La reciente tragedia en el centro comercial Real Plaza Trujillo, donde un techo se desplomó, dejando seis víctimas mortales y más de 80 personas heridas, sigue generando preocupaciones sobre la seguridad estructural en los establecimientos comerciales del país. Este trágico evento, que evidenció fallos en la infraestructura y las medidas de prevención, ha llevado a las autoridades a redoblar esfuerzos para garantizar que otros comercios no sufran incidentes similares. Las inspecciones a nivel nacional se han intensificado, y las autoridades están trabajando con urgencia para verificar que los lugares de gran afluencia, como centros comerciales, no presenten riesgos para los usuarios.
En el marco de estas inspecciones, el municipio de Bellavista, en la provincia constitucional del Callao, clausuró temporalmente el local de Plaza Vea en la Avenida Sáenz Peña debido a graves riesgos de seguridad. Según informó el Ministerio Público, esta intervención fue parte de un operativo preventivo realizado por la Fiscalía Provincial Especializada de Prevención del Delito del Callao, con el apoyo de personal de Defensa Civil y la presencia de la fiscal adjunta provincial, Chandra Policarpo Santillán.
La intervención en el supermercado se llevó a cabo luego de que un ingeniero eléctrico y personal especializado en seguridad estructural detectaron varios fallos en las instalaciones. Entre las irregularidades señaladas se encontró que as cajas de paso en el falso cielo raso carecían de tapa, lo que representa un peligro latente para las personas que frecuentan el establecimiento. Además, se identificaron tableros eléctricos que bloqueaban las rutas de evacuación, reduciendo el espacio disponible para una posible salida de emergencia. La falta de un medidor eléctrico para la bomba de agua contra incendios y la ausencia de actualización en los planos eléctricos también fueron elementos clave que motivaron la clausura.
Las consecuencias de la negligencia en la seguridad estructural
El procedimiento judicial realizado por la Fiscalía y la Municipalidad Distrital de Bellavista busca prevenir situaciones que puedan derivar en accidentes graves. El objetivo es evitar delitos de homicidio culposo y lesiones culposas, que ocurren cuando se causa daño a la vida o salud de una persona por negligencia, imprudencia o incumplimiento de las normas de seguridad. En este caso, la intervención se centró en evitar que un posible siniestro o accidente en el supermercado cause víctimas fatales o heridas graves.
En su comunicado, el Ministerio Público aclaró que el delito de homicidio culposo ocurre cuando la muerte de una persona es provocada por imprudencia o negligencia, y el delito de lesiones culposas se da cuando el daño físico o a la salud de una persona se origina por un comportamiento imprudente. Estos delitos están directamente relacionados con el incumplimiento de las normas de seguridad en establecimientos comerciales, como ocurrió en la reciente tragedia en el Real Plaza Trujillo.
Fallas en Plaza Vea de La Perla
Mientras se realizaban inspecciones en otros establecimientos comerciales, la fiscal adjunta provincial Claudia Ezaine Alfaro encabezó un operativo en el local de Plaza Vea, situado en la avenida Santa Rosa, en La Perla. Durante la verificación, el personal de la municipalidad distrital identificó fallas en los sistemas de seguridad del establecimiento.
Uno de los hallazgos más relevantes fue la inoperatividad de las luces de emergencia, un elemento fundamental en caso de evacuaciones o cortes de energía. Además, se detectaron fallas reiteradas en el grupo electrógeno durante la simulación de un corte de suministro eléctrico. Esta deficiencia compromete el funcionamiento de los sistemas de seguridad en situaciones críticas y pone en evidencia la necesidad de mantenimiento preventivo en la infraestructura eléctrica del establecimiento.
Frente a estas observaciones, la fiscal exhortó a la municipalidad de La Perla a garantizar el cumplimiento del artículo 64.3 del Decreto Supremo 002-2018-PCM, el cual señala que los gobiernos locales tienen la responsabilidad de supervisar las condiciones de seguridad en las edificaciones y verificar la vigencia del Certificado de Inspección Técnica de Seguridad en Edificaciones (ITSE) en casos de riesgo bajo o medio, lo que generó su clausura.
