Real Plaza Trujillo: la desesperación de personas que buscan a sus familiares tras caída de techo

La angustia se apodera de los familiares que buscan a sus seres queridos entre los escombros del centro comercial tras el colapso del techo, sin recibir información oficial y con la espera de noticias que no llegan

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Familiar espera noticias de su prima y su enamorado que estarían atrapados en medio de los escombros del techo caído del centro comercial de Trujillo

La tragedia ocurrida en el centro comercial Real Plaza Trujillo, donde colapsó el techo del patio de comidas, ha dejado un panorama desolador para muchas familias que aún buscan respuestas sobre el paradero de sus seres queridos. La desesperación se apodera de los familiares que, sin información oficial, han pasado horas esperando noticias de los atrapados bajo los escombros.

Uno de los testimonios más desgarradores proviene de Yuri Carvajal, quien se encuentra desesperada buscando a su prima, Harumi Carbajal Velázquez, de 25 años, y su enamorado, quienes, según le han informado, podrían estar entre las víctimas fatales. “No hemos tenido ninguna información de ella. Nos dijeron que su celular está fallecido, pero no sabemos si es verdad. Es lo único que hemos recibido”, señaló Carvajal, quien lleva horas buscando en hospitales y clínicas sin éxito. “Mi tía está en shock, seguimos buscando porque debajo de los escombros solo quedarían los fallecidos”, añadió con la voz quebrada, mientras esperaba respuestas.

Los familiares de las víctimas atrapadas en el Real Plaza Trujillo claman por información y la llegada de maquinaria especializada para continuar con los trabajos de rescate.

A medida que pasan el tiempo, los familiares de las víctimas se sienten cada vez más frustrados, ya que la información oficial ha sido escasa. “No ha llegado ningún representante de Real Plaza a darnos una explicación, ni nos permiten ingresar al área de rescate”, comentó Carvajal. La falta de maquinaria especializada también es una de las principales preocupaciones de los familiares, que han pedido, en repetidas ocasiones, que se traigan equipos adecuados para levantar los escombros y avanzar con los rescates. “Necesitamos maquinaria, ya son las 11 de la noche, y no hay nada. No llega ayuda”, lamentó.

La situación se ha tornado aún más crítica debido a la falta de respuestas de las autoridades. A pesar de la presencia de la Policía Nacional, fiscales y otros agentes, los rescatistas no han podido acceder a la zona del colapso de manera efectiva. “Han llegado algunos policías, pero no hemos visto acciones concretas. Solo nos dicen que sigamos esperando”, indicó Yuri Carvajal.

El desespero es palpable en las voces de los familiares, quienes no pueden creer la falta de coordinación y la escasa información proporcionada por los responsables. Muchos insisten en que el gobierno regional y grandes empresas con maquinaria pesada deben colaborar para acelerar el proceso de rescate. “Hay empresarios que podrían ayudar con la maquinaria, pero no ha llegado nada”, expresó Yuri, visiblemente frustrada.

Los familiares exigen una respuesta inmediata de las autoridades locales y nacionales, quienes aún no han proporcionado información suficiente sobre el paradero de los atrapados en el colapso del techo.

Mientras tanto, el número de heridos sigue aumentando, y la tragedia no ha hecho más que comenzar para quienes buscan a sus seres queridos entre los escombros. Los testimonios de las familias reflejan no solo la angustia de no saber si sus parientes están vivos o muertos, sino también la impotencia de ver cómo las autoridades no logran dar la respuesta que la situación requiere.

A pesar de los esfuerzos de los bomberos y de las brigadas de emergencia, la falta de recursos y la lentitud en la remoción de escombros están retrasando las labores de rescate. Mientras tanto, las protestas por parte de los ciudadanos y los familiares se intensifican, exigiendo una respuesta más rápida y un mayor compromiso de las autoridades para rescatar a las víctimas atrapadas bajo los escombros del Real Plaza Trujillo.

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