Con 12 años y solo dos meses de preparación, obtuvo el puesto 11 en Ingeniería Nuclear de San Marcos, superando a miles de postulantes

Desde pequeño, mostró interés por la tecnología, la medicina y la ingeniería, lo que lo motivó a postular a esta nueva carrera en la Decana de América

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Luis Alexander Pimentel logró el puesto 11 en el examen de admisión a Ingeniería Nuclear en la UNMSM, demostrando disciplina, inteligencia y pasión por el conocimiento. (Andina)

Lograr una vacante en la universidad más antigua de América es un desafío que requiere preparación, disciplina y constancia. Cada año, miles de estudiantes dedican meses, e incluso años, a prepararse para el exigente examen de admisión de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM). Sin embargo, entre todos ellos, un joven postulante de tan solo 12 años logró destacar al obtener el puesto 11 en la carrera de Ingeniería Nuclear, un logro extraordinario tanto por su corta edad como por el reducido tiempo de preparación.

Luis Alexander Pimentel Lyakh superando a más de 29 mil postulantes y asegurando su lugar entre los 5 mil 130 seleccionados en el reciente proceso de admisión. Su hazaña no solo demuestra su excepcional talento, sino también su determinación y capacidad para afrontar grandes retos académicos.

Desde temprana edad, su interés por la ciencia, la tecnología y la medicina lo motivó a explorar distintos campos del conocimiento. Al enterarse de la creación de la carrera de Ingeniería Nuclear en San Marcos, decidió postular con el objetivo de medir sus habilidades y conocimientos. “Desde que en este año San Marcos ha creado la carrera de Ingeniería Nuclear, yo me emocioné bastante y como estaba relacionado con la ingeniería, las ciencias o incluso la medicina, porque abarca esos campos, yo decidí postular a esa carrera para también ver cómo estaban mis conocimientos”, mencionó Alexander a Andina.

Un proceso de preparación intenso

Desde pequeño, mostró interés por
Desde pequeño, mostró interés por la tecnología, la medicina y la ingeniería, lo que lo motivó a postular a esta nueva carrera en San Marcos. (Andina)

Con solo dos meses de estudio, el joven estudiante se preparó intensamente para rendir el examen de admisión. Durante este período, contó con el apoyo de su hermana, quien desempeñó un papel clave en su proceso de aprendizaje. “Bueno, durante estas vacaciones me he estado preparando con mi hermana Gemita. Ella siempre me ayuda, me da los significados de lo que no conozco y le agradezco bastante a ella. Me he estado preparando con los materiales, con los bancos de preguntas, repasando los cursos, también con los libros”, explicó el pequeño cachimbo.

El examen de admisión de la UNMSM es considerado uno de los más exigentes del país. Se compone de 100 preguntas divididas en tres secciones: competencias profesionales transversales, habilidades verbales y razonamiento lógico, y conocimientos disciplinares. Cada respuesta correcta otorga 20 puntos, mientras que las incorrectas restan 1.125 puntos. Este sistema busca garantizar transparencia y objetividad en la selección de los nuevos ingresantes.

Un niño con grandes aspiraciones

Pese a su ingreso en Ingeniería Nuclear, Alexander mantiene otras opciones para su futuro académico. Su próximo objetivo es participar en olimpiadas internacionales de matemática y física, lo que podría fortalecer su desarrollo en distintas disciplinas. “Estoy pensando en participar en Olimpiadas Internacionales de Matemática y Física para potenciar mi nivel de aprendizaje y de conocimientos para mi futuro. O sea, cuando yo sea grande, quiero estudiar algo relacionado con ingeniería o ciencias o la medicina. Principalmente, creo que me gustaría estudiar la medicina”, afirmó.

Sus padres enfatizan el balance
Sus padres enfatizan el balance entre su educación y su infancia, fomentando tanto su desarrollo académico como su diversión y creatividad. (Andina)

El papel de su familia fue determinante en su desarrollo académico y personal. Su padre resalta la importancia de mantener un equilibrio entre el estudio y la niñez. “Lógicamente, el apoyo de los padres, porque los chicos tienden a distraerse fácilmente. Siempre ha sido bastante dedicado y le gusta mucho los estudios. Le gusta bastante su colegio, le encantan los drones, le encanta la natación, el fútbol. Es un niño de su edad que disfruta de su niñez”, señaló.

Su madre, de origen ucraniano, destaca la curiosidad inagotable del pequeño por aprender. “Me siento muy orgullosa. Es mucha emoción, orgullo y alegría. Disfruta de aprender. Siempre ve programas en Internet de cosas novedosas, de biología, de ingeniería”, comentó.

Su ingreso a San Marcos representa un logro significativo, pero también es un punto de partida en su camino educativo. Con aspiraciones en diversas ramas del conocimiento, su futuro académico continuará evolucionando según sus intereses y oportunidades. La disciplina y el esfuerzo que demostró en este proceso podrían abrirle nuevas puertas en el campo de la ciencia, la tecnología o la medicina.