Karina Pacheco: “Ojalá la literatura fuese capaz de evitar que más niños sean sacrificados en nombre del progreso”

La escritora ganadora del Premio Nacional de Literatura conversó con Infobae Perú a propósito de la publicación de “Niños del pájaro azul”

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Karina Pacheco publicó en 2024
Karina Pacheco publicó en 2024 el libro "Niños del pájaro azul". (Foto: Difusión)

Siete relatos conforman el nuevo libro de Karina Pacheco, “Los niños del pájaro azul”. El abuso protagoniza buena parte de estas historias al igual que la mayoría de publicaciones periodísticas difundidas durante los últimos meses. La galardonada escritora conversó con Infobae Perú sobre sus aplaudidas obras de ficción publicadas en un contexto complicado para el Perú.

¿Qué papel cumple la literatura frente a la constante indignación que generan los tantos casos de violencia infantil?

Es una realidad que al leer las noticias nos sentimos estremecidos, pero pasamos a la siguiente página hasta que se convierte en una rutina. Nos quedamos en el titular. El hecho de adentrarte en la ficción a través de los detalles hace que el caso te atraviese. La ficción tiene el poder de llevarte a respirar los aires de los personajes y las situaciones que afrontan.

¿Qué cuento de “Niños del pájaro azul” retrata las problemáticas a atender en la actualidad?

“Las flores de Gwen”. Aunque es una ficción, se basa en los recuerdos de mi mamá sobre dos niños indígenas que llegaron gritando al pueblo. A ella le conmocionó que no les dieran ni una sola pastilla, se los llevaron y nunca más se supo de ellos. La cuestión del desprecio cuando se trata de niños indígenas, me atravesó cuando oí esta historia. No nos hemos desprendido del desprecio a la poblaciones originarias y sobre esto hemos construido nuestra sociedad marcada por la indecencia.

La literatura peruana tiene varios ejemplos de violencia infantil como “Paco Yunque” de César Vallejo y “Los ríos profundos” de José María Arguedas. Son libros que, a pesar de sus años de publicación e importancia literaria, no han logrado despertar una indignación masiva. ¿Teme que este también sea el destino de este libro?

Con que haya un solo lector puedo estar satisfecha. Sería extraño pedirle a la literatura que se convierta en un instrumento de transformación social y de revolución política. He sido tocada por “Paco Yunque”, “Los ríos profundos”, “Los gallinazos sin plumas”, “La violencia del tiempo”, “Aves sin nido” y muchos otros textos. No es algo que muera en el papel. Ojalá la literatura fuese capaz de evitar que más niños sean sacrificados en nombre de eso que llamamos progreso.

"Niños del pájaro azul" es
"Niños del pájaro azul" es una publicación de Penguin Random House. (Foto: PRH)

Estos cuentos han sido escritos en Ruanda. ¿Qué tan útil fue la distancia con el Perú?

El momento de escribir me exige aislamiento. Estar en el Perú implica enfrentar muchas distracciones mientras que estar lejos del país y mi familia permite que emerjan diversas semillas en la escritura. Trasladarse a otros escenarios permite que emerjan todo lo que no ha podido florecer por el ruido y la preocupación.

¿La atención mediática recibida durante los últimos años ha sido difícil de lidiar?

Tiene una parte buena que es poder tener más acercamiento con los lectores, pero a mayor atención mediática, menos tiempo para leer y reflexionar. El flash te puede deslumbrar y dejar estúpido en el sentido de creerte demasiado. Corres el peligro de quedarte ahí. A mí me encanta ir al campo porque me hace sentir chiquita frente a la inmensidad del mundo. Siempre estoy tratando de recuperar la humildad y asumir la atención que recae sobre mí con responsabilidad. Trato de repetirme en el lenguaje en el que escribo y pensar qué vale la pena escribir. Se puede decir tanto desde la no ficción por los tiempos desafiantes que vivimos que uno se pregunta qué hay para decir desde la ficción.

En una entrevista con la revista “Martín” dijo que todos los peruanos queremos ser blancos. ¿Cómo se traduce esa aspiración en el escenario editorial? Es importante recordar que usted es la prueba de que el centralismo nos privó de conocer su obra por mucho tiempo.

Esa brecha todavía es fuerte y no solo en el mundo editorial, en todos los ámbitos. Hace unos años escribí un ensayo titulado “La diversidad oprimida: centralismo cultural y reivindicaciones excluyentes” y corroboré que en nuestra idea fundacional como república se centralizó todo. Al momento de crear una identidad se ha centralizado todo de una manera perversa. Lo que ocurre en el resto del Perú que no sea Lima no es comunicado, aunque a veces es lo que define la historia nacional.

Karina Pacheco recibió el Premio
Karina Pacheco recibió el Premio Nacional de Literatura 2022 el mismo día que Pedro Castillo dio el golpe de Estado.

¿Desde el mundo editorial ha visto intentos de revertir ese fenómeno?

Darle vueltas al centralismo no es solo denunciar, sino pensar en qué tipo de trabajos haremos. Quedarnos en la denuncia, es olvidar dar el siguiente paso.

¿Dónde se refugiará para escribir el siguiente libro?

Tengo varias ideas, pero la principal reflexión es saber qué me mueve las entrañas, qué me motiva a escribir y cómo hacerlo bien. Quizás sea una novela sobre un dictador o la historia de una mujer dedicada a escarbar en ruinas mayas, pero de lo que estoy segura es que tomará mucho tiempo de investigación.