El incendio en la cuadra 4 del jirón Cangallo, en el corazón del Centro de Lima, sigue activo tras casi dos días de arduo trabajo por parte del Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú. Este siniestro ha afectado a decenas de familias y se intensifican las tensiones sobre la gestión municipal y la presunta falta de fiscalización de los almacenes en áreas históricas, según denuncias de los vecinos.
Los vecinos de la quinta del Carmen, uno de los predios afectados, enfrentaron a Mario Casaretto, representante de la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML) y presidente ejecutivo de Emape, durante su visita a la zona. “Ustedes están acá para decirnos que van a ayudar, pero apenas se apaguen las cámaras nos quedaremos con las casas quemadas. Esto es una quinta, y tenemos puros almacenes, ¿cómo permiten esto en el Centro Histórico?”, expresó una de las damnificadas a las cámaras de Canal N.
La crítica de los residentes apunta principalmente a la permisividad de almacenes y construcciones en la zona, mientras que a ellos se les prohíbe realizar mejoras estructurales en sus viviendas debido a las restricciones normativas asociadas a la protección patrimonial del Centro Histórico.
“Somos vecinos que vivimos acá hace más de 40 años y no nos dejan hacer nada. No podemos construir o mejorar nuestras casas, pero a otros sí les permiten operar almacenes o levantar edificios de manera irregular”, denunció.

Casaretto, por su parte, explicó que las acciones de fiscalización de la municipalidad pasan por un proceso que incluye multas, clausuras y paralizaciones de obras. Sin embargo, señaló que estas medidas suelen perder validez por amparos legales presentados. “Nosotros realizamos el trabajo administrativo, pero cuando se emite una medida cautelar todo queda sin efecto”, aseguró.
No obstante, la misma residente destacó las irregularidades vinculadas a construcciones recientes y la proliferación de almacenes en medio de casas antiguas de más de 100 años, la mayoría hechas con maderas altamente inflamables.
“Mire esa esquina, están construyendo un edificio de 11 pisos, ¿quién les dio el permiso? Nosotros no obtenemos licencia ni para poner agua, pero ellos sí. Todo lo que era nuestra quinta ahora está lleno de almacenes”, cuestionó.
Los vecinos aseguran que cerca del incendio funcionan depósitos de productos inflamables, como gas, y que operan sin los permisos adecuados, poniendo en riesgo sus viviendas y vidas. También manifestaron su descontento sobre cómo terrenos del Centro Histórico habrían pasado a manos de empresarios, mayoritariamente extranjeros, quienes obtendrían permisos de operación de dudosa procedencia.

Plaza Italia se convierte en el refugio para las familias afectadas
Más de 24 horas después del siniestro, los afectados encontraron refugio en una carpa instalada en la Plaza Italia por la Municipalidad de Lima. Cada espacio alberga a una familia compuesta por entre dos y cuatro integrantes.
En total, 20 familias fueron trasladadas a este albergue temporal, donde reciben asistencia humanitaria para garantizar su seguridad y bienestar. Se les ha proporcionado carpas, camas, utensilios de cocina, productos de higiene personal y artículos de abrigo, entre otros elementos esenciales.
Asimismo, se han instalado baños portátiles en la zona para cubrir las necesidades básicas de los damnificados. Solo el martes 4 de marzo, se distribuyeron 200 raciones de alimentos para quienes resultaron afectados por el desastre.
El presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén, también visitó la zona de emergencia y señaló que se habían solicitado cisternas de otros distritos, ya que el agua disponible no era suficiente para sofocar el incendio. A pesar de estos esfuerzos, el fuego continuó.
Por su parte, en la zona del siniestro, la situación se ha complicado debido a problemas estructurales y la falta de acceso adecuado al agua, lo que ha dificultado las labores de los equipos de emergencia