El devastador incendio que ha consumido al menos siete edificios en el Centro de Lima sigue siendo una amenaza latente. A pesar de que inicialmente se estimaba que el fuego podría ser controlado el jueves, el brigadier de la Comandancia de Lima Centro de los Bomberos, Rafael Loza, advirtió que la emergencia podría extenderse hasta el domingo 9 de marzo.
“Todavía, optimistamente, yo diría hasta el domingo. Pero lo dudo. Esto va a seguir”, declaró Loza, subrayando la gravedad del siniestro y los múltiples factores que dificultan su control total.
El oficial explicó que los incendios no son estáticos y pueden reavivarse debido a distintos elementos. Entre ellos, mencionó la gran cantidad de material inflamable almacenado en los espacios clandestinos afectados, así como el colapso de estructuras que, hasta el momento, ha dejado dos edificios completamente destruidos y otro parcialmente afectado. Además, señaló que hay al menos otras dos edificaciones más en riesgo de derrumbe, lo que complica aún más las labores de los bomberos.

“Estamos aplicando estrategias defensivas para el control de daños. El daño ya está hecho, las estructuras ya están quemadas. Ahora tratamos de evitar que se produzcan más afectaciones”, sostuvo Loza.
Si bien el siniestro no ha dejado víctimas mortales, las pérdidas materiales son cuantiosas y muchas familias damnificadas han visto sus viviendas y negocios reducidos a escombros. La situación en Barrios Altos sigue siendo crítica, y los esfuerzos de los bomberos continúan en una lucha incesante contra las llamas.
Llamado urgente a mejorar la prevención de incendios
El brigadier CBP Rafael Loza resaltó la necesidad urgente de mejorar las políticas de prevención de incendios en el país. En el contexto del devastador incendio que aún consume varios edificios en el Centro de Lima, Loza hizo un llamado tanto a las autoridades como a los ciudadanos para que presten atención a la planificación urbana y a las normativas de seguridad.

“Todos se preocupan cuando hay un incendio, todos vienen y nos entrevistan cuando estamos ante ya las consecuencias del hecho. (…) El Perú está creciendo en desarrollo, inversiones, etcétera. Sus ciudades están creciendo, pero la protección contra incendios no crece al mismo ritmo, no se cambian estos aspectos que son puntuales”, comentó Loza.
Según su perspectiva, el ritmo de crecimiento de las ciudades, especialmente en áreas como Lima, ha superado la capacidad de adaptación de las infraestructuras de seguridad, y esto se ha evidenciado en la falta de medidas eficaces para prevenir tragedias como la actual.
Cuestiona el uso del Centro de Lima como almacén
Loza subrayó que, en muchos casos, las edificaciones y espacios destinados a actividades comerciales y de almacenamiento en el Centro de Lima no cuentan con las medidas preventivas necesarias para evitar la propagación del fuego. En su discurso, cuestionó por qué se permiten estos usos en zonas tan vulnerables como el Cercado, y más aún, por qué las autoridades no toman acciones para regular o evitar que estos espacios sean utilizados como almacenes sin las debidas medidas de seguridad.

“Entonces la pregunta es si vienen saliendo de los puertos hacia un lugar y eso debe estar en un papel de destino, que es el tránsito de la mercadería. Entonces, ¿qué legislación hay para poder evitar que esa mercadería entre al Centro Histórico?”, preguntó Loza, poniendo en duda la presunta falta de control sobre las mercancías que se almacenan en el área, y por qué no existen regulaciones claras que prohíban su ingreso al Centro Histórico, una zona tan vulnerable a incidentes.
El brigadier insistió en que es esencial que se establezcan reglas claras para la ubicación y la regulación de estos almacenes, ya que la falta de control sobre estas actividades se ha convertido en un factor clave en la propagación de incendios. De acuerdo con Loza, la prevención de desastres como el ocurrido recientemente debería ser una prioridad para las autoridades, quienes deben reconocer que, además del desarrollo económico, la seguridad de los ciudadanos debe estar en el centro de la planificación urbana.
Bomberos necesitarían potencia de 10,000 galones de agua para apagar el incendio
Carlos Malpica, director general del Cuerpo General de Bomberos, explicó la magnitud del desafío al tratar de extinguir el incendio en el Centro de Lima. Según Malpica, se necesitarían aproximadamente 10.000 galones de agua por minuto para controlar el fuego, una cantidad considerablemente difícil de alcanzar debido a que se está utilizando la red pública de agua y no una red exclusiva para emergencias.
“El cálculo que se ha hecho es que requeriríamos más o menos 10,000 galones por minuto de agua, y lo que estamos usando alternativamente es la red pública, que no proporciona esa cantidad. Además, los hidrantes están ubicados cada 300 metros”, explicó Malpica a Canal N. Para suplir esta deficiencia, se están utilizando cisternas de agua, pero señaló que estas cisternas, que en su uso cotidiano son destinadas al riego de parques públicos, no cuentan con un sistema de descarga eficiente y rápido, lo que retrasa la operación de extinción del fuego.

Malpica también confirmó que, a pesar de las dificultades, se espera que el incendio pueda ser controlado para el domingo, aunque la situación sigue siendo compleja debido a las limitaciones en los recursos disponibles para los bomberos.
¿Por qué aún no pueden apagar el incendio?
El incendio en el Centro de Lima continúa sin ser sofocado debido a varios factores que han complicado las labores de extinción. A continuación, se detallan los principales motivos que están retrasando el control total del fuego:
- Falta de agua suficiente: Los recursos disponibles no son suficientes y se necesita mucho más agua para sofocar el incendio.
- Condiciones de los edificios: Muchos edificios carecen de normas mínimas de seguridad, lo que dificulta la intervención de los bomberos.
- Hidrantes no operativos: La mayoría de los hidrantes no están funcionando o no tienen el mantenimiento adecuado, dificultando el acceso al agua.
- Dificultades de acceso: Las calles angostas y el tráfico en la zona complican el acceso de los bomberos y equipos de rescate.
- Uso de materiales inflamables: Los productos altamente combustibles almacenados en los edificios han facilitado la rápida propagación del fuego.