Un incendio de gran magnitud afecta desde la tarde del viernes 3 de marzo a la zona de Barrios Altos, en el Cercado de Lima, dejando como saldo hasta el momento siete edificaciones dañadas, una de las cuales ha colapsado por completo. Según reportes actualizados a las 8:00 a. m. del sábado 4 de marzo, el siniestro mantiene en alerta a las autoridades y a los vecinos de la zona, mientras continúan las labores de los bomberos para contener las llamas que aún persisten después de 13 horas.
El incendio, clasificado en Código 4 debido a su complejidad, se habría originado en un almacén clandestino de juguetes en el último nivel de un edificio situado en el jirón Cangallo, a pocos metros del Instituto Nacional Materno Perinatal. Sin embargo, residentes de la zona han indicado que junto a los juguetes también se almacenaban productos inflamables como textiles y aceites, lo que aceleró la propagación del fuego hacia otras edificaciones de la zona.
Hasta el momento, se han registrado 17 personas atendidas debido a la inhalación de humo, según informaron los equipos de emergencia. Afortunadamente, no se ha reportado la pérdida de vidas humanas ni heridos de consideración. Sin embargo, decenas de familias han quedado damnificadas, perdiendo sus hogares y todas sus pertenencias.
La situación ha generado alarma entre los vecinos, quienes intentaron rescatar sus pertenencias y evacuar hacia zonas más seguras. Según el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), además del monitoreo constante del incendio, se están llevando a cabo evaluaciones de daños y análisis de necesidades (EDAN) con el objetivo de identificar la cantidad de damnificados y coordinar asistencia humanitaria.
Despliegue de recursos y desafíos en la emergencia
Para combatir el incendio en el jirón Cangallo, han sido necesarias 50 unidades del Cuerpo General de Bomberos, incluyendo autobombas, cisternas y ambulancias. Por su parte, Sedapal facilitó cisternas con agua para apoyar en las labores de extinción. Según el vocero de la Municipalidad de Lima, Mario Casaretto, la magnitud del incendio escaló rápidamente de Código 3 a Código 4, lo que demandó un despliegue significativo de recursos.
Uno de los principales desafíos que enfrentan las brigadas que trabajan en el lugar es la presencia de material flamable en las edificaciones antiguas, hecho que recuerda la tragedia de Mesa Redonda. Además, los accesos estrechos y la alta densidad poblacional de la zona dificultan las operaciones y aumentan el riesgo de propagación del fuego.
Preocupación por el Instituto Nacional Materno Perinatal
Otra situación que genera preocupación es la cercanía del incendio al Instituto Nacional Materno Perinatal, ubicado a solo media cuadra del lugar del siniestro. De acuerdo con el Ministerio de Salud, hasta el momento no existe peligro de que el fuego afecte al centro médico, dado que los vientos soplan en dirección contraria. No obstante, las citas médicas han sido canceladas como medida preventiva hasta que la situación esté bajo control.
“Los bebés y madres del instituto no están en riesgo directo por las llamas, dada la dirección de los vientos. Sin embargo, continuamos monitoreando para garantizar la seguridad de todos”, aseguró David Aponte, director general de Gestión del Riesgo de Desastres y Defensa Nacional en Salud.
A pesar de estas garantías, las autoridades han recomendado revisiones periódicas del incendio y un monitoreo constante para evaluar si sería necesario activar un plan de evacuación.
Intervención del Indeci y otras entidades
En las primeras horas de esta emergencia, el Indeci informó que más de 49 unidades de bomberos trabajan en el lugar, mientras que personal de su Dirección Desconcentrada para Lima Metropolitana y Callao brinda asistencia técnica a las autoridades locales.
Por otro lado, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables desplegó personal del Programa Nacional Aurora para identificar y atender a las poblaciones vulnerables afectadas por la emergencia, a quienes se les brinda soporte socioemocional.
Asimismo, la Municipalidad Metropolitana de Lima ha realizado la evacuación de personas en zonas de riesgo, trabajando en conjunto con las autoridades para realizar las evaluaciones correspondientes de daños en las estructuras afectadas.
Los vecinos damnificados han solicitado con urgencia ayuda humanitaria que les permita superar esta tragedia. Además del resguardo de quienes han quedado sin hogar, se requiere con urgencia la entrega de alimentos, ropa y materiales básicos para las personas afectadas. También se espera que las instituciones competentes diseñen un plan para proteger las edificaciones cercanas, evitando que el fuego las alcance mientras las llamas persistan.
La emergencia mantiene en vilo a Lima y, si bien aún no se logran controlar por completo las llamas, las autoridades han solicitado mantener la calma y evitar acercarse a las zonas afectadas para no entorpecer el trabajo de los bomberos y equipos de rescate. La situación continuará en monitoreo constante por todas las entidades involucradas.