
Entre el 15 y el 17 de febrero, los habitantes de Lima y Callao presenciarán el paso cenital del sol, un fenómeno conocido como ‘día sin sombra’.
El paso cenital ocurre cuando el sol alcanza el punto más alto en el cielo (cenit), por lo que cualquier objeto pegado al suelo deja de proyectar sombras temporalmente.
Aunque comúnmente se cree que el sol se posa directamente sobre nuestras cabezas siempre a mediodía, este evento sucede solo dos veces al año y es exclusivo de latitudes tropicales, es decir, el área del planeta comprendida entre el trópico de cáncer y el trópico de capricornio, las cuales están separadas por la línea ecuatorial.
Por ello, en el continente americano, los días sin sombra se viven desde México hasta el norte de Chile y Argentina.
Su periodicidad y precisión lo convirtieron en una herramienta crucial para las culturas del pasado en la medición del tiempo y la observación de ciclos naturales.
Apreciable durante pocos minutos
La Tierra tiene su eje inclinado. Eso causa que, mientras se mueve alrededor del Sol, este no siempre apunte al mismo punto de la superficie terrestre. Es por ello que el paso cenital no ocurre en muchos lugares al mismo tiempo.
El Instituto Geofísico del Perú (IGP) publicó los horarios del fenómeno en la costa central del país.
- Lima sur: 15 de febrero a las 12: 21 p. m.
- Lima este, centro y Callao: 16 de febrero a las 12:22 p. m. y 12:23, respectivamente.
- Lima norte: 17 de febrero a las 12:23 p. m.

Experimentos al aire libre
Aquellas personas que deseen comprobar el paso cenital del sol, pueden colocar un objeto en el suelo momentos antes de la hora indicada. Se observará cómo las sombras se vuelven cada vez más pequeñas hasta desaparecer totalmente.
Sin embargo, hay que tomar ciertas precauciones. La intensidad de la radiación solar que recibimos depende del ángulo de incidencia sobre nosotros. Y como el Sol se posará directamente sobre nuestras cabezas, dicha intensidad alcanzará valores máximos.
Por ello, se recomienda el uso de protectores solares para la piel y lentes con protección UV.
Fenómeno conocido desde hace siglos
En las civilizaciones mesoamericanas, como los mayas y los aztecas, el paso cenital del sol ocupó un lugar central en sus observaciones astronómicas y festivales religiosos. Para los mayas, este evento marcaba un punto clave en el calendario agrícola, ya que indicaba el inicio de la temporada de lluvias (entre mayo y junio), crucial para la siembra de maíz, su alimento principal.

Como quedó evidenciado en los vestigios de las ciudades Teotihuacán, Monte Albán y Xochicalco, se construyeron estructuras con un orificio que permitía registrar el momento en que el sol estaba en el centro del cielo.
Otro ejemplo de esto es el observatorio astronómico de Chichén Itzá, conocido como El Caracol, que probablemente estaba alineado para rastrear eventos solares como el paso cenital. Los templos y estructuras especialmente diseñadas proyectaban sombras específicas que daban información a los sacerdotes y astrónomos sobre la época del año en que se encontraban.
En el México central, los aztecas también conectaban el paso cenital del sol con fechas sagradas y calendarios agrícolas. Celebraciones religiosas se realizaban para honrar al dios solar, de modo que, desde su visión, aseguraban que los ciclos cósmicos siguieran su curso y garantizaban buenas cosechas.