Sting en Lima: Al The Police se le respeta

Con casi 50 años de carrera artística, Sting es una de las grandes leyendas de la música que sigue en constante y febril actividad. Este 26 de febrero se presentará en Lima como parte de su gira 3.0 e integrando un trío, lo que recordará sus años con The Police, con quienes consiguió éxitos como Every Breath You Take, Roxanne, Walking On the Moon o Message in a Bottle. Tras superar leves problemas de salud, llega en plena forma para cantarle al Perú por segunda vez

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Sting en uno de sus
Sting en uno de sus recientes conciertos benéficos en el FireAid de Los Angeles por los incendios en Inglewood, California. REUTERS/Mario Anzuoni

Just a castaway, an island lost at sea, oh/ Another lonely day with no one here but me, oh…” se escuchó en el Intuit Dome de Inglewood, California, la noche del último jueves 30 de enero, cuando un hombre delgado, calzado con botas, jean y cafarena negras hizo su aparición en el escenario ante la euforia de miles de espectadores. La cita fue el Fire Aid Benefit Concert, evento benéfico que reuniría a varias estrellas de la música en solidaridad con las víctimas de los recientes incendios que castigaron diversas zonas de Los Angeles.

More loneliness than any man could bear/ Rescue me before I fall into despair, oh…”, siguió cantando el delgado hombre de negro, segundos después acompañado por una multitud que lo acompañó en un coro ya célebre: “I’ll send an S.O.S to the world/ I’ll send an S.O.S to the world/ I hope that someone gets my/ I hope that someone gets my/ I hope that someone gets my message in a bottle, yeah/ Message in a bottle, yeah…”, una canción que, 46 años después de publicada, parece tan joven como en los 80, igual que su autor e intérprete, nacido un 2 de octubre de 1951 con el nombre de Gordon Matthew Thomas Sumner por el que no parecen pasar los años ni concluir su labor la incipiente calvicie que mostró casi desde el principio de su carrera. Tan entero está ese hombre que toca el bajo con destreza mientras continúa cantando con voz perfectamente afinada y poderosa, que casi nadie imagina que lo hace convaleciente de una infección temporal de garganta.

Solo unos días antes de aquel show, tuvo que cancelar su presentación en los Bass Magazine Awards y anunciar la postergación de dos conciertos de su gira Sting 3.0, en Phoenix, Arizona, y Wheatland, California por los mencionados problemas de salud. Pero ya para la noche del 30 de enero estuvo listo para cantar con la solvencia de siempre.

Sting en peno concierto benéfico
Sting en peno concierto benéfico por los incendios en Inglewood, California. REUTERS/Mario Anzuoni

El Fire Aid Benefit Concert tuvo a artistas legendarios como Joni Mitchell, Stevie Nicks, Graham Nash, Stephen Stills, Rod Stewart, Stevie Wonder o John Fogerty; a poderosos espíritus de los 90, como Alanis Morrisette, Red Hot Chili Peppers, Green Day, Pink, No Doubt o The Black Crowes y a estrellas del presente, entre las que destacaron Lady Gaga, Billie Eilish, Olivia Rodrigo o Katy Perry, quienes brindaron sus shows tanto en el Kia Forum como en el Intuit Dome de California en una jornada doble y gloriosa en la que Sting tuvo tiempo para hacer un dúo con Stevie Wonder en su icónica Superstition.

Poco más de una semana después, el sábado 8 de febrero, Sting se presentó junto a Billy Joel en el Lucas Oil Stadium de Indianápolis para volver a dar una clase maestra sobre lo que es ser una estrella de la música mundial. Esto lo ha dejado listo y entrenado para el inicio de su gira por América Latina, junto al guitarrista argentino Dominic Miller –coautor de Shape of my Heart- y el baterista luxemburgués Chris Maas, que se inició el pasado viernes 14 de este mes en Rio de Janeiro. Un San Valentín ideal para reforzar su romance con América Latina.

Sting tiene más de 70
Sting tiene más de 70 años. | Difusión

Caminando en la luna

A estas alturas, uno se ha acostumbrado a que muchos de los grandes músicos de la historia tengan ya la edad de nuestros abuelitos. Una precisa combinación de elementos, alquimia misteriosa e inexplicable cocinada entre guitarras y amplificadores, logra que a los 70 u 80 años algunas señoras y señores que podrían estar jugando backgammon, ajedrez, póker o bochas con los amigos de antaño, no solo se sostengan sobre un escenario, sino que desplieguen energías y movimientos más usuales en veinteañeros que en quienes peinan canas. Esto se hace más llamativo, por ejemplo, cuando uno piensa en Thomas Mathew Sumner, abuelo de Sting que lo vio iniciar su carrera con The Police en 1977. Aquel buen señor sumaba entonces 78 años, solo cinco más de los que hoy tiene el artista.

