Desde este viernes 28 de febrero, gran parte del Perú se verá afectado por un fenómeno meteorológico de gran magnitud, con la emisión de un aviso naranja por parte del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi). El evento, que se extenderá hasta el domingo 2 de marzo, traerá consigo intensas manifestaciones climáticas que pondrán en alerta a varias regiones del país.
De acuerdo con el pronóstico del Senamhi, este fenómeno se caracteriza por precipitaciones de moderada a fuerte intensidad, que afectarán principalmente a la costa norte y la sierra del territorio nacional. Durante este periodo, se prevé la ocurrencia de lluvias intensas, acompañadas de granizo y descargas eléctricas, que podrían desencadenar huaicos, deslizamientos y otros desastres naturales en las áreas más vulnerables.
Las regiones con posible afectación por este fenómeno serán: Amazonas, Áncash, Apurímac, Arequipa, Ayacucho, Cajamarca, Cusco, Huancavelica, Huánuco, Ica, La Libertad, Lambayeque, Lima, Moquegua, Pasco, Piura, Puno, San Martín, Tacna, Tumbes y Ucayali.
Se espera que las precipitaciones más intensas ocurran entre el 28 de febrero y el 2 de marzo, con acumulados de 45 milímetros por día en la costa norte. Las lluvias en la sierra norte podrían llegar a 40 milímetros diarios, mientras que en la sierra central los registros se mantendrán cerca de 20 milímetros por día, y en la sierra sur podrían superar los 22 milímetros diarios. Estos valores reflejan la severidad del fenómeno, que incluye no solo lluvias, sino también granizo en zonas de mayor altitud y nieve en las partes más altas de la sierra.
Amplían estado de emergencia
En respuesta a las condiciones meteorológicas, el Gobierno peruano declaró el estado de emergencia en 164 distritos adicionales de diversas regiones, lo que eleva a 650 el total de localidades bajo esta medida debido a las lluvias. La decisión permitirá a las autoridades ejecutar acciones inmediatas para mitigar los efectos de las precipitaciones y garantizar la atención de los damnificados.
El primer ministro Gustavo Adrianzén explicó que la nueva declaratoria de emergencia responde a los reiterados pedidos de alcaldes y autoridades locales, quienes alertaron sobre el daño que ya están ocasionando las lluvias, que incluyen colapsos de infraestructuras viales y desbordes de ríos. El Ejecutivo, a través de un Decreto Supremo, implementará medidas extraordinarias que estarán vigentes por un período de 60 días calendario.
El ministro de Vivienda, Construcción y Saneamiento, Durich Whittembury, señaló que el Gobierno activó todos los recursos disponibles para la atención de las emergencias, incluyendo el despliegue de más de 800 máquinas pesadas en las zonas más afectadas. Además, se han establecido bonos de arrendamiento excepcional para las familias que han perdido sus hogares debido a los deslizamientos y huaicos.
Impacto de las lluvias
Desde el inicio de la temporada de lluvias en diciembre de 2024, el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) ha reportado un saldo de 62 muertos, 9 desaparecidos y más de 23.700 damnificados por los desastres naturales derivados de las precipitaciones. Las tormentas eléctricas también han cobrado víctimas, como las 14 personas fallecidas en Huancavelica y Cusco, y otras 13 muertes en un accidente de embarcación fluvial en Puno.
La infraestructura también ha sido gravemente afectada. En las últimas semanas, se han destruido 61 puentes peatonales, 67 puentes vehiculares y se ha reportado la pérdida de más de 323 kilómetros de vías vecinales, lo que ha complicado la circulación en varias zonas del país. Además, el sector agrícola ha sufrido serias pérdidas, con 1.955 hectáreas de cultivos destruidas y más de 5.000 hectáreas dañadas.
El Gobierno ha tomado medidas urgentes para garantizar la asistencia humanitaria en las regiones afectadas, y se ha activado el sistema de Defensa Civil para coordinar la ayuda a las víctimas. Se espera que el fenómeno continúe hasta el 2 de marzo, por lo que las autoridades han instado a la población a seguir las recomendaciones de seguridad y mantenerse alerta ante cualquier eventualidad.
