No es Colombia ni Brasil: Este es el único país de América Latina que logró revertir la deforestación

Mientras el mundo pierde ecosistemas a un ritmo alarmante por la tala y los incendios forestales, un país de Latinoamérica ha conseguido revertir el daño y atraer millones en financiamiento internacional sin depender de la extracción de recursos naturales

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Este país ha demostrado que
Este país ha demostrado que es posible crecer económicamente sin destruir los recursos naturales. Composición: Infobae Perú

Mientras gran parte de América Latina enfrenta una alarmante crisis de deforestación, con Brasil, Bolivia y Paraguay entre los países con mayores pérdidas de bosques en el mundo, Costa Rica se ha convertido en una excepción sorprendente. Es el único país de la región que ha logrado no solo detener la deforestación, sino revertirla. Gracias a una combinación de enfoques, Costa Rica ha triplicado su cobertura forestal desde los años 80. Actualmente, casi el 60% de su territorio está cubierto por bosques, un cambio radical para un país que, en 1987, había reducido su selva a solo un 21% del territorio.

El éxito costarricense no es casualidad. Se basa en un modelo que ha demostrado que es posible crecer económicamente sin destruir los recursos naturales, un mensaje clave para el resto del mundo en plena crisis climática. En América Latina, la deforestación es una crisis sin freno. Brasil, Colombia , Argentina y Paraguay están entre los países con mayor pérdida de bosques en el mundo, según datos de Global Forest Watch. La tala ilegal, la expansión agrícola y los incendios forestales han llevado a una disminución alarmante de la selva amazónica y otros ecosistemas esenciales.

  • Brasil ha perdido más de 9.400 km² de la Amazonia solo en 2022.
  • Colombia ha destruido el 51% de su bosque primario en las últimas dos décadas.
  • Paraguay y Argentina han visto desaparecer más del 25% de sus bosques en una década.

¿Cómo logró Costa Rica marcar la diferencia? Con un enfoque basado en tres pilares: regulación estricta, incentivos financieros y apoyo internacional.

La clave del éxito: proteger los bosques y hacer que sea rentable

Un ejemplar de la llamada
Un ejemplar de la llamada "rana azul" o "rana de cafetal" (Agalychnis annae) trepa por una rama en una porción protegida de la selva en las afueras de San José, Costa Rica, el 24 de agosto de 2022. Costa Rica pasó de tener una de las tasas de deforestación más altas del mundo en la década de 1980 a convertirse en una nación centrada en el ecoturismo, que seduce a viajeros de todo el mundo con la posibilidad de pasear entre reservas marinas y bosques nubosos en un solo día. (AP Foto/Moisés Castillo)

Costa Rica no siempre fue un referente en conservación. En las décadas de 1940 a 1980, el país perdió más de la mitad de su bosque maduro debido a políticas que incentivaban la deforestación para expandir la agricultura y la ganadería. La situación llegó a tal punto que, en 1987, la cobertura forestal cayó a un mínimo histórico del 21%.

El giro comenzó en los años 90 con dos decisiones clave:

  • La Ley Forestal de 1996, que prohibió la tala sin permiso y estableció fuertes sanciones para la deforestación ilegal.
  • El programa de Pagos por Servicios Ambientales (PSA), que paga a los propietarios de tierras para conservar los bosques en lugar de talarlos.

El PSA ha sido un éxito rotundo. Financiado en parte con impuestos a los combustibles fósiles, ha permitido que más de 18.000 familias costarricenses reciban ingresos por mantener y restaurar áreas boscosas. Este modelo ha sido replicado por otros países y ha convertido a Costa Rica en un referente mundial en conservación. Gracias a estas políticas, el país pasó de un 21% de cobertura forestal en 1987 a casi el 60% en 2020.

A diferencia de otros países que dependen de la extracción de recursos naturales, Costa Rica ha construido una economía basada en la sostenibilidad. El país ha logrado acuerdos con el Banco Mundial, el Fondo Verde del Clima y la coalición LEAF, que reconocen económicamente la captura de carbono de sus bosques. Por ejemplo, en 2020, Costa Rica recibió 54,1 millones de dólares por la absorción de 14 millones de toneladas de CO₂ entre 2014 y 2015.

  1. El PIB del país creció más de 13 veces desde 1987, pasando de 4.533 millones de dólares a más de 61.520 millones en 2020.
  2. El ecoturismo representa más del 8% del PIB y atrae a millones de visitantes cada año.
  3. La venta de bonos de carbono y acuerdos internacionales han generado más de 135 millones de dólares en financiamiento en los últimos dos años.

Además, en 2021, Costa Rica ganó el premio Earthshot Prize, otorgado por el Príncipe Guillermo de Inglaterra, por su éxito en la reforestación.

El futuro: neutralidad de carbono y nuevos desafíos

Fotografía aérea tomada con un
Fotografía aérea tomada con un dron del lago con especies vegetales Vitoria Regia, en Brasil, en una imagen de archivo. EFE/ Isaac Fontana

A pesar de sus logros, Costa Rica enfrenta nuevos desafíos. El país se ha comprometido a ser carbono neutral para 2050, lo que significa que deberá seguir innovando en políticas ambientales.

Algunas de las estrategias incluyen:

  • Expansión del PSA a ecosistemas marinos, para proteger los océanos.
  • Desarrollo de sistemas agroforestales y silvopastoriles para regenerar suelos degradados.
  • Reducción progresiva de los vehículos de combustión fósil, reemplazándolos por eléctricos y de hidrógeno verde.

Además, el país deberá encontrar nuevas formas de financiamiento, ya que los ingresos por impuestos a los combustibles fósiles disminuirán a medida que la economía se descarbonice.

Costa Rica ha demostrado que es posible detener la deforestación y, al mismo tiempo, crecer económicamente. Su modelo es una referencia para otros países que buscan equilibrar el desarrollo con la protección ambiental. Mientras América Latina sigue perdiendo bosques a un ritmo alarmante, Costa Rica ofrece una alternativa viable. Su éxito envía un mensaje claro al mundo: proteger los bosques no solo es posible; también es rentable y esencial para el futuro del planeta.

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