
El Tribunal Superior Regional de Hamm, en Alemania, ha programado para los días 17 y 19 de marzo la audiencia oral en la que se revisará la demanda presentada por el guía de montaña peruano Saúl Luciano Lliuya contra la empresa energética RWE. Desde hace casi 10 años, el demandante acusa a la compañía de contribuir al derretimiento de los glaciares de los Andes y, como consecuencia, aumentar el riesgo de inundación en la ciudad de Huaraz.
Luciano Lliuya, originario de Áncash, presentó esta demanda en 2015 y, tras nueve años de proceso judicial, el caso ha alcanzado una etapa importante. La denuncia se basa en el riesgo inminente de una inundación masiva en la zona donde reside junto a su familia, debido al incremento del nivel del agua en la laguna Palcacocha, atribuida a la deglaciación acelerada por el cambio climático.
El demandante solicita que RWE asuma los costos de medidas de protección en el lago glaciar, en una proporción equivalente a su contribución al cambio climático. Según estudios, la empresa sería responsable del 0.5 % de las emisiones globales de CO₂ generadas por el hombre, lo que se traduce en un reclamo de aproximadamente 17,000 euros.
Saúl Luciano Lliuya ha señalado que su demanda busca no solo la protección de su familia, sino la de toda la población de Huaraz. “Alrededor de 50,000 personas viven en el área que probablemente estaría en peligro latente por una gran ola de inundación”, afirmó. También resaltó la complejidad del proceso, pues desde que interpuso la denuncia han transcurrido casi diez años.
Un proceso con impacto global

El aumento del nivel del agua en la laguna Palcacocha, causado por el deshielo de los glaciares y el desprendimiento de rocas y hielo, ha sido un fenómeno progresivo en los últimos años. Según reportes, la laguna ha crecido significativamente debido al retroceso glaciar, generando preocupación por un posible colapso. Un eventual desprendimiento de rocas o una avalancha podría desencadenar una ola de inundación con consecuencias devastadoras para la ciudad de Huaraz.
Este proceso civil, basado en el párrafo 1004 del Código Civil alemán, ha sentado un precedente a nivel mundial en la discusión sobre la responsabilidad de las grandes empresas emisoras de carbono en la protección de poblaciones afectadas por el cambio climático. Así, la demanda de Saúl Luciano Lliuya abrió el debate sobre si las corporaciones con altos niveles de emisiones deben asumir costos para mitigar los impactos del calentamiento global en comunidades vulnerables.
En 2017, el Tribunal Superior Regional determinó que la demanda era jurídicamente válida, permitiendo el inicio de la fase probatoria. En 2022, una delegación de expertos designados por el tribunal realizó una visita a Huaraz para evaluar la situación en la laguna Palcacocha. Durante su inspección, recopilaron información técnica sobre el nivel del agua, la estabilidad del glaciar y el riesgo de desbordes. El informe pericial resultante será clave en la audiencia programada en Alemania.
Si el tribunal concluye que existe un riesgo real de inundación para Huaraz, se abrirá una segunda fase en la que se analizará hasta qué punto las emisiones de CO₂ de RWE pueden ser consideradas corresponsables del peligro. En esta etapa, se revisarán estudios científicos sobre la contribución de la empresa al calentamiento global y su impacto en el retroceso glaciar en los Andes peruanos.

Al término de las audiencias del 17 y 19 de marzo, el tribunal deberá anunciar su decisión sobre la primera cuestión probatoria. Si el fallo favorece a Saúl Luciano Lliuya, se establecería un hito en la jurisprudencia internacional, lo que podría influir en futuras demandas contra grandes emisores de carbono.
Expectativa internacional
El caso ha captado la atención de organizaciones ambientales a nivel global. Germanwatch y la Fundación Zukunftsfähigkeit han respaldado la demanda, brindando apoyo en la difusión del proceso y en la cobertura de los costos legales. Estas organizaciones han señalado que el litigio de Saúl Luciano Lliuya representa un modelo para otros casos en los que poblaciones vulnerables buscan exigir responsabilidad a empresas por daños relacionados con el cambio climático.
En ese sentido, la Fundación para la Sostenibilidad financió los informes periciales necesarios, así como los gastos legales del demandante. Germanwatch, por su parte, ha acompañado el caso a lo largo de los años, generando visibilidad sobre la importancia de establecer responsabilidades en la crisis climática.
En las próximas semanas, la decisión del Tribunal Superior Regional de Hamm podría marcar un precedente en la lucha por la justicia climática. La resolución no solo impactará en el caso específico de la laguna Palcacocha, sino que también podría influir en la manera en que tribunales de otros países evalúan la responsabilidad de las grandes empresas emisoras de gases de efecto invernadero.
Por ahora, Saúl Luciano Lliuya y su equipo legal se preparan para presentar sus argumentos en una de las audiencias más esperadas en el ámbito del litigio climático.