionó el viaje de Salhuana. Frente a la avalancha de críticas, el parlamentario optó por adelantar su regreso y explicó las medidas que había tomado para avanzar en las investigaciones sobre el caso de Andrea Vidal.
Una de las acciones anunciadas fue la conformación de una comisión ad hoc destinada a investigar la designación de Jorge Torres Saravia, señalado como el presunto líder de la red de explotación sexual. Sin embargo, esta medida nunca se concretó, ya que los miembros de la comisión renunciaron antes de siquiera comenzar la investigación.
A medida que pasaban los días, la controversia sobre las contrataciones irregulares y la influencia de Alianza Para el Progreso en la designación de personal poco calificado se volvía cada vez más evidente.
Argumentos en el pleno
Durante la exposición de los voceros de las bancadas se escucharon diversos argumentos y pese a las diferencias ideológicas, todos coincidieron en un punto: rechazar la censura contra Eduardo Salhuana.
El primero en tomar la palabra fue el vocero de Alianza Para el Progreso, Alejandro Soto, quien argumentó se debe rechazar la moción porque las investigaciones hechas han concluido que nunca existió una red de prostitución, ni tampoco se dieron contrataciones irregulares.
Cabe señalar que Soto fue uno de los congresistas más cuestionados, puesto que bajo su presidencia fue que ocurrió la contratación de Torres Saravia y de Isabel Cajo, quien no tenía el grado de bachiller y recibía un sueldo de más de 4 mil soles.
Otro parlamentario que defendió la continuidad de Salhuana fue Edwin Martínez, quien pertenece a Acción Popular, pero no forma parte de la bancada. Martínez cuestionó a Jorge Montoya por impulsar esta moción, ya que consideró que “cayó en el juego” de las voces que buscan desprestigiar al Parlamento y a sus trabajadoras.
Martínez fue quien contrató a Isabel Cajo y aseguró que si hubiera estado en sus manos la habría mantenido en su despacho. La joven renunció en diciembre de 2024.
