Escándalo en hospitales del Minsa: denuncian negligencias, falta de especialistas y pacientes expuestos a heces de perros

Cada año, los hospitales del Ministerio de Salud (Minsa) enfrentan una crisis que impacta tanto a los pacientes como al personal médico. A pesar de los cambios en la gestión, la atención sanitaria en el Perú sigue siendo una de las más deficientes. Prueba de ello son los recientes casos reportados en diversos hospitales bajo la administración del ministro César Vásquez Sánchez.

En el Hospital Sergio Bernales de Comas, destinado a la atención de un aproximado de 900 mil habitantes de Lima Norte, una bebé de 16 días cayó de una incubadora, y un recién nacido sufrió quemaduras de tercer grado durante su aseo. Ambos casos vienen siendo investigados, sin embargo, causa indignación que los responsables de este nosocomio hayan intentado ocultar la gravedad de los hechos, minimizando las lesiones sufridas de los recién nacidos.

La familia del bebé afectado por quemaduras denunció que el personal del hospital alegó que se trataba de una simple escaldadura. Sin embargo, un informe médico realizado en otro centro de salud confirmó que el menor sufrió quemaduras de tercer grado en la cadera y el miembro inferior. El director del hospital, César Augusto Baltazar, aseguró que la lesión pudo haber sido causada por fricción durante la limpieza, pero el documento contradice esta versión.

“En lo que hemos investigado, la persona que estaba encargada del bebé, como el bebé cuando nace salió con bastante meconio, empezó a limpiar, a friccionar la zona y lo envolvió. Al día siguiente, cuando pasaron visita, encontraron ampollas”, dijo el galeno.

Marco Almerí, especialista en Salud Pública, declaró a Infobae Perú que el personal del servicio de neonatología habría incurrido en una grave falta no solo por la quemadura sino también por ocultar la información a la madre. Además, se encubrieron estos hechos, lo que podría dar lugar a una investigación por omisión de funciones o encubrimiento de negligencia médica contra el director del hospital.

Además de la negligencia en la atención, el programa Punto Final reveló que el hospital enfrenta condiciones insalubres que ponen en riesgo la salud de los pacientes. En su interior, se acumula basura y los servicios higiénicos presentan serias deficiencias, con inodoros atorados y lavaderos cubiertos de moho y hongos. A esto se suma la presencia de perros y gatos que deambulan libremente por diversas áreas, dejando excremento incluso en espacios destinados a la atención médica.

Una mujer sostuvo que su familair se ha contagiado dos veces de una infección y ahora de meningitis en el cerebro mientras se encontraba hospitalizado. También se conoció que el personal ha denunciado la falta de insumos para realizar sus labores en ambientes de de suma importancia.

Almerí sostuvo que este nosocomio no debería seguir en funcionamiento desde hace mucho y que los pacientes en estado crítico deben ser trasladados a otros hospitales. Además, de la necesaria intervención de la Superintendencia Nacional de Salud (SUSALUD) para que supervise el cumplimiento de protocolos de seguridad.

Mientras estos problemas persisten, en Matucana, el Hospital San Juan de Matucana, construido con tecnología de punta, con una inversión de más de 311 millones de soles y entregado a fines de enero, sigue sin funcionar. Aunque sus instalaciones están listas, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) aún no aprueba el presupuesto necesario para contratar personal médico y fue esta la razón por la que la presidenta Dina Boluarte decidió no inaugurarlo el pasado 11 de febrero.

“De lo que se trabajó tanto en un moderno hospital para toda la provincia de Huarochirí, es lamentable que se haya hecho tanta inversión, que se haya puesto tanto trabajo para lograr la construcción de este hospital, y sea ahora solo un cascarón”, lamentó un ciudadano de la zona para el programa de Latina.

Esta situación ha provocado una drástica reducción en la disponibilidad de citas médicas. Según corroboró el dominical, muchos pacientes no reciben atención debido a la falta de especialistas, lo que los obliga a trasladarse a Lima o Huancayo en busca de atención, incrementando los costos y dificultando el acceso a servicios de salud oportunos.

La construcción del hospital, anunciada en 2021, se realizó bajo el Acuerdo de Gobierno a Gobierno con el Reino Unido. Según un entrevistado, el gobierno solo debía encargarse del personal, ya que el plan médico funcional y el presupuesto estaban definidos desde hace más de dos años, pero no se han gestionado adecuadamente. Por su parte, una exregidora de Matucana indicó que el Ministerio de Salud ya aprobó el presupuesto y lo remitió al Ministerio de Economía y Finanzas, por lo que se espera su disponibilidad recién en una semana.

Otro hecho que evidencia la precariedad del sistema de salud ocurrió el 9 de febrero, cuando una falla en el sistema de agua del Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN) inundó el área de pediatría oncológica. Pacientes con cáncer tuvieron que ser evacuados de emergencia, y pese a que el director de dicho establecimiento aceptó responder a las preguntas del medio, luego decidió no dar explicaciones claras sobre lo sucedido.

A todas estas situaciones se suman las denuncias recurrentes: la escasez de medicamentos esenciales para tratar diversas patologías, tiempos de espera de hasta dos meses para análisis de laboratorio y consultas médicas, la ausencia de un sistema virtual que permita programar citas y reduzca los traslados innecesarios, infraestructuras deterioradas que ponen en riesgo la seguridad de los pacientes y el personal, así como la falta de operatividad o incluso la inexistencia de equipos médicos fundamentales para una atención adecuada.

El estado del hospital Segio Bernales, con más de 100 años de antiguedad, no es un problema del cual no tenía conocimiento el ministro Vásquez. En los primeros meses del 2024, el titular del Minsa anunció la modernización de este y otros nueve nosocomios cuyas infraestructuras presentan un grave deterioro y requerían una renovación urgente. A ello se suma las exposiciones que han realizado los medios sobre las deficiencias que se dan en este hospital.

Para Almerí, el Minsa, al no haber tomado medidas oportunas, pone en riesgo vidas y vulnera los derechos fundamentales de la ciudadanía peruana. “Esto puede considerarse una vulneración del derecho de todos los peruanos a la salud y a una atención segura. Esto además podría configurar una falta administrativa grave e incluso responsabilidad penal si hubo negligencia que resultó en daños a los pacientes mencionados”, dijo para este medio.