
Las fresas y fresones son frutas delicadas con una vida útil corta. Su temporada es breve y, una vez cosechadas, pueden deteriorarse en pocos días. Para alargar su frescura sin recurrir a productos químicos como vinagre o bicarbonato, existe un método sencillo y efectivo: la termoterapia. Este procedimiento, basado en la aplicación de calor, no solo permite conservarlas por más tiempo, sino que también elimina microorganismos y residuos de pesticidas.
¿Qué es la termoterapia y por qué es efectiva?
La termoterapia es un método que utiliza temperaturas controladas para desinfectar frutas y verduras. Su aplicación consiste en sumergir los alimentos en agua caliente durante un tiempo determinado para reducir la presencia de microorganismos y eliminar residuos indeseables.
Este proceso tiene múltiples beneficios:
- Elimina microorganismos patógenos: Las fresas pueden contener bacterias y hongos responsables de su deterioro. Al aplicar calor, se reducen estos microorganismos, evitando la aparición de moho y prolongando su frescura.
- Reduce residuos de pesticidas: Algunos productos químicos utilizados en la agricultura se descomponen con el calor, lo que disminuye la presencia de estos compuestos en la fruta.
- Aumenta la vida útil de las fresas: Al retrasar el crecimiento de microorganismos, se ralentiza el proceso de descomposición, permitiendo que las fresas duren más tiempo en buen estado.

Cómo aplicar la termoterapia en casa
Según Heinz Wuth, cocinero chileno conocido en redes sociales como @soycienciaycocina, la termoterapia puede hacer que las fresas se conserven en la nevera más de siete días en perfectas condiciones, varios días más que si solo se lavan con agua. El proceso es rápido y fácil de realizar en casa.
Materiales necesarios
Para aplicar este método, se requiere lo siguiente:
- Agua limpia
- Termómetro de cocina (opcional)
- Recipiente grande
- Colador o escurridor
- Papel de cocina absorbente
- Recipiente con tapa o papel film
Paso a paso para desinfectar y conservar fresas
- Preparación del agua caliente
Llenar un recipiente grande con agua limpia y calentarla hasta alcanzar entre 50 y 60 °C.
Si no se cuenta con un termómetro, se puede comprobar la temperatura con el truco de introducir un dedo limpio: el agua debe sentirse caliente, pero sin causar dolor inmediato.
- Baño térmico de las fresas
Colocar las fresas en un colador y sumergirlas en el agua caliente durante 30 segundos.
Este tiempo es suficiente para eliminar microorganismos sin afectar la textura de la fruta.
- Enfriado inmediato
Sacar las fresas del agua caliente y sumergirlas en un recipiente con agua fría y hielo durante 1 minuto para detener el efecto del calor y evitar que se ablanden.

- Secado de las fresas
Extender las fresas sobre papel de cocina absorbente y secarlas completamente con toquecitos suaves.
Es fundamental que no queden restos de humedad, ya que la humedad favorece la aparición de moho.
- Almacenamiento adecuado
Guardar las fresas en un recipiente con tapa o cubrir con papel film.
Colocarlas en la nevera, preferiblemente en la zona indicada para frutas y verduras.
Beneficios nutricionales de las fresas
Además de su sabor y versatilidad, las fresas son una fruta con múltiples beneficios para la salud:
- Ricas en vitamina C, un antioxidante que fortalece el sistema inmunológico, favorece la producción de colágeno y mejora la absorción del hierro.
- Fuente de fibra, lo que contribuye a la digestión, regula la salud intestinal y genera sensación de saciedad.
- Aportan minerales esenciales como potasio y magnesio.
- Alto contenido de agua (casi un 90 %), lo que ayuda a mantener una hidratación adecuada.
Ideas de postres ligeros con fresas
Las fresas pueden disfrutarse solas o como base de recetas saludables y fáciles de preparar. Algunas opciones incluyen:
- Fresas con yogur y frutos secos: Mezclar fresas en rodajas con yogur natural sin azúcar, miel y frutos secos picados.
- Ensalada de fresas y menta: Aderezar fresas frescas con menta picada y zumo de limón, con la opción de añadir miel.
- Gelatina de fresas naturales: Triturar fresas con agua y edulcorante, mezclar con gelatina sin sabor y refrigerar hasta que cuaje.
- Sorbete de fresas casero: Congelar fresas sin hojas y triturarlas con unas gotas de zumo de limón y edulcorante hasta obtener una textura cremosa.
- Tostadas integrales con fresas y ricotta: Untar pan integral con queso ricotta y colocar rodajas de fresa encima, con miel y semillas de chía.
- Brochetas de fresas y chocolate negro: Ensartar fresas en palillos y bañarlas parcialmente en chocolate negro fundido (mínimo 70 % cacao).
- Pudín de chía con fresas: Mezclar semillas de chía con leche vegetal y edulcorante, dejar reposar en la nevera y servir con fresas y canela.
- Batido de fresas y plátano: Triturar fresas con plátano, leche o bebida vegetal y un poco de esencia de vainilla.