El pisco sigue siendo un tema de disputa entre Perú y Chile, no solo en el ámbito comercial, sino también en la construcción de identidad y reconocimiento internacional. Mientras Perú promueve la iniciativa “Rutas del Pisco” para impulsar el turismo y el consumo de su bebida bandera, Chile busca el reconocimiento de su tradición vitivinícola mediante la postulación del “Paisaje Cultural Vitivinícola del Pisco Chileno” ante la UNESCO.
En Perú, el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) integró a cinco regiones productoras en un programa turístico con proyección internacional. Por su parte, el país sureño avanza en la inclusión de su paisaje pisquero en la lista tentativa de Patrimonio Cultural, con la intención de obtener la declaratoria en 2027. Estas estrategias no solo buscan fortalecer la producción y el consumo, sino también reforzar la denominación de origen en el ámbito mundial.
Expansión del turismo pisquero en Perú
El gobierno peruano apuesta por el turismo enológico como un eje para reforzar el posicionamiento del pisco. La iniciativa “Rutas del Pisco” se ha actualizado con nuevas experiencias en Lima, Ica, Moquegua, Arequipa y Tacna, incorporando visitas guiadas, maridajes y catas especializadas. La ministra Desilú León, al presentar la propuesta en Ica, destacó que la estrategia permitirá conectar a los visitantes con la historia y cultura de la bebida.
“Desde el Mincetur, en colaboración con Promperú, la Comisión Nacional del Pisco (Conapisco) y los Comités Regionales pisqueros, hemos trabajado para consolidar esta ruta como una de las experiencias más enriquecedoras del turismo enológico y cultural de nuestro país”, indicó la titular del sector.
El programa también busca ampliar el mercado internacional del destilado. Con iniciativas como “Pisco para el Mundo” y “Pisco, Spirit of Peru”, se logró exportaciones que superan el millón de litros y generan ingresos significativos para el país. Además, el pisco tendrá presencia en ferias gastronómicas como “Perú Mucho Gusto” de Estados Unidos, España y Brasil, donde se ofrecerán clases especializadas para que los consumidores aprendan sobre su preparación y usos en coctelería. “Gracias a estos esfuerzos, las exportaciones de pisco han alcanzado el millón de litros vendidos, generando más de US$ 7.3 millones de ingresos para nuestro país”, destacó.
En el caso de Lima, explicaron el proceso de destilación del pisco; Ica mostró su “maridaje regional”; por su parte, Arequipa hizo una sesión de cata; mientras que Moquegua presentó su maridaje con dulces regionales; y finalmente, Tacna demostró su coctelería “Tacna Sour”.
Cabe indicar que en un estudio reciente se pudo conocer que existe un alto interés por parte de los visitantes en recorrer las bodegas de pisco y disfrutar de experiencias enoturísticas. El 97.9% de los encuestados manifestó su intención de visitar al menos dos bodegas, lo que refuerza la viabilidad de las Rutas del Pisco como una propuesta atractiva para el turismo. Asimismo, casi el 70% se mostró interesado en dedicar un día completo a sus visitas, mientras que una cuarta parte está interesada en pernoctar, principalmente por 2 noches.
El reconocimiento del pisco chileno ante la UNESCO
Mientras en Perú el foco está en la promoción turística y comercial, en Chile el esfuerzo se ha dirigido al reconocimiento patrimonial. El “Paisaje Cultural Vitivinícola del Pisco Chileno” fue incluido en la lista tentativa nacional de la UNESCO, un primer paso para su eventual declaración como Patrimonio Mundial. La postulación fue respaldada por el Ministerio de las Culturas, el Ministerio de Agricultura y la Asociación de Productores de Pisco de Chile.
El canciller Alberto van Klaveren resaltó el significado de este reconocimiento. “Nuestro objetivo es presentar el expediente de postulación ante la UNESCO a la brevedad posible, para que esta candidatura sea considerada en la próxima reunión del Comité de Patrimonio Mundial el año 2027″, afirmó.
Desde la Asociación de Productores de Pisco de Chile, Francisco Munizaga destacó la relevancia de este avance. “Ha sido la culminación de un trabajo largo, llevamos por lo menos cuatro años trabajando en esto y este es un paso muy importante”, señaló.
Diferencias en la estrategia y el impacto en la denominación de origen
El enfoque de cada país responde a intereses distintos. Perú apuesta por el desarrollo económico a través del turismo y la exportación, mientras que Chile busca cimentar el reconocimiento cultural e histórico de su producción pisquera. Esta diferencia de estrategias también se relaciona con la disputa por la denominación de origen, que es el motivo de la controversia en mercados internacionales.
En Chile, se insiste en que el aguardiente es parte del patrimonio nacional y se trabaja para fortalecer su denominación de pisco en acuerdos comerciales. “Nuestra política comercial ha impulsado el reconocimiento de la denominación de origen del pisco en los tratados internacionales, asegurando su acceso a los mercados”, explicó el ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela.
En Perú, la denominación de origen del pisco está respaldada por documentos históricos que datan del siglo XVI y que han sido certificados por la UNESCO. Estos archivos fueron utilizados en litigios comerciales para defender la exclusividad del término en distintos países.
La rivalidad en torno al pisco no parece tener un desenlace cercano. Mientras Perú fortalece su presencia en el mercado global con estrategias comerciales y turísticas, Chile busca consolidar su producción mediante el reconocimiento patrimonial. Ambos países continúan defendiendo su versión del destilado en foros internacionales, manteniendo una disputa que se extiende más allá de lo comercial, involucrando identidad, historia y cultura.
