El río Rímac alcanzó niveles críticos y ahora amenaza con desbordarse en los distritos de Chosica y Chaclacayo. Las lluvias intensas de las últimas horas incrementaron su caudal, lo que llevó al Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) a declarar la alerta roja en estas zonas. La población se encuentra en estado de emergencia ante el riesgo de inundaciones y activación de quebradas.
Según el último reporte de Senamhi, emitido a las 22:00 del 12 de febrero, el río alcanzó un caudal de 120,54 metros cúbicos por segundo, superando los niveles de seguridad. Ante esta situación, la municipalidad de Lurigancho-Chosica dispuso el cierre del puente Caracol, una medida preventiva para evitar accidentes. El personal del Serenazgo patrulla el área y ha colocado cintas de seguridad para restringir el paso.
En Matucana, la activación de la quebrada San Gerónimo de Surco provocó el último miércoles la caída de un huaico, lo que generó alarma entre los habitantes. La fuerza del deslizamiento arrasó con todo a su paso, dejando a la población en estado de incertidumbre. Las autoridades acudieron al lugar, pero debido a la magnitud del desastre, sus acciones fueron limitadas.
Los vecinos solicitaron mayor apoyo delgobierno y señalaron la urgencia de recursos para enfrentar los daños ocasionados. Este evento refuerza la vulnerabilidad de la zona ante los deslizamientos, que históricamente han causado destrucción en la cuenca del río Rímac.
Historial de desastres
Según el especialista ambiental Juan Daniel De la Torre Castro, los huaicos han sido los desastres más devastadores en la cuenca del río Rímac durante las últimas décadas, seguidos por desbordes, deslizamientos y sismos. En 1959, un huaico arrasó con el pueblo de Surco y causó la destrucción del 90 % de las viviendas en Payhua y Chucumayo (Matucana).
En 1983, seis zonas resultaron afectadas: Santa Eulalia, Ricardo Palma, Cocachacra, Surco, Matucana y San Mateo. El huaico destruyó viviendas, vías de comunicación, cultivos y servicios básicos. También paralizó la fábrica de Bata, afectó centros educativos y causó desabastecimiento de alimentos. En 1998, otro desastre impactó cinco zonas, dejando viviendas destruidas y carreteras cortadas. Coincidentemente, estos dos últimos eventos ocurrieron en años con Fenómeno del Niño, fenómeno climático que incrementa las lluvias y el caudal de los ríos.
Problemas de planificación
El especialista adviertió que la magnitud de estos desastres está relacionada con la falta de planificación urbana y el uso inadecuado del suelo. La expansión de asentamientos informales, la deficiente infraestructura y la escasa participación ciudadana han creado un entorno vulnerable.
“La construcción en laderas y cauces de ríos incrementa el riesgo de desastres, lo que se evidencia cada año en esta temporada de lluvias”, señala De la Torre Castro.
Además, criticó la inacción del Estado, que, pese a conocer la recurrencia de estos fenómenos, no ha implementado medidas estructurales efectivas.
Propuesta para mitigar el riesgo
El alcalde de Lurigancho-Chosica, Oswaldo Vargas, insistió en la necesidad de reforzar las márgenes del río mediante la técnica de rocas al volteo. Esta estrategia, utilizada en ingeniería hidráulica, ayuda a estabilizar el cauce y prevenir la erosión del terreno.
Asimismo, indicó que dos ministerios evaluarán la situación para coordinar acciones preventivas. “Es fundamental actuar antes de que ocurran huaicos y desbordes que pongan en riesgo a la población”, señaló Vargas.
De otro lado, el Senamhi también emitió advertencias para otras provincias de Lima, como Huarochirí, Huaura, Oyón, Yauyos, Barranca, Cañete, Cajatambo, Canta y Huaral. El peligro de huaicos y desbordes se extiende a regiones como Áncash, Ayacucho, Cajamarca, Cusco, Apurímac, Arequipa, Huancavelica, Ica, Junín, Lambayeque, Madre de Dios, Moquegua, Piura, Puno y Ucayali.
Ante la persistencia de lluvias y el incremento del caudal de los ríos, las autoridades exhortaron a la población a mantenerse informada y tomar precauciones.