Durante el Carnaval de Cajamarca, patrullas y comparsas de los barrios recorren las calles principales de la ciudad ante la atenta mirada de turistas nacionales y extranjeros. Personas de distintas edades participan con entusiasmo, bailando al ritmo de las coplas que reflejan el espíritu alegre de la festividad.
Muchas de estas coplas, o versos populares, se entonan con efusividad y tienen un tono satírico o humorístico, lo que contribuye a la atmósfera festiva del carnaval.
Aparte de las comparsas, también se realizan batallas de agua y pintura, y conciertos de bandas locales que invaden los espacios públicos. La plaza y las calles se llenan de espectadores que disfrutan de la música, el baile y la tradición.
Estas son algunas de las actividades que se realizan del 1 al 5 de marzo, días en los que se puede ver a un muñeco antropomorfo gigante recorrer las principales calles de Cajamarca. Su nombre es Ño Carnavalón.
Origen del Ño Carnavalón
El personaje popular Ño Carnavalón forma parte de muchas celebraciones de carnaval en los Andes peruanos. Este muñeco de gran tamaño acompaña el desfile y simboliza el jolgorio y la alegría de la fiesta. Sin embargo, también se encuentra presente en festividades de Bolivia y Chile.
En Cajamarca, Ño Carnavalón representa a figuras de diferentes ámbitos, ya sea regional, local o nacional. Entre las más pintorescas se encuentran la gitana, el virrey y los clones. El virrey se distingue por portar una espada al estilo colonial, mientras que los clones se agrupan en tres categorías: clon mayor, clon segundo y clon tercero.
El portal web Y tú qué planes citó a una investigadora para explicar las características de los clones. “En su investigación, ‘Estudio intergeneracional sobre los cambios referidos al Carnaval Cajamarquino’, la autora Kathia Chávez Aguilar detalla que los clones llevan una vestimenta colorida que se extiende de los brazos a los pies, que ‘permite el aleteo como una mariposa’. Los clones también llevan una máscara, un gran gorro al que se conoce como ‘cucurucho’, y van tocando el silbato al momento de bailar y saltar”, se lee.
Por otro lado, Gerardo Mora Rivera escribió un artículo para la Pontificia Universidad Católica de Chile titulado “El Ño Carnavalón no es un dios, tampoco un diablo: una huaca contemporánea en San Miguel de Azapa (Chile)”, en el que ofrece una visión sobre el personaje que adopta el Ño Carnavalón.
“Para acercarme al Ño Carnavalón, asumo como marco general algunas propuestas de Tim Ingold, quien señala que las formas de los objetos no son impuestas desde fuera sino que crecen en el mutuo involucramiento de la gente y los materiales en un determinado ambiente (...)”, sostuvo.
Ahora bien, en cuanto al origen, es preciso señalar lo que indicó el Gobierno Regional de Cajamarca a través de su página web: “Se han creado dioses para el día y para la noche, para las siembras y para las lluvias, para la protección de las familias y para vencer en las batallas. Asimismo, hay un dios para la vida y otro para la muerte, y no puede faltar un dios de la alegría”.
En otro fragmento del artículo consultado, se menciona que la figura del Rey Momo obedece a “una necesidad de creer en una deidad benévola, capaz de motivar momentos gratos”.
El Carnaval de Cajamarca, tal como lo conocemos hoy, tiene sus raíces en la década de 1930. En ese tiempo, se solían organizar desfiles de carrozas decoradas con flores, donde las reinas de belleza, elegidas por el público, eran las grandes protagonistas.
El desfile se realizaba alrededor de la Plaza de Armas de Cajamarca. Los vecinos participaban lanzando globos de agua, chisguetes, serpentina y picapica, una costumbre que sigue vigente.
La investigadora Cecilia López escribió un artículo titulado “El Ño Carnavalón y la yunza”, en el que aborda el origen del nombre Ño Carnavalón. “Así, el famoso Ño Carnavalón o Rey Momo es el rey de la fiesta del carnaval cuyo nombre proviene del griego Momo, dios que representa el sarcasmo, la burla y la ironía. Esta es, pues, la razón por la que el Rey Momo se convierte en el centro de atención de toda la fiesta ya que satiriza y ridiculiza los comportamientos de las personas del entorno”, señaló.
Cada año, tanto los turistas nacionales como extranjeros tienen la oportunidad de ser testigos de las celebraciones en torno a Ño Carnavalón. Las actividades principales del carnaval se llevarán a cabo del 1 al 5 de marzo. El primer día, el “Ño Carnavalón” recorre las calles principales de Cajamarca, dando inicio a la fiesta.
Al día siguiente, 2 de marzo, se lleva a cabo el concurso de patrullas y comparsas. El 3 de marzo se celebra el corso de carnaval, seguido por el velorio del Ño Carnavalón el 4 de marzo. Finalmente, el 5 de marzo, se realiza su simbólico entierro.
“Una vez enterrado, la lectura de su testamento revela duras críticas dirigidas generalmente contra los principales sucesos y personajes de la región donde se celebre”, escribió López.
