Día de la Mujer: la lucha por la igualdad en Perú enfrenta la radicalización del debate en redes sociales

Mientras en algunos países la conversación sobre feminismo es diversa, en otros los discursos contrarios son más agresivos y homogéneos, impulsados por ciertas ideologías. Un informe de LLYC da luces sobre esta situación a poco del 8M

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La conversación sobre igualdad de
La conversación sobre igualdad de género en redes sociales se ha fragmentado en posturas opuestas, con discursos cada vez más extremos. (Composición: Infobae)

En lugar de ser un día de celebración, el Día Internacional de la Mujer es una oportunidad para reflexionar sobre los avances logrados en la lucha por la equidad de género y para reconocer las desigualdades y las violaciones de derechos que aún enfrentan las mujeres en todo el mundo.

En diversos espacios digitales y redes sociales, el debate sobre la igualdad de género vienen tomando direcciones contrastantes. La conversación, lejos de avanzar en un diálogo abierto y constructivo, se ha fragmentado en posturas opuestas, con discursos feministas y contrafeministas que reflejan niveles crecientes de polarización.

Según el informe publicado por LLYC, en los países donde el feminismo tiene mayor presencia en la agenda pública, la conversación muestra mayor diversidad y moderación. Sin embargo, en lugares con menor discusión sobre la igualdad, los discursos contrafeministas tienden a ser más agresivos. En Brasil y España, la radicalización de estas comunidades supera el 80%, mientras que en Colombia y Argentina la conversación es más equilibrada y la diversidad dentro del feminismo es un 55% superior al bando antifeminista.

Uno de los factores que contribuyen a esta tendencia es la composición homogénea de los discursos contrarios al feminismo. En Chile, España y Estados Unidos, más del 75% de estos mensajes provienen de comunidades con escasa diversidad interna. Además, en Brasil y Estados Unidos, el 85% de los discursos antifeministas están vinculados a ideologías de derecha o extrema derecha.

Redes sociales y la propagación de discursos extremistas

El puño en alto con
El puño en alto con el pañuelo verde es un poderoso símbolo del feminismo y la lucha por la igualdad de género. Las mujeres se unen en solidaridad y sororidad por sus derechos. (Imagen ilustrativa Infobae)

El análisis evidencia que las plataformas digitales son herramientas clave para la propagación del discurso contrafeminista. En Argentina, el 20% de estos mensajes utilizan insultos y estereotipos para desacreditar a las feministas. En países como España y Estados Unidos, las críticas se centran en la apariencia de las mujeres, reforzando narrativas que buscan ridiculizar el movimiento a través de memes y contenido satírico.

El informe también señala que quienes dudan del feminismo tienen 1,6 veces más probabilidades de alinearse con discursos antifeministas que de abrirse a la igualdad. Esta situación es particularmente notoria en Chile, Colombia, Estados Unidos, España y Argentina, donde las comunidades antifeministas están mejor organizadas.

La situación en Perú

En Perú, las comunidades antifeministas generan un 8% menos de conversación que el promedio en los 12 países analizados. Por otro lado, el bando feminista produce un 10% más de mensajes que la media, aunque con una menor dispersión de opiniones. En este país, la conversación feminista es la segunda más concentrada y radical, después de Chile.

A diferencia de otras regiones, el discurso antifeminista en Perú se caracteriza por ser más diverso y abierto al debate. La dispersión de esta comunidad es un 27% superior al promedio, posicionándolo como el tercer país con un bando antifeminista más abierto al diálogo.

El interés por la igualdad y el feminismo en búsquedas de Google ha disminuido un 28% respecto a hace tres años en Perú. Además, el 24% de los mensajes antifeministas en el país asocian el feminismo con la radicalización, un 29% menos que el promedio de los 12 países analizados.

Impacto en los hombres jóvenes y la percepción del feminismo

La gente se reúne en
La gente se reúne en Buenos Aires, Argentina, el sábado 1 de febrero de 2025, para protestar contra el discurso del presidente Javier Milei en el Foro Económico Mundial de Davos, durante el cual criticó el "progresismo enfermizo", el bienestar social, el feminismo, las políticas de identidad y la lucha contra el cambio climático. (Foto AP/Rodrigo Abd)

La radicalización del debate podría estar influyendo en la postura de los hombres jóvenes. Mientras que las mujeres jóvenes se consolidan como el grupo más feminista y políticamente activo, en países como Alemania y Reino Unido la brecha ideológica de género supera los 25 puntos. En Corea del Sur y China, el distanciamiento es aún mayor, con movimientos que rechazan cualquier vínculo con los hombres en protesta contra el patriarcado.

En este contexto, el 17% de la comunidad antifeminista considera que el movimiento representa una amenaza para la familia y los valores tradicionales, mientras que el 15% cree que distorsiona la jerarquía de género. No obstante, datos de la OIT reflejan que las mujeres siguen dedicando tres veces más tiempo que los hombres a tareas no remuneradas, lo que evidencia la persistencia de desigualdades estructurales.

Las redes sociales han contribuido a la amplificación de discursos machistas, especialmente entre los jóvenes. Plataformas como X e Instagram priorizan la viralización de mensajes breves, lo que ha facilitado la difusión de contenido antifeminista. Un ejemplo de esta tendencia es el respaldo del 30% de los hombres de entre 16 y 29 años a las ideas de Andrew Tate, un influencer británico acusado de delitos graves, que ha construido una comunidad en torno a discursos misóginos.

El informe analiza la radicalización de esta discusión en 12 países de Latinoamérica, Europa y Estados Unidos, basado en el análisis de 8.5 millones de mensajes en X. Entre los hallazgos, se identifica que la comunidad antifeminista se caracteriza por su carácter endogámico y la prevalencia de argumentos desinformativos y descalificativos. En territorios como Ecuador y México, más del 60% de los mensajes en contra del feminismo carecen de una estructura argumentativa y se limitan a desacreditar el movimiento sin presentar alternativas.

El informe de LLYC proporciona una radiografía detallada de cómo la conversación sobre igualdad de género se ha transformado en un campo de batalla ideológico, donde las redes sociales tienen un papel central en la propagación de discursos polarizados. La evolución de este debate dependerá de cómo se gestionen estas interacciones y de la posibilidad de construir espacios de discusión más equilibrados y fundamentados.