Rodrigo Falcón, expareja de la extrabajadora parlamentaria Andrea Vidal, reveló ante la Policía Nacional (PNP) que, “en alguna oportunidad”, tuvo un encuentro con el exjefe de la Oficina Legal del Congreso, Jorge Torres Saravia, principal implicado en una presunta red de prostitución dentro del Parlamento.
Falcón, quien se presentó como “estratega de negocios en el banco Interbank” y aseguró percibir un salario mensual de “6,000 soles”, relató que fue presentado por Vidal a su jefe en su último día de trabajo, en septiembre de 2024.
Según su declaración, difundida este lunes por la periodista Milagros Leiva, el encuentro ocurrió porque había ido a recoger las pertenencias de su expareja a la sede legislativa. Recordó que Torres Saravia se encontraba en una reunión, pero cuando esta terminó, Vidal se lo presentó brevemente.
Al ser interrogado si la abogada estaba involucrada en actividades de trabajo sexual, Falcón fue tajante en su respuesta: “No tengo conocimiento”. La misma negativa dio cuando los agentes le consultaron si mantenían una relación de pareja abierta.
De acuerdo con el documento policial, los investigadores encontraron mensajes comprometedores en uno de los teléfonos que Vidal llevaba el día en que fue atacada a balazos mientras viajaba en un taxi por el distrito de La Victoria.
Falcón explicó que los textos se referían a una fantasía sexual que ambos habían creado, en la cual él se describía como “un actor porno”. Además, señaló que en la lista de contactos del teléfono de su expareja figuraban personas que ambos habían conocido en discotecas y bares de Barranco y Miraflores.
“Estos contactos los registramos Andrea y yo de personas que conocimos durante nuestra relación... German, Juan, Andree, no recuerdo quiénes más. Los que mencioné, más el mío y el de Andrea, los grabé yo; el resto los registró ella. Eran amigos que conocimos”, detalló.
“A Juan lo conocimos en una discoteca Noise hace tres meses, yo estaba bailando con Andrea y se sumó al baile porque estaba dando shots, Andrea guardó su número en su teléfono personal (...) con respecto a German él se encontraba en un box de Bazar (...) nos llamó, dijimos entre nosotros ‘trago gratis’, fuimos y lo conocimos (...) y con respecto a Andree, ya conocía a Andrea no sé en qué circunstancias, ella me presentó cuando fuimos al bar Graffitería de Miraflores”, agregó.
Los agentes también hallaron un mensaje que decía: “(hay que) sacarnos los exámenes en el lab”, a lo que Falcón aclaró que esta frase formaba parte de las bromas que solían compartir con estos contactos. Además, indicó que Vidal había llamado a esta persona para hablar sobre una dinámica sexual que incluía “unos exámenes para prevenir enfermedades”.
Entrega sospechosa
En otro momento de su declaración, el administrador relató que el 10 de diciembre de 2024, el mismo día en que su expareja fue atacada, le regaló un iPhone. Explicó que ella activó la función de ubicación en tiempo real “de forma voluntaria” porque ambos usaban el teléfono “alternadamente”. El dispositivo fue entregado con un chip separado, cuyo número Falcón no recordó, aunque mencionó que fue cancelado una semana después.
“Habíamos quedado que ese celular iba a ser para uso personal de la relación porque teníamos planes a futuro, queríamos proyectarnos, casarnos. También íbamos a agregar algunos amigos cercanos. Ese día agregamos a 10 contactos. Estaba realizando trabajo remoto en ese momento”, explicó.
Añadió que a las 4:45 p.m. se dirigieron a la plaza San Miguel para ver una película. Después, salieron del lugar y regresaron a su casa. “No recuerdo quién pidió el taxi, pero llegó en unos minutos. Nos fuimos hacia mi casa, estuvimos allí un rato, y luego ella pidió su taxi alrededor de las 8:30 de la noche”, relató.
Durante el trayecto, ambos se comunicaron por WhatsApp hasta las 9:00 p.m. En ese intercambio, ella le informó que le avisaría cuando llegara a su casa. Sin embargo, a las 9:30 de la noche, Falcón se dio cuenta de que no había recibido ningún mensaje y consideró, según su relato, que quizás Vidal estaba cenando con sus padres.
Esperó 20 minutos y luego se comunicó con el padre de la abogada para preguntarle si “había llegado bien”. En ese momento, Vidal ya había sido acribillada. Permanecería en cuidados intensivos casi una semana hasta su deceso, un hecho que destapó la presunta red de prostitución dentro del Congreso.
