Estas son las infecciones estomacales que se pueden contraer en la piscina y así es cómo debes prevenirlas

El agua contaminada puede albergar patógenos que, al entrar en contacto con el cuerpo, generan infecciones estomacales

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El agua contaminada puede albergar
El agua contaminada puede albergar patógenos que, al entrar en contacto con el cuerpo, generan infecciones estomacales (Imagen Ilustrativa Infobae)

Las piscinas, aunque son un lugar ideal para el disfrute durante el calor, pueden convertirse en focos de transmisión de enfermedades, especialmente aquellas que afectan el sistema digestivo. El agua contaminada puede albergar patógenos que, al entrar en contacto con el cuerpo, generan infecciones estomacales.

La Dra. Rommy Mayta, médico especialista de B Braun Perú, explica las infecciones más comunes que se pueden contraer en las piscinas y ofrece algunas recomendaciones para evitar que estas arruinen un día de descanso en el agua.

Infecciones estomacales que se pueden contraer en la piscina

La bacteria Escherichia coli, presente
La bacteria Escherichia coli, presente en aguas contaminadas por heces, puede causar diarrea severa y cólicos (Tecnosoluciones Integrales)

Entre las infecciones estomacales que se pueden contraer en la piscina se destacan la gastroenteritis viral, infecciones por E.coli, giardiasis, cólera y shigelosis.

  • Gastroenteritis viral: la gastroenteritis, provocada por virus como el norovirus o el rotavirus, es una de las infecciones estomacales más comunes en ambientes acuáticos. Los síntomas incluyen vómitos, diarrea y dolor abdominal. La transmisión ocurre al ingerir agua contaminada, por lo que la Dra. Mayta recomienda evitar tragar agua mientras se nada.
  • Infecciones por E. coli: la bacteria Escherichia coli, presente en aguas contaminadas por heces, puede causar diarrea severa y cólicos. La Dra. Mayta aconseja evitar nadar si se tiene diarrea y asegurarse de que el agua esté correctamente tratada y filtrada.
  • Giardiasis: provocada por el parásito Giardia lamblia, la giardiasis se transmite a través de aguas contaminadas por heces humanas o animales. La Dra. Mayta destaca que la mejor forma de prevenirla es evitar tragar agua y ducharse antes de ingresar a la piscina.
  • Cólera: el cólera, causado por la bacteria Vibrio cholerae, se caracteriza por diarrea líquida y deshidratación severa. Aunque es menos común en piscinas bien tratadas, el riesgo aumenta en lugares con estándares de higiene deficientes. La Dra. Mayta resalta la importancia de que las instalaciones mantengan rigurosos estándares de higiene y que los bañistas eviten nadar si presentan síntomas digestivos.
  • Shigelosis: causada por la bacteria Shigella, la shigelosis se transmite por contacto con heces infectadas. En las piscinas, esto puede ocurrir si el agua está contaminada o si una persona infectada entra al agua sin una adecuada higiene. Para prevenirla, la Dra. Mayta recomienda no nadar si se está enfermo y asegurarse de que la piscina esté debidamente desinfectada.

Cómo prevenir infecciones estomacales en la piscina

Para prevenir las infecciones estomacales
Para prevenir las infecciones estomacales hay que evitar tragar agua mientras se nada (Freepik)

Para prevenir la transmisión de infecciones estomacales en la piscina se deben tener en cuenta las siguientes recomendaciones:

  • Evitar tragar agua mientras se nada. En caso de hacerlo, inducir el vómito y consumir bebidas hidratantes con 50 miliequivalentes de sodio.
  • Ducharse antes de ingresar a la piscina para eliminar impurezas y reducir la transmisión de patógenos.
  • No nadar si se está enfermo o si se tienen síntomas de diarrea o vómitos.
  • Verificar el estado del agua y confirmar que la piscina cumpla con los estándares de calidad y desinfección.
  • Evitar que los niños pequeños naden si no tienen control total sobre sus evacuaciones.

Otras enfermedades que se pueden transmitir en la piscina

La conjuntivitis es una infección
La conjuntivitis es una infección ocular que puede ser transmitida a través del agua contaminada (Infosalus)
  • Dermatitis de contacto: es una inflamación de la piel causada por la exposición a productos químicos presentes en el agua, como el cloro. El contacto prolongado con el agua tratada puede irritar la piel, provocando erupciones, enrojecimiento e incomodidad. Para prevenirla, es recomendable ducharse antes de nadar, evitar nadar si se tiene la piel irritada y asegurar que los niveles de cloro en la piscina sean adecuados.
  • Infecciones fúngicas: los hongos como Trichophyton y Candida pueden prosperar en ambientes húmedos y cálidos como las piscinas. Estas infecciones, comúnmente conocidas como pie de atleta, se manifiestan como sarpullidos, picazón y ardor en la piel, especialmente en los pies. Para evitar estas infecciones, es importante usar sandalias en las áreas comunes, como vestuarios y duchas, y secar bien el cuerpo después de nadar.
  • Conjuntivitis: la conjuntivitis es una infección ocular que puede ser transmitida a través del agua contaminada. El contacto directo con el agua que contiene bacterias o virus puede provocar enrojecimiento, irritación y secreción en los ojos. Para reducir el riesgo, es esencial evitar nadar si se tiene alguna infección ocular y asegurarse de que el agua de la piscina esté bien tratada.
  • Infecciones respiratorias: el agua de las piscinas, especialmente aquellas mal mantenidas, puede contener microorganismos que afectan el sistema respiratorio. Bacterias como la Legionella pueden causar infecciones pulmonares graves. Es importante asegurarse de que las piscinas estén adecuadamente filtradas y tratadas para evitar la proliferación de estos patógenos.