Esta es la carta más desgarradora que César Vallejo escribió a un amigo después de ser operado en Europa

En 1923, el poeta llegó a París y no regresaría a su país natal. Durante sus primeros años en la capital francesa, sus recursos, siempre limitados, provenían de su trabajo en el periodismo

Guardar
A partir de 1924, Vallejo
A partir de 1924, Vallejo comenzó a escribirle cartas a Pablo Abril. (Composición Infobae: Difusión)

Es cierto que muchos de los temas en los poemas de César Vallejo abordan sentimientos de tristeza. Sin embargo, no se puede reducir su obra a la tristeza únicamente. El poeta aborda cuestiones trascendentales y complejas, como la soledad, la lucha social, la muerte y la esperanza.

En su libro ‘Los heraldos negros’, el vate aborda tópicos como la protesta contra el destino humano, la muerte, el dolor, la sensación de orfandad y el absurdo, todos tratados con un enfoque personal.

En términos estrictos, en las composiciones literarias Los heraldos negros y Espergesia, se reflejan la angustia existencial, la culpa personal y el dolor. Versos como “Hay golpes en la vida, tan fuertes... Yo no sé!” o “Yo nací un día / que Dios estuvo enfermo” ilustran de manera desgarradora la visión del literato sobre la experiencia humana.

Poemarios 'Trilce' y 'Los heraldos
Poemarios 'Trilce' y 'Los heraldos negros' del escritor peruano César Vallejo. (EFE/ Paolo Aguilar)

La tristeza en su máxima expresión no solo estaba plasmada en sus libros; también se manifestaba en varios pasajes de su vida cotidiana, donde las dificultades personales y el sufrimiento lo acompañaron de manera constante. Un claro ejemplo de esto son las cartas que le envió César Vallejo a su amigo Pablo Abril de Vivero.

La desgarradora carta que César Vallejo escribió a un amigo

La decisión de César Vallejo de dejar Perú estuvo motivada por su preocupación por el proceso judicial que lo mantuvo preso durante 112 días y que aún continuaba sin resolverse. Además, se encontraba cansado de la mediocridad local y ya tenía su mirada puesta en Europa.

El 13 de julio de 1923, el poeta arribó a París, Francia, y no volvería a su país natal. Durante sus primeros años en la capital francesa, sus recursos, siempre escasos, eran fruto de su trabajo en el periodismo. En ese tiempo, vivió una gran penuria económica, llegando en varias ocasiones a dormir a la intemperie.

Es cierto que muchos de
Es cierto que muchos de los temas en los poemas de César Vallejo abordan sentimientos de tristeza. (Difusión)

A partir de 1924, comenzó a escribirle cartas a Pablo Abril de Vivero, quien residía en Madrid, España. De todas las misivas enviadas, una sobresale por su tono fatalista, reflejado en su contenido.

En el libro “Cartas: 114 cartas de César Vallejo a Pablo Abril de Vivero”, publicado por encargo de la Librería Editorial Juan Mejía Baca, se puede leer el texto que escribió el literato nacido en Santiago de Chuco a su amigo Pablo.

Mi querido Pablo:

Parece que la mala suerte sigue empecinada en herirme. Esta carta la escribo desde el hospital de la Charité, Sala Boyer, cama 22, donde acabo de ser operado de una hemorragia intestinal. He sufrido, mi querido amigo, veinte días horribles de dolores físicos y abatimientos espirituales increíbles. Hay, Pablo, en la vida horas de una negrura negra y cerrada a todo consuelo. Hay horas más, acaso, mucho más siniestras y tremendas que la propia tumba. Yo no las he conocido antes. Este hospital me las ha presentado, y no las olvidaré.

Ahora, en la convalecencia, lloro a menudo por no importa qué causa cualquiera. Una facilidad infantil para las lágrimas, me tiene saturado de una inmensa piedad por todas las cosas. A menudo me acuerdo de mi casa, de mis padres y cariños perdidos. Algún día podré morirme, en el transcurso de la azarosa vida que me ha tocado llevar, y entonces, como ahora, me veré solo, huérfano de todo aliento familiar y hasta de todo amor. Pero mi suerte está echada. Estaba escrito. Soy fatalista. Creo que todo está escrito.

Dentro de seis u ocho días más creo que saldré del hospital según dice el médico. En la calle me aguarda la vida, lista, sin duda, a golpearme a su antojo. Adelante. Son cosas que deben seguir su curso natural, y no se puede detenerlas.

He leído la bondadosa respuesta del Sr. Leguía, sobre la beca. Ojalá no me la quiten de las manos. Ya, cuando esté mejor, le escribiré al señor Leguía, agradeciéndole. De todas maneras, le ruego, mi querido Pablo, no descuidarse de asegurar la beca.

Desde mi lecho de infortunio, le envío mi abrazo fraternal y agradecido.

Portada del libro “Cartas: 114
Portada del libro “Cartas: 114 cartas de César Vallejo a Pablo Abril de Vivero” y carta con la letra de César Vallejo.

La carta está fechada el 19 de octubre de 1924, año en el que Vallejo fue hospitalizado en París. Pasó más de un mes en reposo en el hospital. Es importante señalar que durante la última semana de su internamiento, fue sometido a una operación y sufrió algunas complicaciones de salud.

“Me vino de nuevo una hemorragia, que por poco carga conmigo. La noche del domingo 27, pudo haber sido fatal”, se lee en una carta escrita por el poeta el 5 de noviembre de 1924.

Por otro lado, el autor de ‘Los heraldos negros’ tenía la intención de regresar a Perú, como lo demuestra la carta que le escribió a su amigo. “Pero yo le ruego, Pablo querido, me haga usted el favor de recomendar a Lima se me dé el pasaje a la mayor brevedad, y recomendar también a Londres se me dé en efectivo el valor de ese pasaje. Con ese dinero podré vivir hasta que se me conceda la beca de España, que esperamos para enero”, reza la misiva.

Es menester señalar que Pablo Abril, hermano del poeta Xavier Abril y diplomático peruano, fue también poeta y escritor. Durante sus estancias en Europa, ambos intercambiaron correspondencia. En diversas ocasiones, el diplomático apoyó económicamente a Vallejo.