El productor y percusionista peruano-estadounidense Tony Succar ha marcado un hito en la industria musical con su innovador enfoque en la salsa y la fusión de géneros. Conocido por su talento y perseverancia, logró lo que pocos han conseguido: obtener los derechos de canciones de Michael Jackson para su proyecto “Unity: The Latin Tribute to Michael Jackson”. Esta hazaña, que le tomó cinco años, le permitió trabajar con Universal Music y consolidarse como una figura clave en la música latina.
En una entrevista para el canal de YouTube La Lengua, el compositor relató los desafíos que enfrentó para materializar su sueño. Desde la búsqueda de contactos hasta la lucha contra constantes negativas, su camino estuvo lleno de obstáculos. Sin embargo, su pasión y determinación lo llevaron a convencer a uno de los abogados más influyentes de la industria para obtener la licencia oficial.
Un homenaje que comenzó como un sueño ambicioso
La idea de “Unity: The Latin Tribute to Michael Jackson” nació mientras Succar estudiaba en la Florida International University. Su intención era rendir homenaje al icónico cantante con una propuesta que fusionara la salsa y otros ritmos latinos con los clásicos de Jackson. Sin embargo, antes de avanzar con el proyecto, debía superar un gran obstáculo: conseguir los derechos de las canciones.

Inicialmente, el productor intentó obtener la licencia a través de abogados especializados en propiedad intelectual. “Fue un proceso largo y complicado porque la respuesta siempre era ‘no’”, contó en su entrevista. Al fallecer Michael Jackson en 2009, sus derechos pasaron a un equipo legal que protegía los ingresos destinados a sus hijos. Esto dificultó aún más la posibilidad de recibir la aprobación.
A pesar de las negativas, Succar no desistió. Buscó nuevas estrategias y conexiones que lo acercaran a su objetivo. Su tenacidad lo llevó a contactar con la madre del artista, Katherine Jackson, estaba a la espera a que su apoyo influyera en la decisión de los administradores de la herencia. Aunque recibió su respaldo, ella no tenía autoridad legal sobre los derechos musicales de su hijo, lo que significó un nuevo revés en su camino.
La estrategia que cambió el rumbo del proyecto
Después de varios intentos fallidos, Succar encontró una nueva oportunidad gracias a un contacto inesperado. A través de un amigo, conoció al publicista de Carlos Santana, quien le presentó a John Branca, el abogado que manejaba los derechos de Michael Jackson. “Cuando supe quién era, no dudé en comprar un pasaje a Los Ángeles y presentarme en su oficina sin cita previa”, narró el productor.

Al llegar al despacho de Branca, no logró una reunión inmediata, pero dejó su propuesta en manos de la recepcionista. Dos semanas después, recibió una respuesta positiva. “Fue un momento increíble. Me dieron dos minutos para explicar mi idea, y en ese tiempo tuve que demostrar que esto no era solo un tributo más, sino algo realmente especial”, afirmó.
El abogado quedó impresionado con la pasión y el profesionalismo de Succar, por lo que accedió a otorgarle la licencia bajo condiciones estrictas. Entre ellas, se encontraba la prohibición de utilizar imágenes o el nombre de Michael Jackson sin previa autorización. Con este permiso asegurado, el productor pudo finalmente llevar su proyecto a una escala internacional.
Del esfuerzo a los Latin Grammy
La perseverancia de Succar no solo le permitió obtener los derechos de las canciones, sino que también lo llevó a firmar con Universal Music, una de las compañías discográficas más influyentes del mundo. Gracias a esta colaboración, “Unity” se convirtió en un éxito y le abrió puertas en la industria musical.

El álbum reunió a reconocidos artistas latinos, quienes reinterpretaron los éxitos de Jackson en versiones con arreglos tropicales. Entre las canciones incluidas en el disco, destacaron “Smooth Criminal”, “Billie Jean” y “Thriller”. La fusión de estilos y el respeto por la esencia del artista original hicieron que el proyecto recibiera elogios tanto del público como de la crítica.
El reconocimiento no tardó en llegar. En 2019, Succar se convirtió en el ganador más joven del Latin Grammy en la categoría “Productor del Año” y también obtuvo el premio a “Mejor Álbum de Salsa” por su disco “Mas de Mí”. “Nunca imaginé llegar hasta aquí. Todo comenzó con una idea, pero la clave fue nunca rendirse”, expresó en su discurso de premiación.
El legado de su familia y su visión en la música
El talento de Tony Succar no es casualidad. Desde pequeño, creció en un ambiente musical influenciado por su familia. Su padre, también músico, fue su maestro y principal motivador. “Mi papá siempre ha sido visionario. Cuando llegamos a Estados Unidos como inmigrantes, enfrentamos mucha discriminación, pero él nunca dejó de luchar”, comentó en la entrevista con La Lengua.

Hoy, su padre, con 66 años, sigue aprendiendo y estudiando negocios, lo que inspira aún más a Succar en su camino profesional. “Me motiva verlo con esas ganas, esa fuerza”, agregó. Esta enseñanza se ha reflejado en su propia carrera, donde la innovación y la búsqueda de un estilo propio han sido constantes.
En lugar de seguir las fórmulas tradicionales de la salsa, Succar apostó por crear su propio sonido. “No quería sonar igual que las bandas de Puerto Rico o Cuba, quería algo distinto”, explicó. Esta visión le ha permitido consolidarse como un referente de la música latina, ya que lleva su propuesta a diferentes escenarios del mundo.
Un hito en la historia de la música peruana
En febrero de 2025, Tony y su madre, Mimy Succar, lograron un reconocimiento sin precedentes para la música peruana. En la 67.ª edición de los premios Grammy, celebrada en Los Ángeles, su álbum Alma, corazón y salsa obtuvo el galardón a Mejor Álbum Tropical Latino. Fue la primera vez que un artista peruano se llevaba una estatuilla en la categoría de los premios anglosajones.

El reconocimiento no solo resaltó el talento de los Succar, sino que también representó un triunfo para la comunidad migrante. La familia, que había dejado el Perú cuando Tony tenía apenas dos años, había construido su camino en la música desde cero en Estados Unidos, enfrentó desafíos y rompió estereotipos.
“La felicidad es ver a tu familia brillar”, expresó Tony en el discurso de aceptación del premio. En ese momento, Mimy, conmovida hasta las lágrimas, agradeció la oportunidad de haber regresado a la música de la mano de su hijo.