Sin embargo, como sucede con otros incombustibles astros del rock que siguen dando batalla desde los escenarios, léase Mick Jagger, Keith Richards, Rod Stewart, Paul McCartney, Cher, Stevie Nicks o Deborah Harry, la edad en Sting parece ser relativa. Quizás tenga que ver el hecho de ser vegano, cultivar sus propias verduras y frutas, alimentarse según las fases de la luna, además de practicar yoga y meditación desde hace muchos años.

Si bien The Police publicó su primer álbum, Outlandos d’Amour, en noviembre de 1978, ya en febrero del año anterior habían grabado un demo con una formación conocida como Strontium 99, donde destacaba una primerísima versión de Every Thing She Does is Magic, que grabarían como la conocemos hoy recién en 1981.

En su infancia, antes de que terminen los años 50, el hallazgo de una desechada guitarra española le dio al pequeño Gordon la primera oportunidad de un contacto íntimo con la música. Para la adolescencia ya componía sus propias canciones y hasta se animaba a tocar en eventos de su Secundaria. De estos años se extrae la anécdota definitiva de su alias, puesto por un amigo suyo tras verlo tocar con una camiseta a rayas negras y amarillas. “Pareces una abeja”, le dijo el amigo. Y como las abejas tienen aguijón, casi de inmediato pasó de Gordon a Sting para sus amigos y más allá. Las noches de los 60 lo tuvieron como cliente frecuente del Club A’Gogo, uno de los más destacados de Newcastle en aquella época –no es gratuito que The Animals le dedicaran una canción-, donde pudo disfrutar a bandas como Manfred Mann o Cream. Ver tocar la guitarra a Eric Clapton fue uno de los hechos que tocó su vida de manera definitiva, afirmando su vocación. Curiosamente, en 1992 grabarían juntos It´s Probably Me, parte de la banda sonora de Arma Mortal 3. Las vueltas que da la vida.

Pero volvamos a los 70. Diciembre de 1976 marcaría el inicio de The Police, entonces junto a Stewart Copeland y Henry Padovani, que sería reemplazado unos meses después por Andy Summer. Los tres, junto al ex bajista de Gong Mike Howlett, conformarán el cuarteto Strontium 90, banda efímera que no logró convencer a ningún productor. Atrás quedaban los días de Last Exit, primer grupo de Sting, y de sus noches tocando en clubes de jazz o donde lo llamaran. Más atrás aún quedarían sus días como albañil, chofer de autobús o maestro de escuela.

Espíritus en un mundo material

Fue en París, aprovechando una noche en que sus compañeros se fueron al cine a ver Star Wars, cuando Sting salió a caminar por la noche bohemia, y le vino un chispazo de esos que erigen carreras enteras: pensó en las bellas prostitutas que deambulaban por la Plaza Pigalle y surgió Roxanne, éxito fundacional de The Police junto a So Lonely –inspirada en No Woman No Cry de Bob Marley- y Can´t Stand Losing You. Además del LP Outlandos d’Amour que contenía estos singles, en los siguientes cinco años lanzarían cuatro álbumes más, todos con éxito en Europa, Estados Unidos y Latinoamérica, gracias al delicioso cóctel de new wave, reggae, punk, jazz y pop con que sazonaron su música. Reggatta de Blanc (1979), Zenyattà Mondatta (1980), Ghost in the Machine (1981) y Synchronicity (1983) forman su legado discográfico, gracias a temas como Message in a Bottle, Walking on the Moon, Don´t Stand so Close to Me, De do do do, De da da da, Spirits in the Material World, Invisible Sun, Wrapped Around Your Finger o Every Breath You Take, su último single. El 4 de marzo de 1984, a causa de los roces y los egos, terminó una etapa gloriosa para la música la noche del último concierto de The Police. El fin sería en la remota Australia, aunque se venía escribiendo desde meses antes. Más tarde, Andy, Stewart y Gordon volverían a reunirse temporalmente –para conciertos de Amnistía Internacional de 1986, el matrimonio de Sting en 1992, el 2003 cuando ingresaron al Salón de la Fama del Rock and Roll o el 2007, cuando interpretaron Roxanne en la entrega de los Premios Grammy-, pero nada fue igual. Ni siquiera cuando aquel mismo 2007 emprendieron una gira de 150 conciertos por todo el mundo para celebrar su carrera. Aunque fueron la banda más exitosa de aquel año, no volvieron al estudio a intercambiar sinergias y genios para grabar nueva música.

