El arquitecto y padre de familia, Beltrán Arkiproyect Alfredo, compartió en su cuenta de Facebook su angustiosa experiencia durante el colapso del techo en el patio de comidas del Real Plaza de Trujillo, ocurrido la noche del viernes 21 de febrero, que dejó seis muertos y más de 80 heridos. En su relato, Beltrán describió la desesperación y el miedo que sintió al ver a su familia en grave peligro, temiendo por sus vidas.
Según lo expresado por el propio sobreviviente, el impacto del colapso del techo dejó una huella profunda en su alma. Aquel día “quedará en mi mente y en mi corazón para siempre. El día en que, por 15 minutos, el universo parecía destrozado y mi mundo hecho pedazos”, comentó Beltrán, quien a pesar del caos y la desesperación, logró sacar a otros niños que no eran los suyos del lugar del siniestro.
“Cada minuto que pasaba me derrumbaba más”, agregó el arquitecto, quien relató que, luego de perder las fuerzas para seguir buscando cómo ingresar al centro comercial, su única opción fue encomendarse a su fe. “Mi alma solo pudo encomendarse a mi creador en el nombre de aquel que conquistó la muerte”, expresó.
A pesar de la tragedia, Beltrán agradeció los mensajes de apoyo que recibió de quienes se solidarizaron con él y su familia. “Gracias a todos los que me enviaron sus cariños y sus sinceros deseos”, comentó, mientras expresó su gratitud por poder ver a sus hijos y esposa de nuevo en casa. “Hoy volveré a acostarlos en su cama, con el temor de entrar siempre a su cuarto y contarlos, y ver que siempre estén ahí”.
Así vivió el instante del colapso de la cúpula
En otra publicación, el hombre relató con más detalle los momentos de angustia que vivió. “Vi el techo caer sobre mi familia. Me separé de ellos un instante para recoger la comida y los dejé sentados justo en el centro del patio de comidas, a mis tres pequeñitos con mi esposa. Fueron solo segundos hasta que llegué al stand, y se escucharon como una tira de explosiones, tan fuertes como un terremoto”, dijo.
“Cinco segundos bastaron para que todo el techo cayera sobre las 200 personas en el patio y sobre mis hijos. En segundos se volvió todo oscuro, el agua de los sistemas contra incendios creaba una escena de tormenta y lluvias”, añadió. Con el corazón lleno de desesperación, Beltrán gritó sin cesar por la seguridad de su familia: “Mis hijos, no, mi familia, no todos mis hijos”, expresó con el dolor profundo de un padre que teme perder a los suyos.
Con el alma rota y lleno de impotencia, Beltrán intentó ingresar al centro comercial para rescatar a sus hijos. “Hice todo lo posible por meterme debajo de los escombros y tratar de llegar al centro del patio donde posiblemente podría encontrar a mis niños. Era imposible, pero logré sacar a otras personas atrapadas en los alrededores. Cada niño que sacaba, tenía la esperanza de también sacar a mis hijos”, relató.
En su lucha por rescatar a su familia, Beltrán también narró que encontró a una mujer atrapada bajo los escombros. “La señora estaba aplastada, con la espalda y las piernas fracturadas. Aunque intenté levantar lo que la aplastaba, no podía moverla. Fueron dos jóvenes venezolanos los que se acercaron y se quedaron con ella para ayudarla”, explicó.
Después de varios intentos fallidos por ingresar al lugar del desastre, Beltrán, abrumado por la desesperación, se arrodilló y pidió fuerzas a Dios para sobrellevar la situación. Tras lo que sintió como horas, pero que en realidad fueron solo 15 minutos, recibió un mensaje de su esposa, informándole que estaban atrapados bajo una mesa, resguardados por una estructura del techo. Aunque su segundo hijo había sido arrastrado por el colapso, la buena noticia fue que su hijo mayor había logrado sobrevivir. Beltrán se enteró de que su hijo había llegado arrastrado hasta una puerta de salida, cerca de los baños, con una fractura en su pie.
