La delincuencia ha encontrado nuevas formas de operar y, en este caso, de la mano de quienes deberían representar el futuro del país. Un grupo de alumnos de la Universidad Científica del Sur ha sido descubierto contratando extorsionadores para amenazar de muerte a sus propios docentes con el fin de aprobar sus cursos. La revelación ha generado indignación en la comunidad educativa y preocupación en las autoridades.
El método de extorsión
El caso salió a la luz tras la detención de Santos Isaac Barrantes Arrojo (54), alias Zambo, un sujeto con antecedentes por microcomercialización de drogas, quien admitió haber sido contratado por estudiantes de Medicina para enviar mensajes de amenaza a sus profesores, de acuerdo con una investigación de 24 horas de Panamericana Televisión.
Según la investigación policial, los alumnos que no lograban aprobar ciertos cursos buscaban garantizar su pase pagando a este individuo para que extorsionara a los docentes mediante mensajes de WhatsApp y, en algunos casos, mediante visitas presenciales a sus domicilios.
“Fui a la casa de la profesora, me dio un sol y le dejé el mensaje. Nada más”, confesó Barrantes Arrojo ante las autoridades. Sin embargo, la magnitud de las amenazas generó tal nivel de pánico que al menos una docente decidió abandonar el país, temiendo por su vida y la de su familia.
WhatsApp, visitas y terror en la vía pública
De acuerdo con la Policía, el modus operandi de los extorsionadores consistía en un primer contacto a través de mensajes de texto en los que advertían a los profesores que “aprobar a los alumnos era su única opción”.
Cuando la intimidación digital no surtía efecto, los delincuentes pasaban a la acción: se acercaban a los domicilios de los docentes, dejaban notas amenazantes y, en los casos más extremos, llegaron a interceptar a familiares en la vía pública.
Los extorsionadores los abordaban con frases como: “Tú y tu familia se van a morir si no apruebas a los alumnos de tal facultad”. Ante ese escenario, la universidad, al tomar conocimiento de lo que ocurría, optó por trasladar a los docentes a otras sedes para evitar represalias.
¿Cuánto pagaban los estudiantes?
Si bien las autoridades aún investigan el monto exacto que los estudiantes desembolsaban para contratar estos “servicios”, se sabe que los pagos oscilaban entre 200 y 500 soles por amenaza, dependiendo del nivel de intimidación requerido. En algunos casos, los propios alumnos coordinaban entre varios compañeros para dividir el costo de la extorsión.
“Solo quería que me bajara la nota porque no quería que mi mamá se entere”, se escucha en un audio de WhatsApp en el que un estudiante pide a un tercero que interceda ante el extorsionador. Este nivel de normalización de la delincuencia ha sorprendido a las autoridades y generado un fuerte llamado de atención a los padres de familia.
Canales de emergencia
El Gobierno ha puesto en marcha la Central 111 de la Policía Nacional del Perú, un servicio gratuito y confidencial disponible las 24 horas del día para reportar casos de extorsión y recibir asistencia inmediata. Esta línea está integrada con la Central de Emergencias 105 y permite a los ciudadanos enviar pruebas como audios y videos.
Además, existen otras alternativas para denunciar estos delitos:
- Línea 1818: Número habilitado para reportar extorsiones.
- Celular 942841978: Contacto directo para realizar denuncias.
- Comisarías: Puntos de atención en cada distrito para presentar denuncias.
- Departamentos de Investigación Criminal (Depincri): Unidades especializadas en la investigación de estos delitos.
Asimismo, hay otros números de emergencia disponibles para diferentes situaciones:
- Bomberos Voluntarios del Perú: 116
- Centro de Emergencia Mujer: 100
- SAMU (Servicio de Atención Móvil de Urgencia): 106
- Hospital Nacional de Emergencias: 113
