Tres centros poblados del distrito de Pariahuanca, en Huancayo, quedaron incomunicados luego del colapso del puente Mio Tambo, que cedió ante la crecida del río Huaracayo. La estructura, con más de 40 años de antigüedad y visibles signos de deterioro, perdió al menos 25 metros, según reportes de Defensa Civil.
El alcalde de Pariahuanca, Nelson Quispe, señaló que, pese a las alertas previas sobre el estado del puente, no se realizaron intervenciones para reforzar la estructura. Ahora, con la caída del viaducto, se implementará un badén provisional para restablecer parcialmente el tránsito en la zona.
“El día de hoy se va a realizar un pequeño badén provisional para que algunos vehículos puedan pasar el sector. No se han podido realizar trabajos, porque el caudal del río está bastante fuerte, tampoco hacer pasar las maquinarias”, indicó la autoridad edil a RPP.
Agricultores y otros pobladores afectados
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Los efectos de la crecida del río Huaracayo también han impactado a los agricultores de los centros poblados de Huaychula, Chaquicocha y Arma. Cultivos de palta y maíz han sido arrasados por el agua, mientras que algunos productores han reportado la pérdida de colmenas de abejas, afectando su producción.
La situación no se limita solo a Pariahuanca. Las autoridades han alertado que el puente Pucará, que cruza el río Chanchas, también se encuentra en peligro de colapsar debido a la fuerza del agua. Además, varios pobladores de los distritos de Comas y Andamarca, en la provincia de Concepción, así como Santo Domingo de Acobamba, en Huancayo, enfrentan dificultades de movilidad por la afectación de carreteras causada por las intensas lluvias en la región Junín.
Ante esta situación, se espera una pronta respuesta de las autoridades para evaluar los daños y establecer soluciones que permitan garantizar la conectividad en las zonas afectadas.
Casas inundadas y colapsadas
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Las fuertes lluvias que afectan diversas regiones del país continúan provocando graves daños materiales y riesgos para las comunidades. En el caso de Cajamarca, las precipitaciones han ocasionado inundaciones, el colapso de viviendas y la interrupción de carreteras y cultivos, generando una emergencia que mantiene movilizadas a las autoridades regionales y locales. Según los informes del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), el panorama no mejorará en el corto plazo, ya que se espera que las lluvias persistan en los próximos días.
El impacto de estas lluvias ha sido especialmente severo en las provincias de Jaén y Celendín, donde al menos 18 viviendas han sido afectadas, según declaró Fiorella Alvarado Cosavalente, directora de Defensa Nacional del Gobierno Regional de Cajamarca. De estas viviendas, 15 han quedado inundadas y tres han colapsado por completo, dejando a varias familias desplazadas y en situación vulnerable.
En Jaén, las precipitaciones alcanzaron los 55 milímetros entre las 20:00 y las 22:00 horas, afectando gravemente a sectores como Huamantanga, Fila Alta y Sol Divino. Estas localidades han sufrido inundaciones que llevaron a la evacuación de varias familias, además del arrastre de motocicletas y daños a infraestructuras básicas.
20 regiones en alerta
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A partir de hoy, Lima y 19 regiones del Perú se encuentran bajo una alerta naranja emitida por el Senamhi, debido a un aviso sobre la inminente ocurrencia de intensas precipitaciones. Según las autoridades, estas condiciones perdurarán hasta el próximo viernes 21 de febrero.
Frente a esta situación, se ha emitido un llamado a la población y a los gobiernos locales para implementar medidas preventivas que mitiguen los riesgos asociados con este clima severo.
En este contexto, las regiones de Áncash, Ayacucho y Huancavelica presentan un nivel de riesgo particularmente alto, según las autoridades. Dichas áreas, junto con otras regiones como Cajamarca, Piura y Cusco, son señaladas como las más vulnerables a las consecuencias de este fenómeno, que se espera afecte directamente la infraestructura y ponga en peligro la seguridad de sus habitantes.