Colapso en colegio de San Juan de Lurigancho: columnas del toldo caen a dos semanas del inicio del año escolar

A días del inicio del año escolar, un accidente ha puesto en alarma a los padres de familia del colegio Abraham Valdelomar, ubicado en la zona de Canto Grande, en San Juan de Lurigancho. La estructura del toldo que cubría el patio del nivel primaria se desplomó de manera inesperada. Afortunadamente, no se reportaron heridos, pero el incidente generó gran preocupación entre los padres, quienes temen por la seguridad de sus hijos, especialmente con el inicio de las clases programado para el 17 de marzo.

Según lo relatado por una madre de familia a RPP Noticias, el toldo cayó junto con el concreto que lo reforzaba al piso, lo que aumentó la gravedad del incidente.

“El techo que se ha caído, gracias a Dios, fue en este tiempo donde no están estudiando. Se ha caído con todo el concreto. Supuestamente, han organizado que el domingo habrá una asamblea general para ver cómo se va a hacer. ¿Por qué? Porque estamos a dos semanas de comenzar las clases y no puede estar así. No solo se ha caído el toldo, sino también todo el concreto”, comentó la madre.

El toldo había sido instalado apenas un año atrás, con la intención de proteger a los estudiantes del intenso calor que se presenta al inicio del año escolar. Sin embargo, la caída de la estructura ha dejado en evidencia el riesgo que enfrentan los alumnos. Hasta el momento, las autoridades del colegio no han informado si el inicio de las clases será postergado debido a este incidente.

A pesar del accidente ocurrido con la caída del toldo en el colegio Abraham Valdelomar, los padres de familia han solicitado que se instale nuevamente una estructura en el patio del nivel primaria. Este pedido surge debido a la necesidad de proteger a los estudiantes del sofocante calor y los rayos solares durante sus recreos. Los padres han expresado su preocupación por la salud de los niños, ya que en ocasiones anteriores, varios estudiantes se han desmayado debido a las altas temperaturas.

Sin una protección adecuada, los menores corren el riesgo de sufrir desmayos, agotamiento y hasta daños en la piel por la exposición directa a los rayos UV. Además, durante los recreos y desplazamientos, los niños pasan largos períodos al aire libre, lo que hace aún más urgente la instalación de un toldo que les brinde sombra y alivio frente a las altas temperaturas. La salud y el bienestar de los estudiantes deben ser prioridad, y contar con una estructura que los proteja del sol es esencial para evitar complicaciones graves.

Los padres también han manifestado su preocupación por el estado general del colegio, que tiene más de 40 años de funcionamiento. Señalaron que al menos nueve aulas se encuentran en estado crítico y no son utilizadas por los alumnos.

“En realidad, el colegio debería ser demolido porque no está al 100%. En primaria, hay varios salones que están con esas cintas cuando no pueden ser habilitados”, expresó con preocupación una madre de familia.

A solo dos semanas del inicio del año escolar, millones de estudiantes en todo el país se alistan para regresar a las aulas. Sin embargo, muchas instituciones educativas en Perú continúan enfrentando grandes deficiencias en su infraestructura y en el acceso a servicios básicos. Numerosos colegios no cuentan con agua potable, alcantarillado, electricidad y, en algunos casos, ni siquiera con baños adecuados para los estudiantes.

Según el Censo Escolar 2024, el 16 % de los colegios públicos en todo el país tienen edificaciones en riesgo de colapso, afectando a 7.442 escuelas donde estudian aproximadamente 805 mil alumnos, una cifra equivalente a 18 veces la capacidad del Estadio Nacional. El Instituto Peruano de Economía (IPE) señala que Lima Metropolitana lidera esta problemática con el 27 % de colegios en malas condiciones, seguida por Lima Provincias y Puno, con un 24 % cada una. En Lima, 535 colegios están en riesgo, exponiendo a más de 200 mil estudiantes.