Un nuevo aliento

Sin un buen desempeño de la inversión privada no se generan los recursos necesarios para atender las urgencias de la población en materia de acceso a servicios básicos

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José Salardi, nuevo titular del
José Salardi, nuevo titular del MEF. Foto: composición Infobae Perú/MEF

Con menos de un mes a cargo del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), acaso uno de los ministerios más determinantes en la administración pública, José Salardi viene dando importantes mensajes sobre el enfoque de su gestión. Atrás quedaría la imagen de un MEF que no supo —o no quiso—, ponerles freno a las iniciativas de gasto de un Congreso de la República inquieto y desatado.

Salardi apuesta por un shock de inversiones que, además de ensalzar la participación del sector privado para acelerar el dinamismo de nuestra economía, aporte —y mucho— al cierre de brechas sociales. En 2023, la inversión privada retrocedió un 7.2%, golpeada por el deterioro de la confianza empresarial y la disminución de la inversión residencial, particularmente la autoconstrucción, según el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP). Al cierre de 2024, la inversión privada apenas crecería un 2.5%. Sin un buen desempeño de la inversión privada no se generan los recursos necesarios para atender las urgencias de la población en materia de acceso a servicios básicos.

El nuevo ministro también apuesta por un shock regulatorio que, además de impulsar el desarrollo de negocios, rompa con la burocracia estatal que mantiene paralizadas obras que la población, más aún en el interior del país, espera desde hace cinco o más de diez años. Por ejemplo, en el sector minería, la rigidez burocrática impone serias restricciones a la inversión en exploración. Un certificado ambiental, cuyo plazo oficial oscila entre 30 y 90 días hábiles suele extenderse por años. Entre 2022 y 2024, 49 de 55 proyectos quedaron fuera de la cartera de exploración minera, 43 de ellos por cambios regulatorios y seis más debido a la excesiva carga burocrática.

El titular del MEF ha tenido reuniones de trabajo con empresarios, congresistas, gobernadores regionales y alcaldes, en una agenda bastante activa. Incluso ha hecho mención a la necesidad de ser fiscalmente ordenados. Recordemos que, por segundo año consecutivo, se rompió la regla fiscal, lo que no habla muy bien de la administración anterior en el manejo responsable de la política fiscal. En colmo de males, la gestión anterior del MEF no les hizo contrapeso a las iniciativas populistas del Congreso de la República, no las observó ni mucho menos las denunció ante el Tribunal Constitucional. El artículo 79 de la Constitución es claro en eso “los representantes ante el Congreso no tienen iniciativa para crear ni aumentar gastos públicos, salvo en lo que se refiere a su presupuesto”.

Este es un nuevo aliento para el MEF. Un MEF que debe recuperar la fuerza y el liderazgo perdidos por años. Un MEF que no solo debe ser escuchado, sino también atendido y acompañado por los demás ministerios. Una agenda económica como la que plantea el ministro Salardi es el camino correcto. Si bien el resultado de sus acciones se verá en el mediano o largo plazo, como sucede regularmente en políticas públicas, lo cierto es que, de manera inmediata, viene dando señales positivas.

Podemos crecer a tasas de 5% o más de manera sostenida. Tenemos con qué. El nuevo MEF lo sabe.

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