El alcalde Mario Reyna fue protagonista este domingo de un controvertido incidente durante el cierre del Festival Nacional de la Marinera, un evento celebrado en el complejo deportivo Chan Chan y organizado por la Municipalidad Provincial de Trujillo. Según imágenes difundidas en redes sociales, el burgomaestre participó activamente en la celebración, con una botella de cerveza en mano, mientras la ciudad enfrenta una creciente ola de criminalidad.
Durante el evento, Reyna subió al escenario para bailar con el exanimador de Armonía 10, Luis ‘Gato’ Bazán. La escena estuvo marcada por risas, y en un momento, el alcalde recibió un beso por parte del artista. El incidente generó diversas reacciones, especialmente debido a las recientes propuestas del alcalde, como el cierre de locales a la 1:00 a.m., medida que podría afectar la reactivación económica, y su negativa a permitir la realización de la Feria del Libro en la Plaza de Armas.
El burgomaestre, quien ha sido mencionado como posible candidato a la alcaldía por Alianza para el Progreso (APP) en las próximas elecciones municipales, también ha sido criticado por utilizar el evento como una plataforma para su promoción personal. El portal Gente de Trujillo compartió imágenes de lapiceros y pines entregados durante el festival, los cuales incluían el logo del político.
Para este evento, el gerente de Seguridad Ciudadana de la Municipalidad, César Campaña, implementó diversas medidas de seguridad, como patrullaje aéreo mediante drones municipales en el remodelado recinto deportivo. Los agentes de seguridad fueron apoyados por unidades motorizadas, como patrulleros y motos lineales. Además, la central de videovigilancia mantuvo el monitoreo de las cámaras ubicadas en las calles aledañas al complejo.
El espectáculo también contó con una feria gastronómica, en la que participó el reconocido chef ‘Don Pedrito’, así como la presencia de restaurantes locales, que ofrecieron platos típicos como pescados y mariscos, además de una variedad de tragos.
Críticas
Solo un día antes, el 15 de febrero, un grupo de extorsionadores lanzó un explosivo contra un restaurante en la ciudad, una de las más afectadas por la criminalidad en el país. Los atacantes, que llegaron en una motocicleta, arrojaron una dinamita hacia el local, lo que destruyó la puerta del establecimiento.
El propietario del restaurante había recibido amenazas durante un mes. En menos de dos meses de 2025, se han reportado al menos 236 asesinatos a nivel nacional, y Trujillo figura entre las ciudades más golpeadas por la criminalidad.
Los ataques con explosivos, las extorsiones y los secuestros afectan tanto a empresarios como a ciudadanos comunes. De acuerdo con la Policía Nacional (PNP), la violencia responde al accionar de organizaciones criminales como ‘Los Pulpos’, que operan con impunidad pese a los estados de emergencia decretados en la región desde hace casi un año.
Hace unos días, el gobernador regional de La Libertad y líder de APP, César Acuña, minimizó la crisis de seguridad y afirmó que “en Trujillo de diciembre hasta ahora no hay ningún secuestro” a empresarios, sino únicamente amenazas. “Ahora lo que hay es bastante extorsión y las bombas en, en... ¿no?”, titubeó.
Al menos 200 efectivos policiales provenientes del Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM), especializados en operaciones de alto riesgo, llegaron a la ciudad en el mes pasado con el objetivo de combatir el crimen y la violencia. En ese contexto, Acuña agradeció a la presidenta Dina Boluarte por el apoyo y reiteró su afirmación de que Trujillo es una ciudad segura.
Reyna asumió la alcaldía tras la vacancia de su antecesor, César Fernández, quien fue inhabilitado debido a una sentencia consentida o ejecutoriada por un delito doloso. Fernández se encuentra prófugo de la justicia, luego de ser declarado reo contumaz en otros procesos pendientes por difamación.