The Police: Stewart Copeland, Andy
The Police: Stewart Copeland, Andy Summers y Sting

El músico, el hombre consciente, el activista, el actor

La primera visita de Sting a Lima se concretó hace casi 14 años, cuando el 23 de febrero del 2011 se presentó ante 20 mil personas en el Estadio Monumental para un concierto espectacular en el que estuvo acompañado por 45 músicos de la Orquesta Sinfónica Nacional. Aquella noche inolvidable interpretó varios temas de su repertorio solista y de los éxitos con The Police. Ese mismo 2011 se cumplieron 30 años de la primera aparición en vivo del artista en solitario, cuando participó en un evento benéfico de Amnistía Internacional, en los que fueron también sus primeros pasos como artista comprometido con causas justas y universales. “No pertenezco a ninguna iglesia, partido político ni grupo de ningún tipo. Considero que Amnistía Internacional es la organización más civilizada de la historia. Su moneda es la palabra escrita. Su arma es la letra; por eso soy miembro. Creo en su no violencia; creo en su eficacia. Su dignidad y su sentido del compromiso. Su enfoque en los individuos y la concentración y tenacidad con que defienden a los encarcelados por sus ideas le han ganado el cauteloso respeto de los gobiernos represivos de todo el mundo”, ha declarado.

Poco después, en 1982, lanzó su primer single como solista, Spread a Little Happiness, y tomó confianza para el camino que continuaría con The Dream of the Blue Turtles, su primer disco sin The Police, publicado en junio de 1985, y que incluiría temas como If You Love Somebody Set Them Free o Russians, aún hoy importantes en su repertorio en vivo. Aquel mismo mes participó en la grabación de Money for Nothing de Dire Straits, cantando la intro y parte del coro. Así comenzó una carrera individual que se ha hecho cada vez más sólida, tanto por su propuesta musical como por el contenido de sus letras y su compromiso con causas medioambientales (creó la Rainforest Foundation, que, entre otros proyectos en el mundo, apoya la integridad, sostenibilidad y biodiversidad de los bosques peruanos, además de a las comunidades asháninkas), y de derechos humanos. Hoy suma ya 18 álbumes solistas. Recordamos, entre sus temas más destacables, Englishman in New York, They Dance Alone (dedicada a las madres chilenas que perdieron a sus hijos en la dictadura de Pinochet: “Yo las vi en silencio gritar/ No hay otra manera de protestar/ Si dijeran algo más/ solo un poco más/ Otra mujer sería torturada con seguridad”), All This Time, Soul Cages, All for Love (junto a Bryan Adams y Rod Stewart), Shape of my Heart, I’m so happy I can’t stop crying, Brand New Day, My Funny Friend and Me, After the rain has fallen, Fragile (dedicada a las víctimas del atentado en las Torres Gemelas) o What Could Have Been.

Afiche oficial del concierto de
Afiche oficial del concierto de Sting. | Difusión

Al hablar de Sting, por supuesto, no podemos dejar de lado su carrera como actor. Tras su debut en Quadrophenia, la ópera rock de The Who de 1979, ha tenido papeles destacados en la primera versión cinematográfica de Duna (David Lynch, 1984), Giulia e Giulia (Peter del Monte, 1987), Las aventuras del Barón de Munchausen (Terry Gilliam, 1988) o Juegos, trampas y dos armas humeantes (Guy Ritchie, 1998). “Mi trabajo es ser músico. Solo hago películas por diversión”, llegó a decir.

“Me alegro mucho de tener esta manera de expresar, de forma velada y artística, mis sentimientos más íntimos. Mucha gente tiene los mismos sentimientos, pero en otros hay que reprimirlos. Me enorgullece poder convertirlos en objetos que algunas personas encuentran bellos o atractivos”, ha confesado Sting alguna vez. La noche del miércoles 26 de febrero Lima podrá comprobar esos sentimientos íntimos, nuevamente, cuando se presente en Costa 21.

Sting 3.0

Fecha: miércoles 26 de febrero

Hora: 8 p.m.

Lugar: Costa 21 – Costa Verde, San Miguel

Entradas: en Teleticket