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El reciente veto de Estados Unidos a la venta del caza Saab Gripen E a Colombia ha encendido las alertas en América Latina. La decisión de Washington de bloquear la exportación del motor General Electric F414-GE-39E, pieza clave del Gripen E, ha dejado a Colombia sin la posibilidad de adquirir esta aeronave de fabricación sueca.
La medida no solo afecta a Bogotá, sino que también podría repercutir en el Perú, que evalúa opciones para reemplazar su flota de aviones de combate. ¿Podría Lima enfrentar el mismo obstáculo si opta por el Gripen E? ¿Existen alternativas viables para la modernización de la Fuerza Aérea del Perú (FAP)?
El plan de modernización de la Fuerza Aérea
Perú busca renovar su flota de combate ante el desgaste de sus actuales Mirage 2000, MiG-29 y Su-25, aeronaves que han estado en servicio por décadas. El objetivo es contar con cazas modernos que garanticen la defensa aérea del país y aseguren la superioridad operativa en la región.
Entre las opciones analizadas por la FAP figura el Gripen E, conocido por su tecnología avanzada, costos operativos moderados y compatibilidad con las necesidades estratégicas del país. Este caza ha sido adoptado por países como Brasil, que lo fabrica bajo licencia, ofreciendo una opción viable para la región.
Ahora, el veto de Estados Unidos a Colombia genera incertidumbre sobre la posibilidad de que una situación similar ocurra con nuestro país. La clave está en el motor F414, fabricado por General Electric, lo que otorga a Washington la capacidad de bloquear su exportación y, con ello, condicionar la venta del Gripen E a cualquier país. Este tipo de restricciones podría forzar a la FAP a replantear su estrategia de adquisición.
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Estados Unidos ha mostrado interés en promover la adquisición del F-16 Block 70, fabricado por Lockheed Martin, en la región. Un veto al Gripen E podría dirigir a Perú hacia esta alternativa, repitiendo el escenario que enfrenta Colombia. El F-16 Block 70 ofrece tecnología avanzada y sistemas de armas probados, pero su costo operativo y dependencia de repuestos estadounidenses son factores que deben evaluarse cuidadosamente.
Las opciones de Perú ante un posible veto
Si Washington impide el acceso al Gripen E, Perú tendría que evaluar otras opciones. Entre ellas, destacan:
- Dassault Rafale (Francia): Una aeronave de altas prestaciones sin componentes estadounidenses, lo que evitaría restricciones de exportación. Su costo es superior al del Gripen E, pero Perú ya opera aviones franceses como el Mirage 2000, lo que facilitaría la transición.
- J-10C (China): Ofrecido a distintos países, cuenta con tecnología moderna y menor costo que el Rafale. Sin embargo, optar por un caza chino podría generar tensiones con Estados Unidos y afectar acuerdos de cooperación militar y de seguridad.
- Eurofighter Typhoon (Europa): Con capacidades avanzadas, es una opción viable para Perú, aunque su adquisición representa una inversión significativa y requiere negociaciones complejas.
- Sukhoi Su-30 (Rusia): Variante moderna del caza Su-27, ya operado en la región por Venezuela. Su adquisición implicaría un cambio de estrategia en la FAP y posibles restricciones derivadas de sanciones internacionales.
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Cada alternativa tiene implicaciones técnicas, operativas y estratégicas. El Gripen E se perfilaba como una opción equilibrada, pero la posibilidad de un veto similar al aplicado a Colombia obliga a Perú a reconsiderar su plan de modernización.
El mercado de aviones de combate en América Latina enfrenta un nuevo escenario, donde las decisiones de Estados Unidos pueden influir en las adquisiciones de los países de la región. Con el Gripen E bloqueado para Colombia, las miradas están puestas en la estrategia que seguirá Perú para modernizar su fuerza aérea sin quedar atado a restricciones impuestas por actores externos.