No es México ni Costa Rica: el único país de América que salvó sus arrecifes de coral

Los arrecifes de coral son esenciales para la salud del océano y la biodiversidad marina, pero están bajo amenaza en todo el mundo debido al cambio climático, la sobrepesca y las actividades humanas como la perforación petrolera. De hecho, según la Lista Roja de Especies Amenazadas, más del 40 % de las especies de coral están en riesgo de extinción. Sin embargo, un país de América ha logrado salvar su sistema de arrecifes de coral más grande: Belice. Este país centroamericano ha adoptado medidas pioneras que han asegurado la conservación de su barrera de coral, un activo natural invaluable. Hoy, Belice es el único país de América que ha conseguido retirar su arrecife de la lista de “peligro” de la Unesco.

Gracias a medidas innovadoras y a un compromiso gubernamental firme, Belice ha logrado revertir los daños causados por décadas de actividad humana en su costa. Este enfoque ha asegurado la protección de una de las joyas naturales del planeta, que alberga una gran diversidad de vida marina, desde tortugas marinas hasta manatíes y especies únicas como el cocodrilo marino.

El arrecife de coral de Belice, considerado el segundo más grande del mundo, es una de las principales atracciones turísticas del país, pero también un ecosistema crucial para la biodiversidad marina. Este arrecife mesoamericano se extiende a lo largo de 297 kilómetros en las costas de Belice y alberga miles de especies. Sin embargo, a pesar de su importancia, el arrecife de Belice ha estado amenazado por actividades humanas, como la exploración petrolera y la sobrepesca.

En 2009, la Unesco incluyó a la barrera de coral de Belice en su lista de sitios Patrimonio de la Humanidad en peligro debido a los proyectos de perforación en alta mar que representaban una grave amenaza para el ecosistema. A pesar de esto, el gobierno de Belice adoptó un enfoque proactivo para proteger sus arrecifes. Se implementaron políticas de conservación marina que incluyeron la creación de zonas marinas protegidas y la adopción de leyes que restringen la pesca no regulada.

Una de las medidas más importantes adoptadas por el país fue la moratoria sobre la perforación petrolera en sus aguas, convirtiéndose en el primer país en implementar una ley de este tipo. Esta moratoria ha sido clave para garantizar la preservación de su barrera de coral y sus ecosistemas marinos. Gracias a esta acción, Belice ha logrado evitar los riesgos asociados con el vertido de petróleo y la degradación de sus hábitats marinos.

Belice no solo ha tomado medidas para proteger su barrera de coral: además, ha implementado diversas estrategias de conservación marina que otros países deberían considerar. Aparte de la moratoria sobre la exploración petrolera, Belice ha trabajado en la protección de manglares, esenciales para la biodiversidad y la protección costera. Los manglares actúan como barreras naturales que protegen las costas de la erosión y proporcionan un hábitat crucial para muchas especies marinas.

Además, el país ha fomentado el desarrollo de un mercado de ecoturismo en auge, que no solo ha beneficiado económicamente a las comunidades locales, sino que también ha promovido la conciencia ambiental. Las reservas marinas, como la Reserva Marina Hol Chan, son un excelente ejemplo de cómo las áreas protegidas pueden ser aprovechadas de manera sostenible, proporcionando tanto beneficios económicos como medioambientales.

Por otro lado, Belice ha implementado políticas estrictas de pesca sostenible que incluyen la creación de zonas de pesca sin capturas y la promoción de prácticas pesqueras responsables. Estas zonas permiten que las especies marinas se regeneren y, al mismo tiempo, garantizan la seguridad alimentaria de las comunidades costeras sin agotar los recursos.

En diciembre de 2017, Belice aprobó una moratoria histórica sobre la perforación petrolera en sus aguas marinas, un acto que marcó un hito en la protección de su barrera de coral y otros ecosistemas marinos. Esta medida fue producto de una lucha activa de la sociedad civil y organizaciones como Oceana, que promovieron un referéndum popular para asegurar que las actividades petroleras no amenazaran el medio ambiente.

La moratoria sobre la perforación petrolera ha sido fundamental para la conservación de los arrecifes de Belice, ya que ha prevenido la devastación que podría haber causado el petróleo en sus aguas. Esta legislación, aunque aún no es una prohibición total, ha sido vista como un gran avance en la lucha por la protección de los arrecifes de coral y otros recursos marinos. A medida que otros países enfrentan la presión de la industria petrolera, Belice se posiciona como un líder en la protección marina.