Obdefolk de Bolivia envía queja a la Unesco y a la ONU por la quema de su bandera y actos discriminatorios en Perú

La organización de Napoleón Gómez exige condena internacional para Perú por un video donde desconocidos queman la bandera boliviana. Según denuncia, reciben comentarios de odio porque exigen que Puno no les “robe sus danzas”

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Organización de defensa cultural de
Organización de defensa cultural de Bolivia envió una nueva denuncia contra el Perú | Foto composición: Infobae Perú / Agencia Andina

La Organización Boliviana de Defensa y Difusión del Folklore (Obdefolk) ha elevado una denuncia ante organismos internacionales, incluyendo la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), por la quema de una bandera boliviana y la difusión de mensajes xenofóbicos contra Bolivia en una transmisión en vivo en la plataforma TikTok.

Según señala el documento, que lleva la firma de su presidente Napoleón Gómez Silva, el pasado 13 de febrero del presente año, un grupo de jóvenes —a quienes le han atribuído la nacionalidad peruana— quemaron el símbolo patrio del país andino durante una transmisión en vivo por la red social. Asimismo, señalan que vienen siendo víctimas de discriminación.

“Algunos peruanos realizan mensajes de insultos groseros, de odio dirigidos a Bolivia y a sus ciudadanos. Esta situación constituye una clara muestra de intolerancia y discriminación que fomenta la división entre pueblos hermanos, contraviniendo los ideales de unidad y respeto mutuo que deberían prevalecer en nuestra región y en los principios básicos de los derechos humanos”, se lee en la misiva.

Obdefolk de Bolivia denuncia que
Obdefolk de Bolivia denuncia que peruanos quemaron la bandera boliviana. No obstante, se desconoce la identidad y nacionalidad de las personas que realizaron este hecho | Foto captura: Infobae Perú

La organización atribuye que esta ola de insultos racistas tiene origen en la disputa de varias danzas del altiplano, los cuales, según ellos consideran, tienen origen en su país.

“Este odio exacerbado tiene su origen en una controversia cultural que nos afecta profundamente: los bolivianos defendemos con pleno derecho nuestras danzas tradicionales, parte esencial de nuestro patrimonio cultural, que ESTÁN SIENDO DESCARADAMENTE PLAGIADAS por una región de Perú, específicamente Puno, sin ningún respeto a los artículos y lineamientos establecidos por la ONU, UNESCO y la OACNUDH sobre la protección de la diversidad cultural y los derechos de los pueblos a su identidad”, mencionan.

En este sentido, Obdefolk ha solicitado a los organismos internacionales, condenar estos hechos y la identificación de los jóvenes que habrían protagonizado el suceso. Asimismo, piden la implementación de campañas en redes sociales para contrarrestar los discursos de odio y fomentar el respeto mutuo.

Pelea entre Perú y Bolivia en redes sociales

Ministerio de Cultura del Perú
Ministerio de Cultura del Perú respondió a la campaña de ataque contra el Perú por la difusión de sus danzas altiplánicas que se bailan en Puno | Foto composición: Infobae Perú / Analí Espinoza

Es necesario destacar que los comentarios cargados de odio no provienen únicamente del lado peruano. En diversas manifestaciones culturales en Perú, se observa a una gran cantidad de bolivianos profiriendo insultos hacia los peruanos, con calificativos como “ladrones”, “ignorantes” y “peruchos sin identidad”.

El acoso proveniente del lado boliviano también se evidencia en páginas del Estado peruano, donde este tipo de comentarios abundan en videos que promocionan la Festividad de la Virgen de la Candelaria. Incluso en contenidos que destacan otras danzas, como la marinera, el hostigamiento es constante.

Es necesario mencionar que Obdefolk ha venido realizando este tipo de denuncias contra Perú ante las instancias internacionales desde hace varios años, exigiendo que se revise la declaratoria de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la festividad de la Candelaria, en la cual se bailan danzas como la diablada, la morenada y la llamerada. Para ellos, estas y otras expresiones culturales son exclusivamente de su propiedad, por lo que consideran que la Unesco “no ha investigado bien” y la declaratoria “es irregular”.

(Andina)
(Andina)

En la página de Facebook de Obdefolk se impulsa a que los ciudadanos de Bolivia — bajo la idea de ‘defensa cultural’— proclame por todos los medios posibles que el Perú ‘plagia’ y se apropia de lo que ellos consideran sus danzas.

Desde la Unesco se ha desestimado en varias ocasiones el pedido de Obdefolk y el Ministerio de Culturas de Bolivia de poner en discusión de eliminar o revisar la declaratoria de patrimonio a la Candelaria ya que, según explicaron, su enfoque se centra en festividades, como la Candelaria o el Carnaval de Oruro, y no en la patrimonialización de danzas individuales.

¿Dónde se originó la diablada, morenada y otras danzas en disputa?

Por su lado, el Ministerio de Cultura del Perú ha señalado que las danzas a las cuales se hace referencia tienen raíces compartidas en el territorio altiplánico, que antiguamente formaba parte del Virreinato del Perú. “Bolivia y Perú, desde la época antes del virreinato y más aún con el virreinato, compartían territorio altiplánico. Eso significa que nuestras festividades y nuestros usos son similares, pero no son iguales, porque cada una de estas comunidades ya les ha impregnado particularidades muy específicas, más aún cuando hubo el tema limítrofe”, señaló una funcionaria del ministerio para este medio.

Members of a 'Diablada' folk
Members of a 'Diablada' folk group dance during celebrations of the anniversary of Bolivia foundation, in Santiago, Chile August 6, 2022. REUTERS/Ivan Alvarado

“Además, historiadores como José Morales señalan que Bolivia no cuenta con el respaldo histórico ni la evidencia suficiente para reclamar la propiedad intelectual de estas danzas. Existen documentos más antiguos del lado peruano que datan de los inicios de danzas como la diablada en el siglo XVI, durante la catequización jesuita en Juli, Puno. Perú sostiene que ningún país puede reclamar propiedad intelectual sobre estas danzas ya que tienen sus orígenes en el Altiplano, una región geográfica y cultural compartida por Argentina, Bolivia, Chile y Perú.