Este domingo 16 de febrero prometía ser un día de celebración por el regreso de Shakira a los escenarios de Perú, pero el panorama de su salud no pintaba bien. La abrupta cancelación de su primer concierto en Lima debido a un “cuadro abdominal” se convirtió en un momento de incertidumbre total no solo para sus fanáticos peruanos, sino también para los comerciantes que habían preparado sus productos y servicios para el esperado show de la cantante en el Estadio Nacional de Lima.
La noticia de la suspensión de la esperada presentación provocó una serie de reacciones tanto dentro como fuera del recinto. A las afueras del estadio, los fanáticos ya se encontraban esperando desde temprano para ver a la barranquillera. Las calles cercanas al coloso de José Díaz se llenaron de personas que, bajo el abrasador sol del mediodía, no perdieron la esperanza de ver a su ídola. Incluso, algunos de ellos, acamparon desde el día anterior.
Pero no solo los seguidores se vieron impactados por la situación: los comerciantes que habían planeado su día de ventas también se enfrentaron a la cancelación y la incertidumbre de lo que ocurriría con la reprogramación del evento de la intérprete de ‘Soltera’.
Impacto en los comerciantes: “Estuve desde temprano”
La noticia de la cancelación fue un golpe duro para muchos comerciantes que habían viajado hasta Lima con la esperanza de aprovechar la gran afluencia de público. Entre ellos, estaba una maquilladora profesional que esperaba realizar múltiples servicios de peinado y maquillaje para las asistentes del concierto. “Estuve desde temprano, realicé algunos servicios. Pero hace 1 o 2 horas anunciaron que Shakira estaba enferma y que no se iba a poder dar el concierto”, comentó visiblemente decepcionada.
Esta maquilladora, que había diseñado una variedad de opciones de maquillaje y peinado para las fanáticas de Shakira, explicó que ya tenía clientas separadas para el evento. “Voy a venir igual mañana, no se sabe. Igual voy a venir temprano porque ya tenía clientas separadas, entonces voy a intentar, a ver qué sale mañana”, agregó.
Los comerciantes se encontraron en una situación similar, con todo preparado para atender al público. Stands de merchandising, venta de comida y diversos servicios ya estaban instalados, y los vendedores tenían productos como prendas con la imagen de la cantante, sombreros colombianos y otros recuerdos alusivos al tour mundial “Las Mujeres Ya No Lloran World Tour”.
Los productos y servicios que quedaron en pausa
La preparación para este evento de gran magnitud se notaba en cada rincón cercano al Estadio Nacional. Los vendedores habían dispuesto una amplia variedad de productos y servicios para satisfacer a los miles de asistentes, que esperaban vivir una experiencia única. Entre los artículos más destacados estaban los polos con el nombre de Shakira, gorros con frases alusivas a su tour, sombreros colombianos con los colores de la bandera de Colombia y diversos souvenirs relacionados con el último álbum de la cantante, ‘Las Mujeres Ya No Lloran’.
Además, se ofrecían artículos como imanes para refrigeradora y fotochecks con la imagen del tour mundial. Además, algunos comerciantes tenían preparados servicios como choripanes por 10 soles y espacios para guardar pertenencias o cargar celulares.
Fanáticos afectados por la cancelación de primer concierto
La noticia también dejó desconcertados a los fans, muchos de los cuales habían hecho todo lo posible por conseguir entradas y asistir al show. Un grupo de fanáticas llegó al estadio tan temprano como a las 5:30 de la mañana, vestidas con los mismos atuendos de la artista en su videoclip de “Las de la Intuición”, y habían expresado su emoción por ver, en algunos casos, por primera vez, a Shakira.
Algunos de los seguidores de la intérprete de ‘Ojos Así’ llegaron desde diversas partes del Perú y de Latinoamérica, como Bolivia y Ecuador. Muchos habían acampado desde la madrugada o durante toda la noche en las afueras del Estadio Nacional, con la esperanza de ver a su ídola en el escenario. Sin embargo, el anuncio de la cancelación desató un torrente de emociones encontradas.
