
Este viernes 14 de febrero, Lima registró el nivel más alto de radiación ultravioleta (UV) en lo que va del verano, alcanzando un índice de 15 en la estación de Carabayllo, informó el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi). Este valor es considerado “extremadamente alto” dentro de la escala de medición, siendo un riesgo para la salud si no se toman las precauciones adecuadas.
Según indicó la entidad, el aumento en la radiación estaría relacionado con las condiciones de cielo despejado que predominan en la capital, tras las lluvias inusuales que se presentaron el miércoles y que se extendieron por hasta 12 horas consecutivas en algunos distritos.
Radiación extrema y medidas de prevención
Según el Senamhi, la exposición prolongada a niveles de radiación UV como los registrados en Lima puede generar daños severos en la piel y los ojos, aumentando el riesgo de enfermedades como el cáncer de piel y cataratas. Por ello, las autoridades meteorológicas recomendaron a la población evitar la exposición directa al sol entre las 10:00 a. m. y las 3:00 p. m., así como utilizar bloqueador solar, ropa de manga larga, lentes con protección UV y sombreros de ala ancha.

Durante el verano, los índices de radiación ultravioleta suelen alcanzar sus niveles más críticos, especialmente en la región costera. En ese sentido, el Senamhi instó a los ciudadanos a mantenerse informados sobre las condiciones climáticas y a adoptar hábitos de protección para reducir el impacto de la radiación en la salud.
La radiación ultravioleta es un tipo de energía invisible proveniente del sol y su impacto no solo afecta a las personas, sino también al ecosistema. Investigaciones recientes han demostrado que altos niveles de radiación pueden alterar el equilibrio de los océanos, afectar el crecimiento de algunas especies marinas y generar cambios en la composición del suelo.
Ante esta situación, las autoridades meteorológicas continúan monitoreando los niveles de radiación en todo el país y advierten que, debido a las condiciones climáticas actuales, podrían seguir registrándose valores extremos en los próximos días.
Alerta en 23 provincias
De otro lado, el Senamhi advirtió sobre la llegada de lluvias de moderada a fuerte intensidad en la selva peruana, fenómeno que ocurrirá entre el sábado 15 y el lunes 17 de febrero, a pesar de encontrarse en pleno verano. De acuerdo con el pronóstico, estas precipitaciones estarán acompañadas de descargas eléctricas y ráfagas de viento que podrían alcanzar velocidades de hasta 45 kilómetros por hora.

Senamhi estimó que los acumulados de lluvia serán significativos en varias áreas de la región. En la zona central, las precipitaciones podrían alcanzar los 40 milímetros por día, mientras que en la zona sur se prevé una acumulación más elevada, cercana a los 60 milímetros diarios. Entre las regiones identificadas como vulnerables se encuentran Ayacucho, Cusco, Huánuco, Junín, Loreto, Madre de Dios, Pasco, Puno y Ucayali.
En Ayacucho, las provincias de Huanta y La Mar están en alerta, mientras que en Cusco se incluyen las localidades de La Convención, Paucartambo y Quispicanchi. Por otra parte, en Huánuco, las precipitaciones podrían impactar a Huamalíes, Huánuco, Leoncio Prado, Pachitea y Puerto Inca. También se anticipa que zonas como Chanchamayo y Satipo, en Junín, experimenten los efectos de estas lluvias.
Asimismo, Ucayali aparece nuevamente en la lista de regiones afectadas con las localidades de Coronel Portillo, Atalaya, Padre Abad y Purús. En tanto, en Madre de Dios, los efectos de las lluvias podrían golpear a zonas como Tambopata, Manu y Tahuamanu. Finalmente, departamentos como Pasco, particularmente en Oxapampa, y Puno, con las provincias de Carabaya y Sandia, también se enfrentan a la amenaza de este fenómeno climático.