El pánico y la desesperación se apoderaron de los vecinos del jirón Cangallo 400, en el Cercado de Lima, cuando un incendio de grandes proporciones consumió un edificio en la zona. La emergencia, que inició alrededor de las seis de la tarde del lunes 3 de marzo, movilizó a 50 unidades del Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú (CGBVP), quienes continúan trabajando para controlar las llamas.
Sin embargo, el fuego se extendió rápidamente, por lo que obligó a decenas de familias a evacuar sus hogares y permanecer en la intemperie durante toda la noche por temor a que el siniestro se propague aún más.
“Nos dijeron que desalojáramos para evitar que las personas resulten dañadas. Yo vivo con mis hijos y mi esposo. Hemos sacado algunas cosas como el balón de gas”, relató una damnificada con evidente angustia en declaraciones para Latina.
Otra vecina logró rescatar a sus mascotas antes de abandonar su hogar. “Mis gatitos y mis perritos los he rescatado. Se los llevaron a otro sitio. En casa somos cuatro personas y mis hijas y mi esposo hemos dormido afuera. Vivimos aquí hace más de 20 años. No es la primera vez que ocurre un incendio en la zona”, mencionó.

“El año pasado, en plena madrugada, un fuego se desató y se logró controlar rápido. ¿Por qué la municipalidad da permisos si sabe que aquí hay viviendas rodeadas de puro locales que son depósitos?”, añadió al citado medio de comunicación.
Durante la madrugada, los alrededores del jirón Santa Rosa y el jr. Cangallo se convirtieron en refugios improvisados para los damnificados. Familias enteras, muchas con niños y adultos mayores, se refugiaban en las veredas y observaron impotentes cómo el incendio devoraba las estructuras colindantes.
A pesar de la magnitud de la emergencia, de acuerdo con la denuncia de los vecinos, ninguna autoridad municipal, hasta el momento, ha acudido a la zona para empadronar a los afectados o evaluar los daños.

De acuerdo con las imágenes, sin carpas y sin ayuda humanitaria, los damnificados improvisaron un espacio para descansar sobre colchones y frazadas en la intemperie. Muchos lograron salvar algunas pertenencias antes de que fueran alcanzadas por el agua utilizada por los bomberos, pero otros lo perdieron todo.
El amanecer reveló el impacto del desastre. El humo aún flotaba sobre la zona, mientras los vecinos intentaban asimilar lo ocurrido. Los almacenes y edificaciones cercanas, que habían proliferado en los últimos años, quedaron reducidos a escombros.
Algunos damnificados recorrían los restos humeantes de sus hogares con la esperanza de encontrar algo recuperable. Otros, en cambio, miraban con impotencia, sabiendo que lo poco que tenían había sido consumido por las llamas o dañado por el agua.
Recomendaciones
Ante una emergencia de esta magnitud, es fundamental acatar las medidas de seguridad establecidas.
- Evacuación inmediata: Un incendio de código 4 representa un riesgo extremo. Todas las personas en la zona deben desalojar de manera ordenada y rápida.
- Alertar a los servicios de emergencia: Llamar de inmediato al 116 para contactar a los bomberos y solicitar asistencia médica si es necesario.
- No intentar controlar el fuego: Debido a la intensidad del incendio, es peligroso tratar de extinguirlo sin equipo especializado. La labor debe quedar en manos de los bomberos.
- Establecer un perímetro de seguridad: Es crucial delimitar la zona afectada para evitar que más personas corran peligro.
- Seguir instrucciones oficiales: Acatar las órdenes de los bomberos, la policía y las autoridades. Pueden disponer evacuaciones adicionales o restricciones de acceso por seguridad.