Instituto Materno Perinatal opera con normalidad pese al incontrolable incendio en Barrios Altos

A pesar de que el hospital no ha sufrido afectaciones directas, el tránsito en la zona ha sido restringido debido a la magnitud del incendio, lo que ha complicado el acceso al centro de salud

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Exmaternidad de Lima continúa funcionando,
Exmaternidad de Lima continúa funcionando, a pesar del voraz incendio. (Foto: Composición)

El incendio de gran magnitud en Barrios Altos, que se desató el 3 de marzo en un almacén clandestino de juguetes, ha generado preocupación por su cercanía a diversos centros de salud. Sin embargo, el Instituto Materno Perinatal, ubicado a pocas cuadras del siniestro, continúa operando al 100 % y mantiene su capacidad de atención sin interrupciones.

El ministro de Salud, César Vásquez, informó que, ante la emergencia, se activaron los protocolos de seguridad y se establecieron coordinaciones con los hospitales Dos de Mayo, San Bartolomé, Emergencias Pediátricas y el Hospital del Niño de Breña para una posible evacuación de pacientes en caso fuera necesario.

“Afortunadamente, con el transcurso del tiempo, los vientos cambiaron de dirección y el humo no ha llegado a afectar a nuestros pacientes”, señaló el titular del Minsa, descartando riesgos inmediatos para la atención médica en el establecimiento.

Actualmente, el Instituto Materno Perinatal alberga a 94 neonatos hospitalizados y cuenta con una unidad de cuidados intensivos con capacidad para 30 recién nacidos, la cual sigue operativa sin restricciones. Además, el banco de leche materna mantiene su funcionamiento normal, asegurando el abastecimiento y atención a los bebés.

Acceso restringido

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A pesar de que el hospital no ha sufrido afectaciones directas, el tránsito en la zona ha sido restringido debido a la magnitud del incendio, lo que ha complicado el acceso al centro de salud. Según Vásquez, se espera que el flujo vehicular se normalice en las próximas horas, permitiendo mayor facilidad en el traslado de pacientes y personal médico.

En relación con posibles heridos por el incendio, el ministro fue consultado sobre la información de un trabajador que podría requerir la amputación de un dedo. Al respecto, indicó que aún no se ha reportado ningún caso con esa gravedad, pero aseguró que el Ministerio de Salud garantizará la atención médica necesaria para cualquier persona afectada.

Mientras tanto, el incendio continúa activo y ha sido clasificado como código 5, el nivel más alto de emergencia. Más de 50 unidades del Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú trabajan en la zona con apoyo de cisternas de Sedapal, en un esfuerzo por controlar las llamas que han consumido varias edificaciones en el Cercado de Lima.

La falta de agua: un gran problema

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A pesar de los esfuerzos desplegados con más de 50 unidades del Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú, el fuego no ha podido ser sofocado completamente debido a la limitada disponibilidad de agua, lo que complica las labores de los bomberos y sigue representando un riesgo importante para los vecinos de la zona afectada.

Según el brigadier Alonso Panizo, jefe de bomberos de la jurisdicción de Lima, el incendio demanda un flujo continuo de al menos 10 mil galones de agua por minuto, cifra que la infraestructura actual de la ciudad no puede abastecer. Panizo expuso que los bomberos cuentan con el equipo necesario para canalizar esa cantidad de agua, pero “no tenemos quién nos dé las municiones”, enfatizando así la falta de un sistema adecuado de distribución que limite su capacidad de respuesta.

El impacto del incendio se ha extendido a al menos siete edificaciones, incluyendo el colapso de una de ellas, y los esfuerzos por controlar las llamas se ven entorpecidos por problemas operativos derivados de las fuentes de abastecimiento de agua. La dependencia del suministro provisto por los hidrantes instalados en la ciudad y las cisternas ha resultado insuficiente.

En situaciones de emergencia de elevada magnitud, como este caso de Barrios Altos, los hidrantes no proporcionan el caudal ni la presión necesarios, mientras que las cisternas, utilizadas como solución paliativa, no garantizan un flujo constante de agua.